capitulo 3

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Agache mi cabeza y deje que mi cuerpo colgará de la silla en la que posiblemente había pasado varios días, pude sentir como mís muñecas rozaban con aquella cuerda áspera que me mantenía sujeta a la silla empotrada en el piso

Levanté un poco la mirada y al ver a mi alrededor me percate de mil y un cosas, empezando por las paredes chorreando por todas las fugas, el poco sol que entraba al cuarto por unas rendijas que tenía la puerta metálica, el chillido de ratas corriendo por todos lados y algunos gritos que cada vez se escuchaban menos

Volví a agachar mi cabeza pues no quería seguir contemplando aquel asqueroso cuarto en el que posiblemente sería mi último respiro, la habitación se quedó unos segundos en total silencio hasta que se escucharon pasos los cuales venían por el pasillo que guiaba al cuarto donde yo me encontraba

Suplicando por qué pasarán de largo o se olvidarán de mi presencia, lo cual era imposible, guarde total silencio

Pero ya era demasiado tarde, empeze a oír como lentamente introducían la llave en la cerradura de la puerta hasta que por fin se escuchó un chirrido al abrir la puerta, casi igual a un alarido humano

Lentamente entraron mis captores y cerraron la puerta cuando entro el último

El tipo de bigote se acercó a mí y al ver mi cabeza agachada me tomo del cabello y me levanto bruscamente

- vas a abrir la maldita boca Griffing - por mi parte solo hubo silencio y una agitada respiración, el soltó mi pelo de forma brusca y deje caer mi cabeza

- ¿Que quieres que te diga? Que mi padre está muerto por culpa de este mundo, que mi madre se droga y ahora está en prisión, que mi hermano es líder de un cartel y ni siquiera está haciendo nada para salvarme - las lágrimas empezaron a escurrir por mis ojos, ¿Realmente mi vida era está mierda? ¿o solo era la forma en lo que lo decía?
- tu sabes mucho más de lo que estás diciendo - saco su pistola y la froto un poco con su mano en un intento de demostrar su autoridad
- ¿Que más puede saber una estudiante de medicina? Lo único que se es que desde que nací mi vida era una total mierda, huyendo de la ley, de balaceras y ahora estoy secuestrada ¿Algo más? - la realidad era que podía resumir mi vida en unas cuantas palabras «muerte, droga, armas» pero es lo que toco ¿no? Los muertos no reviven Clarke y tampoco tus sentimientos hacia ellos deben de hacerlo «aunue las palabras de mi madre a veces podían sonar más que crueles eran muy ciertas, los muertos no reviven»
- No eres la fichita que dices ser Griffing, solo te digo una cosa nos sirves igual viva que muerta - volvió a meter su arma en en su estuche y salió sin antes pronunciar unas últimas palabras a los dos escoltas que venían con el - ya saben, piso -

Después de escuchar que sus pasos se alejaban uno de los tipos me desato de la silla en la cual me mantenian atada día y noche, el otro empujó un poco mi cuerpo hacia enfrente pero en el intento de pararme y si quiera tratar de huir, caí arrodillada para después sentir las manos de los dos hombres los cuales me levantaron del piso y me llevaron casi a rastras del cuarto, no porque me resistiera si no por el cansancio de los últimos días

Seguimos caminando atravez de un pasillo larguísimo por el cual a medida que avanzamos se oían más gritos y realmente no quería saber por qué eran causados

Cuando por fin alcanze a distinguir una puerta al final del pasillo supuse que era más que obvio mis minutos estaban contados solo esperaba que me fuera de forma más pacífica que mi padre y sobre todo que en cuanto mi gente encontrase mi cuerpo sin vida se repitan las palabras de mi padre «sigue adelante, no te derrumbes porque nos volveremos a ver»

- hoy lo volveré a ver - dije casi sin voz y con lágrimas en los ojos

Finalmente llegamos a la puerta, en cuanto la abrieron pude ver el exterior y una camioneta negra en la cual se reflejaban los rayos del sol

The hundred Narcos mexicanos (Bellarke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora