Solicitado por auroravazquez418
Advertencia de activación: pequeña avería, mención de asesinato, embarazo no deseado
Contiene: Sexo sin protección, creampie, mención de digitación y oral, mención de orgasmos múltiples, leve torcedura del embarazo.
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Amas a tu novio.
Era tan dulce, gentil, encantador, guapo, extremadamente rico también. Él es todo lo que podrías pedir en un hombre, su personalidad es lo que te atrajo hacia él. Te puede importar menos el dinero, el mero hecho de que él es quien es suficiente para ti. Romántico, era muy romántico, siempre te lleva a los mejores restaurantes cuando tiene tiempo y te da espléndidos obsequios que le recuerdan a ti o cosas que él pensó que disfrutarías. Los acepta con una sonrisa modesta, todavía tímido ante la idea de que gasten dinero en usted. Es cierto que pensaste que estaba obsesionado contigo hasta un acuerdo poco saludable, pero la forma en que actuó dice lo contrario. Y así, arrojaste la precaución al viento.
Aunque...
A veces, llegaba a casa oliendo a pólvora. "Quizás estás imaginando cosas", decía mientras se quitaba la ropa de trabajo. A veces, había manchas de sangre en su ropa, ocultas por el color negro de su traje. Nunca en su camisa de vestir blanca que tiene capas del chaleco gris en la parte superior. "Hubo un accidente en el trabajo", decía, ayudándote a lavar las manchas a mano. A veces, había una mirada enloquecida en esos hermosos ojos azul marino suyos. Obsesivamente loco es la única forma en que puedes describirlo. "Te amo", decía, las palabras murmuraban en tu cuello mientras mordía un punto. Su agarre a veces se vuelve un poco apretado, incluso lastimándote. Especialmente durante el sexo, donde la palabra 'mío' se convertiría en un mantra, sus marcas por todo tu cuerpo.
Como ahora.
Por mucho que ames cuando te folla a pelo, te asusta un poco cuando dice que quiere dejarte embarazada, para que no tengas ninguna posibilidad de "escapar".
¿Qué significa eso?
"¡A-Ah! ¡¡C-Chuuuyyaa !!" La voz rebota en las paredes, te aferras con fuerza a su espalda cubierta de sudor, las uñas clavándose en su piel. La sangre se derrama de las pequeñas heridas, haciéndolo silbar ante la picadura. La cabecera roza la pared y el yeso cae. Tendrás que repararlo de nuevo, pronto. "(nombre), joder bebé, te sientes tan bien -¡ngh!" Husky, su voz es ronca y mezclada con lujuria, y esa misma mirada obsesiva en esos ojos azules suyos. Te asusta, cada vez que brillan con esa emoción, mirándote como si fueras un premio o una especie de mascota, hecha para que él juegue, para que se quede a la par. "M-joder ... quiero dejarte embarazada tan jodidamente ... ¡ar-ah!" Todo su cuerpo se estremece cuando sus manos le arrancan el clímax, el coño se aprieta alrededor de su polla desnuda mientras su mano se desliza debajo de él, masajeando sus bolas mientras golpean contra su trasero. Un fuerte grito de tu nombre, amortiguado por ti mientras lo besabas, mordiendo y tirando de su labio inferior. Esta vez te saltaste tu propio clímax; Perdiste la cuenta de cuántas veces te arrancó orgasmo tras orgasmo con solo sus dedos y lengua.
"A-aaahhhh ..." Susurros silenciosos que se dicen en su oído, diciéndole cuánto lo amas, pero que quieres seguir tomando la píldora. Un gruñido de decepción es lo que obtienes a cambio. Después de unos momentos más, se retira, la polla suave y goteando con semen sobrante. Abre tus labios vaginales, admirando la vista de su semen goteando, manchando las sábanas. Oh, si tan solo permitieras que lo empujara hacia adentro con los dedos. "Realmente te gusta mirar la vista, ¿no es así?" fue tu respuesta jadeante a su mirada. "Por supuesto."
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Hoy estaba un poco apagado.
