prólogo; 7th sense

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No sabía cómo explicarlo realmente. No creía que existiesen palabras para explicar tal cosa.

Y de hecho, no existían. Pero si habían otras que se asemejaban a lo que verdaderamente sentía y quería expresar.

Y una de ellas era: excitación.

No en su sentido literal y más común de la palabra, porque de hecho era excitación en muchas maneras.

Se sentía extasiado y abrumado la mayoría del tiempo. Y aunque quisiera evitarlo, cualquier estúpides le encendía. Y se sentía tan frustrado porque aún no podía controlar esa parte de él, que simplemente se encerraba en su habitación hasta que se le pasaba.

Evitaba cualquier tipo de contacto con las personas a su alrededor. Aceptaba abrazos y saludos casuales, pero con esos dos tipos de toques entre dos cuerpos era suficiente.

Era como si otra persona viviera con él, pero al mismo tiempo fuera él y sólo él en ese cuerpo. No sabía cómo explicarse, porque ni él mismo entendía todo en su plenitud.

Como el hecho de que todos sus sentidos se habían intensificado mucho, demasiado, en exceso.

Los sonidos, los sabores, la vista. Todo. Todo era mucho más intenso y grande de lo que había sido jamás. Oía cosas, veía cosas, saboreaba cosas que nunca había logrado probar, ver ni oler cuando aún era humano.

Y lo que más le tenía fascinado eran los aromas. Todos mezclados y enlazados de maneras únicas y explosivas. Tanto los agradables como los terriblemente asquerosos. De hecho las personas olían de manera agradable, y los animales también.

Todas esas pequeñas cosas, esas pequeñas cosas de las que sólo JiSung estaba al tanto, eran como una especie de séptimo sentido.

Un séptimo sentido tan fascinante y asombroso, como aterrador y peligroso. El primer día había sido una tortura, todos sus sentidos habían alcanzado niveles inimaginables. Y se había aterrado tanto con los sonidos y los olores que pasó toda una semana escondido en su habitación hasta que logró rebajar los niveles de su sentido auditivo. De hecho, ese había sido el único que había logrado controlar a la "perfección".

El más difícil era el olfato. Y maldita sea no sabía si estar agradecido o fastidiado. Porque había cosas que se le facilitaban al prevenir y advertirse a si mismo sobre su alrededor con el aroma de los objetos y personas. Pero justamente esa era su maldita perdición.

El poder distinguir los aromas y olores de las cosas materiales, era bueno cuando se trataba de JiSung contra el mundo; y malo cuando el tema se centraba en Zhong Chenle. Ese maldito lo hacía sentirse adolorido y ansioso.

Su aroma maldita sea, era la cosa más deliciosa y adictiva. Y se sentía tan bien con sólo olfatear su shampoo desde su banco, o incluso su colonia. Pero su séptimo sentido se volvía loco con el aroma de su sangre, y lo más espantoso, sólo su sangre. El control se le resbalaba de entre los dedos cada que su mirada se posaba sobre su piel tersa y rosa y apetitosa.

Lo único que más quería en esa vida era enterrar sus colmillos en Zhong Chenle y gemir de placer en paz. Pero el solo poder imaginarlo y jamás llevarlo acabo comenzaba a estresarlo. Podia gimotear en silencio e intentar desviar su atención de sus deseos con todas sus fuerzas, y eso siempre era lo más complicado. Se sentía tan fuera de si, cada que él se encontraba a su alrededor, se sentía tan... vivo. Irónicamente.

Podía oler la sangre de todos en el salón, incluso de todo el colegio. Pero ni todos esos litros y litros de sangre despertaban el instinto depredador que su Hyung provocaba en él. Y la frustración había sido su única compañía desde que el año había comenzado.

El sólo quería probar una gota, con una gota le bastaría para toda una vida. Con una gota todos sus deseos podrían apaciguarse al fin. Con una gota esa prominente presión en su estómago se iría de una vez. Con una gota dejaría de correr al baño para alejarse de su Hyung cada vez que este quería charlar con él.

O quizás con esa gota todo se iría al demonio, en realidad no lo sabía. Y aunque su, aún vivo y consciente, sentido común le dijese que eso estaba malditamente mal, JiSung anhelaba probar mucho más de una gota.



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youngblood; chenji vampire ! auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora