☙ Capítulo 10 ☙

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Karol 🦋

—Toma -le pasé un toallón limpio del placlard para que pudiera secarse y calentarse- voy a ir cambiarme al baño ¿Si?
—Si, ve rápido que puedes enfermarte.. Gracias -me guiñó un ojo sonriendo y entré al baño con ropa recién sacada del ropero, me saqué rápido la ropa mojada guardándola en el canasto-

Salí del baño con un short y playera nuevos y calentitos, me sorprendí un poco apenas pisé la sala, Ruggero se había sacado el pantalón y seguramente lo había puesto a secar porque era de lo más mojado, pero me había sorprendido muchísimo, hace mucho que no lo veía así.

—Que linda estás -sonrió cuando apartó la vista de su teléfono y se dio cuenta que ya había salido, me miró disimuladamente de arriba a abajo aunque me di cuenta, así como también que se sorprendió porque ya no llevaba corpiño debajo de la playera- he puesto el pantalón a secar afuera, en el balcón.. Espero que no te moleste o incomode que esté así -explicó cuando se dio cuenta que lo miraba-
—¡No! -dije enseguida- no me molesta.. Estás muy guapo -solté-
—¿Si? ¿Estoy guapo? -se paró de la cama dejando su teléfono y comenzó a acercarse a mi peligrosamente-
—Eeeeh -me puse nerviosa y frotó su naricita con la mía, con ternura- sí, estas muuuy guapo -sonreí, ese coqueteo constante me excitaba tanto que me volvía extremadamente loca-

Acortó los pocos milímetros que nos separaban y atrapó mis labios con los suyos metiendo una de sus traviesas manos por debajo de mi playera mientras la otra no paraba de acariciarme la cara y demostrarme todo el amor que tenía por mí desde hace tanto tiempo. Las respiraciones empezaron a acelerarse cada vez más y sentíamos el calor aumentar en el cuerpo del otro en cada parte que llegábamos a tocar, su mano que acariciaba mis espalda fue bajando poco a poco, y emití un pequeño gemido al sentir su erección por haberme apretado más contra su cuerpo. Sin parar de besarnos nunca, caminamos los pocos pasos que nos separaban de la cama y empezó a inclinarse suavemente para dejarme sobre el colchón, una vez que estuvo encima mío volvió a besarme más intensamente y siguió bajando hasta llegar a mi cuello y seguramente dejarme algunas marcas que mañana tendría que taparme con maquillaje. La mano que tenía sobre mi cadera empezó lentamente a levantar la remera y no lo frené, no quise frenarlo, pocos segundo tardó en levantarmela por completo y sacármela para aventarla por algún rincón del cuarto; ahora sí tenía paso libre para besarme donde quisiera, y así fue como hizo una y otra vez el recorrido que iba desde mi boca hasta mi ombligo, sin evitar ni perderse ningún rincón de mi torso. Tomé su barbilla y volví a hacer que besara mi boca, ahora yo tenía el control de la situación y rodé en la cama para hacer que ahora él fuera el que quedara debajo. Tomé los botones de su camisa y los desabroché uno por uno dejando en cada rincón un beso húmedo que dejara un camino, una vez que el último botón fue liberado, se la quité salvajemente, haciendo que quedara en algún otro rincón, no sin antes sentarme sobre él y morder sus labios con furia para que notara que era únicamente mío.

—¿Me deseas? -le pregunté lamiendo mis labios, y deslicé mi mano hasta su erección, presionando y jugando con mis dedos para excitarlo aún mas, un fuerte gruñido salió desde su pecho y contestó entre gemidos-
—Si.. . te.. te deseo, cada día de mi vida -me inclino para besarlo y cuando nuestros labios están a punto de encontrarse, echo mi cabeza hacia atrás y me levanto de golpe-
—¡No! -dijo mordiendo su labio con un poco de furia- no juegues con fuego porque te puedes quemar, y mucho.. -se abalanzó sobre mí y me acorraló con fuerza contra una pared, me besó con dureza y sentí sus dedos en mi entrepierna que subían y bajaban por encima del short a un ritmo que me hacían retorcerme de placer-
—¡Ah! Ruggero te necesito -grité clavando mis uñas en su hombro- te necesito adentro mío-
—¿Karol? -golpearon la puerta de pronto- ¿Ya llegaste? Soy Cris, vengo a traerte los nuevos cronogramas junto con los destinos de Europa
—¿¡Cris!? -grité desde adentro separándome de golpe de Ruggero y tratando de controlar mi respiración- ¡Ahí voy, espérame tantito que me estoy cambiando!
—¿Y ahora que haremos? -dijo saliendo al balcón por su ropa- no nos puede ver así, nos matará
—¡No me digas Ruggero! Yo pensaba abrirle así -rodé los ojos nerviosa, mi respiración todavía estaba acelerada y mi corazón latía a mil por hora- ya sé, escóndete detrás de la puerta del baño, cuando ella ya esté adentro pero de espaldas a la puerta corre hacia el pasillo asi puedo cerrar rápido la puerta, rápido anda -corrí a la puerta de la habitación y la abrí una vez que estuve segura de que Ruggero estaba bien escondido- ¡Hola Cris! -le di un beso en la mejilla y la invité a pasar, afortunadamente mi plan salió a la perfección y pude cerrar la puerta en una milésima de segundo sin que ella sospechara de nada, y con Ruggero afuera de mi baño-
—Venía a traerte esto -me lo dio- son.. Los cronogramas de Europa más las ciudades que visitaremos ¿Cómo te fue hoy? ¿A dónde fuiste?
—Gracias -los dejé arriba de mi cama- muy bien, fui a visitar a una pareja amiga, ellos eran del elenco de Soy Luna y ahora que estaban aquí aproveché para ir a verlos
—Ruggero tampoco estuvo hoy en todo el día..
—Son amigos en común -intenté excusar tratando de demostrar inocencia- es un poco difícil evitarlo en estos casos..
—Está bien, no me expliques nada, yo le prometí a tu mamá que te cuidaría -se acercó cariñosamente- solo no quiero que la estés pasando mal, sabés que cualquier cosa podés venir a hablar conmigo -asentí y la abracé en forma de agradecimiento y despedida-

El Sonido Del Silencio | RuggarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora