Capítulo 3

10 3 0
                                    

_


Miriam había pasado gran parte de la mañana sintiendo la sensación de que alguien la vigilaba, quizá era de tanto pensar en lo que le dijeron la noche pasada, y es que habían ocurrido cosas con su familia que la ponía en duda y le daba miedo pensar en que talvez había alguien por ahí queriendo intentar algo... ¿ pero porque le avisaría?

La concentración en sus pensamientos era tanta que no vio a Adolfo acercarse y choco contra él, lo último que espero fue verlo a él.

- Disculpa, he venido muy distraída hoy.- se disculpo y recogió un libro que se había caído.

- Tranquila mi hermosa, yo tampoco venía viendo, ¿ para que clase vas?- preguntó sonriente y muy amable.

- Psicología- contestó y se dio la vuelta rápidamente.- Y ya voy tarde.

- Voy para el mismo pasillo, déjame acompañarte.- se ofreció y camino a su lado. - Ya anoche no volví a verte, te mirabas genial que me hubiera gustado que nos tomanan una foto.

- Sabes que hubiera dicho que no.- Miriam siempre intentaba ser directa para después no tener malos entendidos innecesarios.- La gente creería que somos algo y no me gusta el chisme.

- Tienes razón, al menos para tenerla de recuerdo.- sonó apenado.

Miriam respiró, estaba siendo odiosa y se dio cuenta. - Hagamos algo, ya se que no me veo como ayer, ¿ pero que tal si nos tomamos una ahorita?

- Miriam- pronunció Adolfo volviendo los ojos.- Tu siempre te verás genial, aun que sea de uniforme.

- Gracias. - se río. Quizá no era tan malo después de todo. - ¿ Donde quieres que la tomemos?

- Vamos a los jardines, quiero que todo se vea muy iliminado. - sonrió y apunto el camino.- Primero las damas.

Ambos fueron y pidieron a otro chico que les tomara una fotografía sentados en una banca blanca, uno a la par del otro y con sonrisas felices.

- Ahora me la compartes, estan muy lindas.- le dijo Miriam caminando de regreso al salón. - Nos vemos, Adolfo.

- Adiós, Miriam, fue un gusto verte.- se despidió con un pequeño beso en la mejilla y salió disparado para otro salón.

¤¤¤

Miriam llegó a su casa y nerviosa subió a su habitación, eran las 4:00 pm y ya faltaba menos para lo hora advertida.

- ¿ Estás bien?- sus hermanos entraron por la puerta y la miraron preocupados, Stephen fue a sentarse a su lado y la miró. - No bajaste desde que llegaste y cuando te bajaste del auto te note extraña.

- Si, no se preocupen- mintió. No quería arrastrarlo al desorden que había en su cabeza.

- No te creemos.- soltó Steven y su hermano le advirtió con una sola mirada.- ¿ Que?, es la verdad, algo anda mal y no nos iremos hasta que nos digas que es.

- ¿ El idiota de Adolfo de hizo algo?- preguntó Stephen de manera enojada.- Si es así se las verá conmigo .

- ¡¿ Que no?!- se frustró y se tiró sobre el colchón de la cama. Vio a Steven acomodarse sobre su escritorio y cruzar los brazos, definitivamente no se irían.- Dioses.

- ¿ Ya nos dirás?- preguntó Steven.

- Esta bien, pero durante que es una estupidez. - se sentó y sus hermanos le pusieron atención. - Ayer, cuando volví al baño un chico entró, no le vi la cara ni nada, solo me dijo que no debía estar hoy en casa a las 8:00 pm, no entendí el porqué, pero he pasado todo el día como nerviosa y con una sensación que me vigilan.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 02, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿ Asesino o Salvador?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora