O11 "Heejin, Hyunjin y Yeojin"

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Antes de llegar a Haseul y Kahei, las niñas tenían una vida, una muy diferente vida a la que tenían ahora, pero no del todo buena. Un ejemplo de eso eran Heejin y Hyunjin, quienes desde pequeñas estaban juntas, aunque estaban solas, sin familia, sin casa, sin dinero y casi sin comida, pero siempre apoyándose la una a la otra.

—Sé que algún día saldremos adelante, tendremos una linda familia que nos quiera y estaremos juntas por siempre— Dijo Hyunjin, a veces Heejin se preguntaba cómo era que podía estar tan feliz.

—¿Segura que estaremos juntas? ¿Y si nos adopta una familia diferente?

—Me voy a asegurar de encontrarte, porque te quiero mucho

Sí, era algo difícil esa vida, pero lo rescatable era que al menos tenían amor para darse, con eso, para ellas era más que suficiente... pero claro, aún tenían que conseguir comida y agua para poder sobrevivir del todo, por desgracia no solo necesitaban el apoyo de la otra. Planeaban entrar a un local y robar algo, sabían que no era algo bueno, pero si lo tenían que hacer para sobrevivir, no dudarían ni un segundo.

Entraron lo más silenciosas posible, tomaron solo algo de pan y salieron corriendo, igualmente, intentando no hacer ruido ni ser vistas, pero fue en vano, pues el dueño del lugar las alcanzó a ver perfectamente. Esta vez corrieron más rápido, aunque después de tiempo lograron alcanzarlas, pero al parecer ese día era de suerte, pues alguien más fue, y solo para defenderlas.

—¿Qué le pasa? Son solo niñas— Dijo una chica.

—¿Cómo que qué pasa? ¡Estas niñas son unas delincuentes!— Respondió el dueño.

—Pero están hambrientas

—¿Es mi culpa que sus padres no les hagan caso?

La chica solo rodó los ojos y sacó su billetera, dando la cantidad de dinero que costaba esa comida, aunque claro, le seguía pareciendo algo muy absurdo. El dueño se fue de ese lugar, pero no sin antes darle una mirada algo molesta a las niñas, quienes miraron a la chica algo extrañadas.

—¿Están bien?— Preguntó la chica, a lo que las niñas solo asintieron —Vengan, necesitan algo mejor

Las niñas siguieron a la chica, pero se dieron cuenta de algo, estaban pasando junto a un orfanato y conocían a alguien que se encontraba ahí dentro, que seguramente también necesitaba ayuda. Se acercaron al cerco y esperaron a que una niña se acercara, en cuanto las miró fue con ellas.

—No me digan que también las van a meter aquí— Dijo la niña.

—Para nada, alguien nos quiso ayudar, y queremos que también vengas— Respondió Heejin.

Entre las tres ayudaron a Yeojin a salir de ese lugar, el cual probablemente no volverían a ver jamás, o eso era lo que esperaban. Llegaron a una casa muy grande, no podían creer que iban a pasar de tener una vida pésima a tener una que seguramente iba a ser muy linda.

—¿Es tu casa?— Preguntó Hyunjin.

—Bueno, sí, pero créanme, no la hubiera podido tener si no fuera porque mis tíos se fueron a vivir a otro lado— Respondió la chica, para después tomar asiento en uno de los sillones, los cuales llevaban años en esa casa —Creo que no me presenté, soy Kahei, ¿cuáles son sus nombres?

—Soy Heejin

—Hyunjin

—No recuerdo, en el orfanato me decían enana y niña estúpida, pero creo que empezaba con Yeo

—¿Yeonjun?— Preguntó Heejin.

—¿Yeobanny?— Preguntó Kahei.

—¿Yeobi? ¿Yeoda? ¿Yeoga? ¿Yeojin? ¿Yeoffrey? ¿Yeoyeo?— Preguntó Hyunjin.

—Dudo que Yeoyeo sea un nombre— Dijo Heejin.

—Espera, ¿qué dijiste antes de eso?

—¿Yeoffrey?— Preguntó Hyunjin.

—Antes

—¿Yeojin?— Preguntó Heejin.

—¡Creo que es ese!

—Sí, bueno, creo que tengo que hacer una llamada— Dijo Kahei.

Esta tomó su teléfono y llamó a alguien, parecía estar algo nerviosa, ¿acaso le iba a decir a sus padres que había adoptado a unas niñas? ¿O acaso se trataba de alguien más? Iban a descubrir quién era esa persona, así que la siguieron en silencio a la cocina.

—Por favor, necesito que vengas rápido, es algo urgente— Decía al teléfono —Bueno, no tan urgente como un incendio, pero en serio, ven rápido— Después de eso colgó y regresó con las niñas.

—¿Era tu novio?— Preguntó Yeojin.

—No tengo novio

En eso se escuchó que alguien tocaba el timbre, las niñas fueron rápidamente a abrir y miraron quién estaba tras la puerta, ahí miraron a otra chica, quién al mirarlas se le notaba algo nerviosa, probablemente ahora sabía a lo que se refería Kahei.

—¡Haseul! Que bien que llegaste, necesitamos hablar

—No me dijiste que era algo como esto

—Lo sé, pero necesito que lo demás me lo digas en privado

Esta vez que la llevó a la cocina, se aseguró de cerrar la puerta con seguro para que las niñas no escucharan, de lo que hablarían sería algo muy privado. Las niñas pegaron sus oídos a la puerta y escucharon todo lo que decían, ni siquiera una puerta con seguro les iba a impedir ver que era lo que escondían.

—Mira, sé que esto es muy repentino, digo, ni siquiera hemos tenido una mascota pero esas niñas necesitaban ayuda, no podía dejarlas solas

—Sé que no podías, pero vamos, alguna familia debe querer hijos y nosotras somos muy jóvenes para criar a unas niñas, ni siquiera somos mayores de edad

—Lo sé, sé que no tenemos ni 20 años, pero se ve que se quieren mucho y no me gustaría separarlas

—Nadie dijo que se iban a separar, sé perfectamente que alguna familia va a querer tres niñas

—Cómo tú, dijiste que en un futuro querías tener una familia grande, con más de diez niños y que todos sean muy unidos— La menor no tenía como contestar a eso —Por favor Haseul

—Sí, por favor Haseul— Dijeron las niñas por detrás de la puerta.

—Bien, nos las podemos quedar— Respondió —Pero solo porque tienes razón

Kahei fue a abrir la puerta, dejando que las niñas entraran a la cocina, quienes rápidamente se dirigieron a Haseul para abrazarla. Después de un tiempo Kahei también se unió al abrazo, de ahora en adelante intentaría que no se preocupara por cualquier cosa.

—Estoy segura de que seremos buenas madres— Dijo Kahei.

—Lo sé, al igual que sé que esta casa será un completo desastre...

Loona's House | La casa del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora