Lo que va mal, puede ir a peor

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Notas del fic:

Comienza la cuenta atrás. A partir de ahora iré contando las semanas que faltan para llegar al desenlace final que publiqué al inicio del fic. Él o yo.


Capítulo 03


Siete semanas antes...

—Esto no quedará así, Uzumaki Naruto.

Y desde luego, Naruto podía dar fe de que el asunto de marras estaba lejos de ser solucionado, por lo menos de forma civilizada. Si en algún momento pensó que Sasuke no haría nada al respecto, estaba muy equivocado.

No lo volvió a ver, pero no había sido necesario verlo para ser consciente de que el bastardo seguía tras él, presionando, hostigando, indagando en su pasado. Primero con llamadas anónimas; las que básicamente se constituían de amenazas o sobornos. Segundo, contratando a varios detectives privados que, lejos de practicar el oficio en el anonimato, lo asediaban por la calle, en su trabajo, en su casa, fotografiando cada uno de sus pasos, sondeando a sus más allegados, y removiendo en su pasado en busca de esos trapos sucios que le hicieran claudicar en su empeño por mantener a buen recaudo las fotografías de Sasuke. Incluso asaltaron su despacho de madrugada y lo registraron de arriba abajo en busca de las preciadas instantáneas, sin ser conscientes de que Naruto, previniendo sus acciones, las había sacado del gabinete y guardado en la caja fuerte del banco.

La gota que había colmado el vaso fue la carta anónima que había recibido esa misma mañana, en la que cuyo único contenido figuraba una fotografía. Pero no una cualquiera, sino una en la que aparecían juntos y risueños él y Gaara.

O mejor dicho. Él y su exnovio Gaara.

"Va siendo hora de hacerle una visita, ¿no crees?" se escribía al dorso con una caligrafía impecable.

Grandísimo cabrón.

Eso era ir demasiado lejos. De ninguna forma dejaría que involucrara a personas inocentes y ajenas al caso. Si Sasuke pensaba que conseguiría algo con la extorsión, amenazando con hacer daño a sus personas más queridas, es que aún no lo conocía.

Definitivamente no se dejaría vencer.

Ese bastardo no se saldría con la suya.

La partida estaba a punto de terminar. Su última carta sería colocada boca arriba sobre el tablero de juego y así aprendería, que con Uzumaki Naruto, no se juega.

—2—

Sakura comprobó por tercera vez que había metido en su bolso de lona todo lo necesario para un largo y tedioso día de trabajo en el hospital, y con un gesto mecánico, cerró la cremallera.

Frente al espejo del tocador, se atusó los cabellos sin dejar de pensar en el curioso artículo de revista que publicaba su semanario favorito; infidelidades. Un tema de especial interés para ella.

"Si pensamos en por qué nuestra pareja puede llegar a sernos infiel, concluimos en que posiblemente él o ella no se sientan satisfechos con la relación, ya bien a nivel emocional o sexual. Y ello les lleva a buscar a una tercera persona que llene ese hueco, ese vacío existencial que habita en su interior y del que muchas veces, no son conscientes."

Discrepaba profundamente con el artículo.

Llevaban juntos más de cinco años. Y aunque Sasuke nunca había sido un hombre muy dado a expresar sus sentimientos, Sakura sí creía tener la suficiente confianza con él como para contárselo todo; miedos, inquietudes, gustos o rechazos. No creía tener secretos en su relación, por lo menos por parte de ella, y salvo en esta última etapa rebelde por la que atravesaba Sasuke, nunca antes había sentido esa extraña inquietud.

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