La noche que lo cambió todo

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 𝐇𝐨𝐥𝐚 𝐲 𝐛𝐢𝐞𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨𝐬! 𝐋𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐞𝐞𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐥𝐢𝐬𝐭 https://youtu.be/vBYkshOZMrY , 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨.

Era una noche cualquiera entre semana, Marinette estaba con el pijama puesto terminando un diseño en el que llevaba trabajando unas semanas. Era un largo vestido de mangas largas apretadas y hombros abombados con la parte del torso apretado y la falda suelta del color de los ojos de Adrien, soñaba con bailar con él a la luz de la luna mientras llevaba el vestido puesto.

Estaba cepillándose los dientes y a punto de irse a dormir cuando oyó unos fuertes pasos y a gente gritando. Escupió la pasta de dientes y fue corriendo a su habitación para transformarse  y ver si podía ayudar en algo, o era un akumatizado. 

Adrien estaba tocando el piano y Plagg adorando una revista con quesos, cuando escucharon esos sonidos, Adrien se transformó en Cat Noir y fue hacia donde estos le llevaron.

Ladybug y Cat Noir se encontraron es una calle normal de París, los edificios eran muy bonitos con esos retoques y esas ventanas que los caracterizan, aunque ese villano estaba destrozándolos enteros. El villano se llamaba "knifer", medía por lo menos 6 metros, era como una sombra negra aunque era tangible. Se caracterizaba por lanzar cuchillos, de ahí su nombre. Tenía un aparato colgando de su hombro que le permitía crear cuchillos infinitos. Lepidóptero sabía que con ese villano, de la única forma que podía conseguir los prodigios de los superhéroes era haciéndoles unas heridas muy graves o matándoles, pero simplemente no le importaba, llevaba demasiado tiempo intentando liberar a su esposa del coma que la atrapaba desde hace dos años. Haría lo imposible por volver a ser la familia feliz que era, incluso matar a dos adolescentes.

Los héroes estaban un poco asustados, habían luchado contra villanos difíciles de vencer, pero si un cuchillo de esos les tocaba, las cosas se complicarían.

- Bueno mi lady, parece que esta noche estamos en una situación puntiaguda.- Dice Cat Noir con su gracia habitual.

- Aghh Cat Noir tómate esto en serio, este villano es uno de los más peligrosos con los que hemos peleado.- Dice Ladybug tratando de darle más importancia al problema.

- Venga ya bichito, siempre lo solucionamos siempre juntos, ¿o es que tienes miedo?- Le dice Cat guiñándola un ojo y apoyando las manos en su barra quedando totalmente al descubierto.

Ladybug iba a decir algo pero antes de que pudiera decir la primera palabra un chuchillo rozó el brazo de Cat Noir haciendo una raja en el traje del superhéroe y una ligera herida con un poco de sangre.

- ¡¿Estás bien Cat?!- Dice Ladybug muy preocupada y cubriéndole con su yo-yo haciéndolo girar.

- Si bugaboo, no es nada, a partir de ahora te haré caso.

- Acabemos con él.

Estuvieron luchando contra él unos diez minutos, esquivando los cuchillos y tratando de inmovilizarlo. También trataron de que el chico entrase en razón, pero el problema por el que fue demonizado era más complicado de lo que creían; el niño era maltratado por su padre y cada vez que él hacía algo mal, su padre le pegaba, pero la tarde de hoy su padre le amenazó con un cuchillo, el chico se fue corriendo a su habitación llorando sin creerse lo que acababa de pasar mientras su padre daba golpes contra su puerta, él estaba demasiado asustado para abrir. Sentía mucha rabia, no se merecía esto. Cogió un jarrón para tirarlo al suelo para intentar aliviar su furia, pero antes de tirarlo, una mariposa se posó en este y Lepidóptero empezó a hablarle. 

  El chico contó su problema, por lo que los superhéroes descubrieron que el akuma estaba en el aparato con forma de jarrón que colgaba de su hombro. 

- Bien mi lady, ya sabes que hacer.

Ladybug lanzó su yo-yo al cielo. "Luckyy chaa-" no pudo terminar la frase, un cuchillo había atravesado su barriga. Su espalda encorvó y sus manos de colocaron en su abdomen. Acto seguido se le paralizó todo el cuerpo, miles de pensamientos pasaban por su cabeza y a la vez ninguno, su cerebro no había asimilado todavía el dolor que le debería de haber producido ese cuchillo clavado en su vientre, sin embargo, sentía como todas sus memorias pasaban por delante de sus ojos, ese era todo el dolor que abarcaba en su cabeza. Se sentó lentamente en el tejado del edificio en el que estaba, no pestañeaba, sus ojos estaban como platos, tenía la boca ligeramente abierta. Se quedó sentada con su espalda apoyada en una de las paredes que hay en los tejados de allí  donde están los conductos por los que sale el humo de las chimeneas. Ella miraba las estrellas del cielo, pensando que sería lo último que vería mientras una lágrima caía por su mejilla. La noche tenía muchas estrellas brillando y ninguna nube, la luna estaba llena y tenía un color amarillento.

Cat Noir llegó corriendo, puso una de sus manos en la cabeza de su amada y la otra en su abdomen encima de las manos de ella con mucho cuidado. -No, no, no...- No paraba de repetir esa palabra, no podía creerse lo que estaba pasando ni tampoco quería aceptarlo. Se dio cuenta de la gravedad del accidente nada más verlo, no tenía tiempo para quedarse ahí, estaba confundido, no sabía que hacer, solo sabía que no la iba a dejar morir, bajo ninguna circunstancia, era el amor de su vida, la fuente de su felicidad, si ella se iba, él lo haría con ella también.

La cogió como un bebé y la llevó al hospital. Saltaba los tejados llorando, no podía expresar toda la impotencia que sentía por no saber que hacer, porque sentía que era su culpa, por tomárselo a broma al principio y porque quería matar a Lepidóptero y a ese villano. Ladybug le miraba, no mostraba ninguna expresión facial, aunque en sus ojos se veía su melancolía.

- Chat...- Dijo con la voz entrecortada y casi susurrando.

- Si, amor?- No quería que Ladybug le se diese cuenta de lo triste que estaba.

- Estarás bien sin mí, encontrarás a otra Ladybug. - Susurró mientras le caía otra lágrima del ojo aunque con una ligera sonrisa, también restándole importancia al problema.

- De eso ni hablar, somos un equipo, nosotros contra el mundo, ¿recuerdas? No te dejaré marchar. Aún tienes mucho que hacer, como enamorarte de mí por ejemplo. - Contestó intentando hacerla sonreír y sumar esperanzas.

- Eres el mejor compañero que he tenido nunca, Gatito.- Dijo ella antes de que llegaran al hospital y las enfermeras pusieran a Ladybug en una camilla y se la llevaran a quirófano.


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⏰ Última actualización: Apr 03, 2021 ⏰

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