Cintas [Sero Hanta x Tú]

Capítulo Único.

One-Shot de 3805 palabras

Advertencias: contiene lenguaje explícito, prácticas de Bondage, privación del orgasmo y sobre estimulación. Leer bajo su propio cuidado.

¡Female! Reader

Gracias por la atención, si ven un error comenten.

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Existías en un mundo dónde se puede vivir un sueño de historieta, dónde poderes no imaginados se hicieron realidad, excepto para ti, claro. Eras de ese 20% que no presentaba ninguna mutación llamada Quirk.
Vivías con tu esposo, Cellophane, un famoso héroe que destacaba en misiones de rescate y acaparaba los medios con su facilidad al atrapar criminales. Más destacaba en su cariño y el amor que te brindaba al volver a casa.

Hanta era buen marido.

Hace poco, en la ciudad que vivían se había decretado cuarentena, debido a la situación sanitaria que ocurría por el Covid-19. Tú más que nadie estabas al tanto de esto, habías estudiado medicina y te especializabas en la psiquiatría, velabas por la salud mental de muchos de tus pacientes en esta nueva fase de su vida y la lucha que tendrán con su propia mente.

Tenías tu consultorio virtual y de vez en cuando ibas presencial. Por el lado de tu querido cónyuge, tenía una rotación de 15 días con su compañero Chargebolt.

Era viernes por la noche, estabas apagando tu laptop después de la última sesión del día. Te estiraste levantando los brazos y tirando tu cabeza para atrás mientras dejabas salir un quejido de cansancio, de fondo podías escuchar movimiento en la cocina, sabías que era Hanta que estaba acomodando la mesa con los cubiertos, pues ha estado cocinando salsa, fideos y albóndigas, tu comida favorita.

Te levantaste y saliste de tu estudio para dirigirte a la cocina y preparar una ensalada de frutas, querías consentirlo a él de vez en cuanto y sabías lo mucho que amaba la comida saludable. Mientras terminabas de cortar las bananas te dirigiste a buscar el exprimidor para las naranjas, y cómo estaba en unos muebles de abajo te agachaste para tomarlo.

Estabas consiente de todo lo que hacías, te divertía jugar así con él, y Hanta sabía responder rápidamente y aprovechar cada acción tuya con movimientos rápidos de su parte. estabas esperando una nalgada o algo parecido en ese pequeño instante en la que tus brazos estaban más cerca del piso, lo que no esperabas era que con sus cintas te atrapara acercándote a su torso, cruzando sus brazos por tu cintura y apoyando su mentón en tu hombro izquierdo.

Te estabas dando cachetadas mentalmente. Te desasiste del agarre de su cinta, sacando unos pelos de tu gato Lalo y te giraste a abrazarlo también.

-Te amo.- Te susurró en tu oreja derecha. Te abrazó más fuertes con sus musculosos brazos en tu cintura. Eras más baja que él debido al ejercicio que realizaba diariamente.

Tus brazos también lo atraparon aún mas por su cuello, dejabas besos en su barbilla,

-Yo también te amo.- Le decías sonriendo para después ponerte de puntitas de pie y darle pequeños besos en sus labios, haciendo que sonría de ternura.

Todo el aire romántico y meloso se fue rápidamente cuando comenzó a tomar tus nalgas cómo si fuera Slime. Te separaste de él fingiendo molestia.

-Voy a preparar la mesa.- Dijo riendo mientras trataba de salir por la puerta, no sin antes ganarse una nalgada de parte tuya.

Hanta era buen amante.

Pasaron las horas y conversaban de cómo estuvo su día, y de qué iban a hacer cuando todo esto termine, él quería agrandar la casa.

Te gusta tener un horario de qué hacer y compartir con Hanta, y hoy era noche de películas. La semana pasada elegiste tú el género y ahora le tocaba a él. Nos sentamos en el sofá juntando nuestras manos, con la televisión reproduciendo Netflix, pero todo cambió a otros planes cuando comenzó a dejar besos mojados en tu cuello, mientras subía hasta tu oreja, en dónde la "mordía" con sus labios.