El clima era maravilloso. El sol en lo alto, la brisa de la mañana solo ligeramente fresca a pesar de estar tan cerca del invierno.
Normalmente, la manada entera se encontraría en movimiento, realizando las tareas de cada día. Los cachorros en edad en sus clases de caza y los adultos cuidando de las actividades diarias. En su lugar, Harry los observaba agolpados delante suyo en el centro de la villa. Las exclamaciones y maldiciones exaltadas de su gente elevándose por sobre el sonido de las aves. Preocupaciones y rostros horrorizados por las noticias compartidas; la dura historia de un omega y un alfa en busca de ayuda afectando sus emociones.
No era una sorpresa, él mismo aún sentía un ardor en la boca del estómago cuando pensaba en esa manada y su pobre gente.
_ ¡Hay que salvar a los cachorros!- bramó una omega a punto de romper en llanto. Sostenía un bebé contra su pecho, protegiéndolo como si el peligro estuviera acechando a su propio hijo.
Un coro de afirmaciones le siguió, apoyando sus palabras.
_ No podemos darle la espalda a aquellos cachorros.- espetó un alfa envolviendo a su propia familia en sus brazos.
_ ¡Y los omegas!- gritó otro beta de edad avanzada.- ¡El niño que llegó en la noche estaba en los huesos!
Su lobo gimoteó ante la verdad en las palabras del anciano, pero alejó el pensamiento lo más rápido posible.
Harry alzó una mano, pidiendo atención y la reacción fue inmediata. Atentos e intranquilos ojos puestos en su líder.
_ Por mucho que deseara ir por los cachorros y cada lobo sometido en este momento, eso solo los pondría en mayor peligro, los dejaría en medio de una batalla que tendría más pérdidas que victorias.- explicó dejando que su rostro reflejara lo importante que era para él tomar todos los recaudos posibles.- Por no mencionar la importancia de hacer cumplir con la Ley. El consejo debe intervenir y castigar al Alfa que se apropió de esa manada.- siguió con la voz en alta, para que todos pudieran escucharlo claramente.- Me comuniqué con ellos hace unas horas y me puse a su disposición. Cuando los ancianos lo ordenen, los respaldaremos y ayudaremos a esa aldea a obtener la libertad.
Más murmullos recorrieron la manada, inconformes con la forzosa espera, pero entendiendo las palabras del Alfa. El instinto de protección era un fuerte rasgo instintivo de los cambiaformas lobunos; tener que sosegarlo era realmente difícil y pocas veces siquiera intentado.
Desgraciadamente, en este caso, era necesario.
_ Por el momento, les pido que me ayuden a que Zayn y Louis se sientan bienvenidos. Fueron valientes por el bien de su gente y eso es algo que la Manada del Claro siempre ha respetado, la lealtad.- continuó esperando calmar un poco la mortificación de su gente (y la suya propia).- Vamos a trabajar en una estrategia de campo, nadie mejor que ellos para proveernos información sobre los soldados de Boris.- vio a sus centinelas asentir en aprobación, más calmos a tener un plan a seguir.- Esta manada es próspera porque le ha abierto las puertas a lobos en necesidad desde sus principios. No vamos a acobardarnos ahora.
Harry infló el pecho con orgullo al ver a su manada responder con avidez a sus palabras. El sentido de honor de sus lobos era algo de lo que el alfa nunca podría dudar.
Los vio dispersarse, listos para el comienzo del día. Cada uno hacía su trabajo y quehaceres.
Cerró los ojos para sentir la cálida caricia del sol en su piel y respiró hondo, llenándose los pulmones de aire limpio. Las palabras del anciano Rodrick, miembro del consejo, aun sonando en sus oídos. Si él tenía razón, las cosas eran mucho más serias de lo que Harry creía. La injusticia aún mayor.
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La Manada del Claro (l.s)
FanfictionLa Manada del Claro y su Alfa eran la última esperanza para la pequeña aldea de Louis y el omega pelearía hasta su último aliento para salvarlos. . . . Omegaverse Advertencia 🚨: para mayores de 18 por su contenido sexual.