-¿Listos para pasarla genial familia?- dijo mi madre entuciasmada, mientras nos ponían los brazaletes del hotel all inlusive.
-Yeii-Dije con el tono más sarcastico que pude. Podríamos estar en las playas de Hawaii pero yo sabía que pasaría una semana y media sola rondando por el hotel mientras mis padres revivían su luna de miel, otra vez.
En fin, nos instalamos y, tal como lo predije, mis padres se fueron y me dejaron sola en la habitación, asique decidí ir a explorar un poco el hotel y ver que tal la playa. Era genial, como era de esperarse, pero lo que me llamó la atención no fue ni la blanca arena, ni el oleado mar, sino un chico rubio,piercing, buen abdomen. Buen comienzo. No me di cuenta de que lo estaba mirando tan fijamente hasta que el me vio y me giño un ojo. Corrí la mirada rapidamente y segui mi "exploración".
***
Primera noche, ¿Qué ponerme? Elegí una pollera campana color negra lisa con un top floreado y unas sandalias negras.
Después de cenar, fui al bar a pedirme una gaseosa. Soy cero alcohol.
Me sorprendió oír un "hola" a mis espaldas. El rubio de la playa.
-Hola- dijo con un tono egocéntrico, se ve que era el típico chico "Me creo el más lindo del mundo, no hay chica que no se babee por mí".
-¿Qué quieres? -dije, no tenía ganas de socializar con idiotas.
-Agresiva..mmm...me gusta. Soy Luke- Sonrió.
- Hola Luke, Soy ______, la que te rompera la cara dentro de cinco segundos sino te apartas de mi vista- dije con una sonrisa falsa.
-Tanto me deseas?- Lo admito, está muy bueno, pero no le daría la razón a un idiota creído como él.
-Tan engreído eres?
-Qué te atrae más, mi cabello rubio o mis ojos celestes?
-Hablas en serio?
-Como nunca en mi vida, bebé.
-No me llames así!- exclamé
-Cómo?- enarcó una ceja.
-Así, "bebé"- la palabra "bebé" salió con odio de mis labios.
-Como quieras, bebé- Pusó su mejor sonrisita sínica.
-Eres increíble- dije volteandolos ojos.
-Lo sé.
-Imbesil-éste chico me estaba cansando.
-Bebé, aún no contestas mi pregunta, la evitas asique dedusco que te encanto.
- Para nada.
-Admítelo, éste rubio te trae loca. - se acercó a mí desafiante.
-Los rubios no son mi tipo, los morenos son lo mío- ésta vez era yo la que se acercaba.
-Siempre puede haber una excepción a la regla, en éste caso, yo- Unos centímetros más cerca.
-No tengo una regla.- Aún más cerca
-Es un decir- Nuestras respiraciones se mezclaban.
-Eres tremendo- dije
-Tu tremendo- dijo y me besó. Beso que respondí.