Chapter 11: Secreto a voces

116 13 13
                                    

Hola! Esta historia estuvo pausada un timepo, ya que no tenía mucha gente que la leyera, pero recibí un comentario y pensé en seguirla, y lo he logrado! Ni idea de como, pero esta historia sigue

Disclaimer: Hetalia no me pertenece, le pertence a Hidekaz Himaruya

Let's read!

--------------------------------------------------------------------

Llegué a suelo americano demasiado tarde, y de haberlo sabido definitivamente hubiera hecho algo para impedirlo, sin embargo, no lo sabía y hasta el momento en que pude bajar de ese barco español, no lo supe, cuando llegué a tierra firme, no encontré nada extraño, algo en mi interior, sin embargo, me avisaba de lo contrario, que algo malo pasaba, pero mi mente no lograba asimilar nada, hasta que lo noté por fin, la falta de un pequeño niño rubio que debió haber ido a buscarme, Alfred no estaba, y para cuando había notado su falta, una de las sirvientas de mi gran casa ya estaba frente a mí, con la cara envuelta en una fina capa de lágrimas, ojos ojerosos y una cara que para mí no presagiaba absolutamente nada bueno, mandé a uno de mis mejores hombres a traerle un licor y algo  dulce, conseguí un banquillo para sentarla, pero se empeñó en no recibir nada, luego de un rato de intentar apaciguar la gran pena de la mujer, la estúpida rana francesa con quien compartía custodia de dos niños apareció, en sus brazos Matthew sollozaba y Alfred corría detrás ¿Qué estaba pasando? De repente miré hacia donde debía estar la gran casa en la cual Alfred, Alice y yo vivíamos, nada parecía estar mal, volví mi mirada hacia el frente hacia Alfred y quienes lo acompañaba, pensé que corrían hacia mí, pero doblaron cuando yo menos me lo esperaba y mis ojos encontraron lo que ellos buscaban, era el doctor de mi barco. En ese momento, en ese preciso instante, fue cuando todo cobró sentido para mi, me deshice de mi gran abrigo de corsario y salí corriendo con ropas más ligeras, Alfred debió notarme, porque corrió por detrás de mí gritando cosas que no me detuve a escuchar, seguí corriendo hasta la casa, ni siquiera sé como mis piernas aguantaron tanto correr o como mis pulmones seguían dándome aire después de semejante esfuerzo, en ese momento no pensaba nada más que en Alice, ella la única persona que podía estar malherida, ya que mientras corría por la enorme casa veía a todos los sirvientes en perfectas condiciones, corriendo igual que yo de un lado a otro, buscando agua ¿, vendas, medicina ¿¡Por qué esto tenía que pasar cuando estaba fuera?! No pensé en nada cuando abrí de una patada la puerta de la habitación de Alice, entré y de inmediato fui a verla… Dios… No creí que me afectaría tanto… Me arrodillé a su lado y le acaricié la mejilla, sin siquiera escuchar a la joven sirvienta que me hablaba de todo lo que yo ya sabía. En ese momento pude volver a pensar, nadie me había nombrado a Alice, pero reconstruyendo mis recuerdos pude apreciar las conversaciones en susurros de la gente del pueblo, del puerto, los gritos de Alfred, los murmullos de las sirvientas, todo indicaba que el secreto que me enfoqué todos estos años en guardar, estaban de nuevo saliendo a la luz como una vieja foto o una vieja entrada de un diario, y a todos les picaba la curiosidad, podía sentirlo, sentía como todos querían atosigar a mi pobre Alice, no, no iba a permitirlo, este secreto a voces no iba a pasar de eso, voy a evitar que se convierta en el titular del diario o la trama de un libro, esto no pasará los límites de este pueblo. Miré a la sirvienta, no era la que siempre estaba con Alice, era una jovencita mucho menor, mucho más inexperta, mucho más desconocida y de menos confianza para alguien como nosotros, ordené con voz firme que se retirara, que su señora necesitaba reposo y lo que menos necesitaba era más tensión cerca, en parte era cierto, en parte era mentira, pero he dicho suficientes mentiras a lo largo de mi existencia para que una más me haga daño, la joven se fue y yo pude quedarme a solas con la pequeña de mis ojos, Alice… Vamos, despierta por favor… Te sacudo suavemente para que al menos des suaves señas de vida, no sirve de mucho ya que no puedo oírte quejarte, pero si que en ese instante, pude sentir como te remecías, como te acomodabas en tus suelos donde seguramente las emociones afloran, mi pequeñito secreto a voces, ya no estás segura ni en tus sueños… Aún me pregunto cómo fue que enfermaste ¿Quién te hizo esto? Porque prometo que quien haya hecho que mi pequeño secreto se volviera un grito, va a pagarlo muy caro,

-------------------------------------------------------------------

Y eso ha sido todo por este capítulo de regreso de "Encerrada" nomprometo subir muy seguido porque no recuerdo como era la trama que tenía, pero, haré lo posble por seguir :D ¡GRACIAS POR LEER!

Comenten y voten para saber si les gusta la historia y qué es lo que quieren ver

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Encerrada (Chibi! América x Nyo! England)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora