O12 "Jung Eun y Jinsol"

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Misma noche de siempre, y como todas las noches, había una nueva discusión de parte de los padres de Jung Eun, la cual iba a terminar en golpes seguramente. De nuevo la niña estaba encerrada en su cuarto, esperando a que todo pasara para poder salir, cosa que pasaría en muchas horas.

Pero estaba cansada, cansada de nunca hacer nada para detener a su padre, el cual siempre golpeaba a su madre, así que quiso devolverle todo lo que hizo. Fue a la habitación de sus padres, donde había un bate de béisbol, este le iba a ser muy útil para llevar a cabo lo que quería hacer. Bajó las escaleras y ahí se encontró a sus padres, pero algo andaba mal, pues su padre parecía estar más ebrio de lo normal, eso no iba a terminar bien de ninguna manera.

—Jung Eun vete de aquí— Dijo su madre.

Su padre volteó y la miró, y al mirarla con aquel bate solo rió, sabía que no era capaz de hacerle algo, era solamente una niña y tenía mucha menos fuerza. Antes de que su madre se acercara para poder protegerla, su padre tomó un arma y disparó a la mujer, así evitando cualquier interrupción, y después de esto se acercó a la niña.

—¿Sabes? Eres muy parecida a tu madre— Dijo el hombre, agachándose para estar a la altura de la niña —Tanto que podría hacer algo sin notar la diferencia

El hombre puso su mano en el rostro de su hija, bajando lentamente hasta llegar a su entrepierna. Jung Eun al sentir esto, lo golpeó con el bate, aunque no con la suficiente fuerza como para hacerle tanto daño.

—Veo que te vas a resistir, así que tendré que hacerlo a mi manera

Se levantó y tomó una cuerda, ni iba a dejar que se fuera tan fácil, no sin antes disfrutar un poco, pero no iba a lograr esto tan fácilmente. Lo volvió a golpear, pero esta vez en la cabeza y con mucha más fuerza, haciendo que este cayera al suelo, muerto por lo que podía ver. Jung Eun no sabía qué hacer, así que tiró el bate a otro lado que estuviera lejos de la escena y salió corriendo lejos de la casa, no iba a volver ahí por nada del mundo.

En lo que corría se topó con una chica, quien evitó que chocara con un árbol, pues ni siquiera estaba poniendo mucha atención hacia dónde estaba yendo. Volteó hacia arriba para verla mejor, logrando ver a una chica no tan alta, que parecía estar algo cansada.

—¿A dónde vas?— Preguntó la chica.

—No lo sé, solo no quiero volver a mi casa

—¿Te hicieron algo?

—Mataron a mi madre, mi padre me intentó violar y lo maté— Habló algo rápido, por lo que no le entendió muy bien

—Tranquila, mejor ven conmigo

Jung Eun dudó un poco, pero la acompañó hasta su casa, una muy grande casa de hecho y muy linda. La chica sacó sus llaves para abrir la puerta, y al abrirla entró junto con la niña, quien estaba algo asustada.

—Adivina que traje ahora Kahei— Dijo la chica.

—Kahei no está, dijo que la niña de la vecina estaba gritando mucho así que fue a revisar— Respondió una niña muy pequeña, parecía que ni siquiera había cumplido los cinco años.

—¿Y ella quién es?— Preguntó otra niña —Yo soy Hyunjin, y sí, sé que pensaste que esa niña no tenía ni cuatro años pero de hecho ya tiene siete

—Soy Jung Eun

—Soy Yeojin, esa que está viendo la televisión es Heejin y la que te salvó es Haseul— Dijo la niña —¿En serio creíste que tenía menos de cuatro años?— La mirada de Jung Eun decía todo, o sea que sí, lo creyó.

Se escuchó que alguien había abierto la puerta, al parecer ahí estaba la persona a la que Haseul le estaba hablando al llegar. Pero estaba con una niña, la cual nadie había mencionado, al menos aún no.

—¿Qué pasó?— Preguntó Haseul.

—Alguien se metió a su casa y mató a sus padres, por suerte no la miró— Volteó a ver a Jung Eun —¿A ti qué te pasó, pequeña?

—Mi padre mató a mi madre, quise golpearlo y también lo maté

—Tranquila, aquí vas a vivir mejor

Haseul al escuchar esto abrió sus ojos como platos, ¿a qué se refería exactamente con "vivir aquí"? Porque si era lo que se estaba imaginando, tendrían que hablar muy seriamente, pues con ella ya serían cuatro, y si la otra niña también se quedaba serían cinco.

—¿Estás hablando en serio? ¿Cómo que otra?

—Vamos, tenemos recursos hasta como para diez más, confía en mí

—Ya te lo dije hace un año, hay más familias que quieren hijos

Kahei fue a abrir un poco la puerta para poder ver a las niñas, haciéndole señas a Haseul para que también fuera a ver. Las niñas estaban jugando, parecía que ya se habían acostumbrado, pues todas actuaban como si se conocieran desde que nacieron.

—¿Lo ves? Se quieren de verdad

—No lo sé, son cinco ya

—Y serán muy felices, por favor Haseul

—Por favor Haseul— Se escucharon a las niñas a través de la puerta.

—Bien... se pueden quedar

Las niñas abrieron la puerta y fueron a abrazar a las mayores, Kahei estaba aún más feliz que cuando las primeras tres llegaron, pero Haseul estaba algo preocupada por esa decisión, lo único que sabía es que le iba a decir adiós a su privacidad.

—Esto me va a volver loca...

Loona's House | La casa del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora