loco, obsesionado//kookmin//treeShot

angel of darkness

Jimin, uno de los angeles más cercano a Dios, pertenecía a la jerarquía de los querubines, uno de los anegeles más bellos que podría haber en el cielo, de una baja estatura y un precioso cabello dorado incluso más que el oro, sus ojos eran un azul nunca visto y tan profundo que solo se alcanzaría con unos lentes de contacto de los artefactos que los humanos habían creado.

Jimin disfrutaba de servirle y alabar a Dios, era uno de los angeles más Pacíficos de andar suave y una voz única que te dejaba atrapado en u  trance, era imposible no quedarse hipnotizado escuchándolo cantar.

El querubín tenía esas y tantas cualidades más, con unos cuantos defectos que serían su curiosidad, el deseo de aprender y saber cada día más le atraía.

–mi señor ¿cuando podré ir a la tierra?

este miro al angel con cariño y una sonrisa.

–pronto__respondio corto y sin nada más que aportar.

Jimin sonrió feliz, amaba a su Dios y señor.

De la nada entraron tres ageles, serafines con armaduras de guerra, doblando rodillas antes Dios.

–mi señor, los demonios hirieron a varios de nuestros guerreros, hirieron a jin__jimin abrió sus ojos en grande y comenzó a enojarse –querían entrar a  fuerzas al tercer cielo.

Su corazón se detuvo por momentos.

Jimin miró le miro con ojos de súplica que a su vez llevában ira fundida y este le asintió.

Desplegó sus grandes alas y a una velocidad más rápido que la luz, lo hizo con tanta fuerza que con solo dos aleteos podría partir a la mita un edificio completo.

La furia en sus ojos estaba más que plasmadas, sus pupilas azules amenazaban con volverse doradas.

En menos de diez minutos ya estaba ahí, no le importo no tener armamento, eso era lo de menos.

Se detuvo un momento a mirar el ambiente y un grupo de angeles protegía a los heridos y otros luchaban contra las criaturas malditas.

Pronto localizó a su hermano en una esquina mal herido, luego Miro como un belcebú estaba apunto de atacarlo.

–¡NO TE ATREVAS A TOCARLO!__grito con furia y su iris pronto era del todo dorada, con solo su mirada lo levantó y lo tiró contra un roca tremendamente enorme mientras que lo asfixiaba poco a poco hasta volverlo polvo.

Los demás ángeles y demonios le miraban asombrados puesto que ni ellos sabían que un querubín podría hacer tal cosa, no ellos ko eran anheles de guerra ¿cómo era posible?.

¿Un querubín con tanto poder?

Jimin pronto localizó al resto de demonios y al tiempo que levantaba su barbilla los levantaba a ellos en el aire.

–ataquen___les mensiono al resto de angeles, que casi de inmediato hicieron caso al mandato, destruyendo a los demonios inmovilizados por la mirada furibunda  de jimin.

A lo lejos alguien tenía la mirada clavada en jimin casi hipnotizado.

–mi señor, hay que destruir a ese querubín.

–absolutamente no, pero estoy de acuerdo con que le ataquen por la espalda, realmente no se que siguen haciendo de malditos holgazanes por eso están cayendo como moscas ante un grupito tan inútil__gruño

El demonio asintió llevándose a tres  para atacar justo por las espaldas de el querubín.

Jimin que ya había sentido la precensia desde antes que estuvieras a veinte metros cerca, espero un poco más y se volteó y empezó a volar alrededor de ellos y estos dentro hacían lo mismo con la intención de jugar su juego.