Chuuya era más ... agresivo, a diferencia del hombre gentil como lo conoces. Gritar órdenes por teléfono en otra habitación, demasiado silencioso para que puedas distinguir palabras y oraciones.
En su camisa, te sientas en la cama, con el estómago hinchado. Tus senos también estaban empezando a hincharse, tan sensibles que ni siquiera puedes tocarlos sin estremecerte de dolor. Tu período también se retrasó dos semanas.
Siendo estúpido, lo descartaste como si el estrés se apoderara de ti; pero esa idea se fue por la ventana cuando empezaste a vomitar todas las mañanas.
Tus pensamientos son interrumpidos mientras Chuuya camina sin camisa, los dos están a punto de ponerse humeantes a primera hora de la mañana, solo para ser bloqueados por una sola llamada que duró una hora y media.
"¿Está todo bien, Chuuya?" "Sí", suspira pesadamente, acercándose a ti y besando tu mejilla, solo para bajarse los pantalones del pijama y ponerse la ropa de trabajo que ya estaba colocada en la parte superior de la puerta, colgando. "Lo siento, pero tengo que ir temprano". "¿Otra vez?" "Sí ... te lo compensaré, lo prometo." El beso que te dio fue dulce pero demasiado corto. En el momento en que estuvo listo, se fue sin siquiera desearle adiós.
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Positivo.
La prueba de embarazo fue positiva, las cuatro, en realidad. Te quedas sentado en la tapa del inodoro, sorprendido. Tomaste tu control de nacimiento
De manera regular, nunca tuvo relaciones sexuales si estaba cerca del día de su ovulación, o si lo estaba. No deberías haber dejado que se corriera en ti, piensas. Nunca debí haber dejado de usar condones, debí haber tenido más cuidado. Pero los resultados estaban ahí, los cuatro positivos. Asustada, sola, quieres llorar. Y lo haces, maldiciéndote por ser tan irresponsable. Dentro de tu cabecita ingenua, te culpas a ti mismo, sin saber que tu novio reemplazó tus pastillas por otra cosa, algo inofensivo. En sus propias palabras, "No habría escapatoria si te quedo embarazada".
Si solo lo tomaras más en serio, cuando decía cosas así.
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Olía de nuevo a pólvora. Pero al menos estaba actuando normal de nuevo, amable contigo una vez más. Flores en mano, te las da como disculpa por estar en un viaje de negocios de dos semanas; el bulto en tu estómago se estaba agrandando, oculto por suéteres de gran tamaño. Y como el cordero que eres, vas a tu pastor, sin saber que te estaba conduciendo a su trampa, aunque sutil.
"Estoy de vuelta", su abrazo es cálido, pero el olor a pólvora te hace sentir mal. "C-Chuuya ..." escucha mientras tomas una bocanada de aire, sabiendo ya lo que estabas a punto de decir.
"¿Si mi amor?" tomas un minuto, un minuto largo y le dices. "Yo ... estoy ... embarazada ..." Esa misma mirada aparece en sus ojos, pero eres incapaz de verlo, el rostro presionado contra su hombro, las lágrimas amenazan con derramarse.
Obsesivo, loco, su sonrisa lo suficientemente amplia como para romperle la cara. Si tan solo estuvieras al tanto de los asesinatos que ocurrieron por tu culpa, tu interacción amistosa con los empleados masculinos de la tienda un poco demasiado amistosa, las miradas que te darían que viajarían y trazarían las curvas de tu cuerpo por hombres al azar que pasaran junto a ti calle.
"Me quedaré contigo. Lo prometo." Besa la coronilla de tu cabeza, dejándote derrumbarse frente a él, aliviada de que tu novio se quede contigo. ¿Por qué no iba a hacerlo? Él te fue leal, extremadamente, hasta el punto de que la idea de dejarte embarazada solo lo alimentó. Un esposo tiene que ser leal a su esposa e hijo, ¿no?
Si tan solo captaras los sutiles indicios que aparecieron al principio de tu relación.
Y tal vez entonces hubieras podido escapar.
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N / A: está bien, esto resultó ser mucho más largo de lo que pensé que sería-
No estoy seguro de si esto cuenta como 'sutil', lo siento si no lo es.
