"𝐉𝐢𝐧 𝐱 𝐁𝐓𝐒" [𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬]

Extra 3 - "Concubino"

• MinJin (smut)
• Pedido por: AvigailAcuaAlvites 
• Dinastía Goryeo
• ⚠️Lenguaje vulgar y explícito.
• Capítulo largo 

†Concubino†

El pueblo de Goryeo estaba sumido en una terrible incertidumbre, miedo reflejado en el rostro de la mayoría de los pueblerinos que vivían ahí.

Hace unas horas se corrió la noticia de que el rey Park había fallecido, lo que significaba que pronto su primogénito tomaría el trono y sería el nuevo rey.

Pero ese era el problema y la razón que causaba temor a muchos pueblerinos, el rey Park y la reina solo pudieron concebir a un hijo.

Park Jimin era un apuesto joven, sus cabellos rubios y sedosos, además de sus mejillas algo regordetas, y sus labios color cereza solo le daban la apariencia de un ángel, pero era todo lo contrario. El príncipe Park fue deshonrado muchas veces por el Rey.

El príncipe era alguien demasiado cruel, ambicioso y egoísta, pero sobre todo era alguien que derrochaba lujuria y perversión. En el pueblo se sabía que se había acostado con cada una de las concubinas de su padre, por eso traía una gran cicatriz en su ojo, hecha por el mismo Rey.

Pero incluso si fue deshonrado de tal manera, no había nadie más que gobernará Goryeo, y es por eso por lo que los pueblerinos temían lo peor por su vida y lo que vendría ahora que su rey había muerto.

Semanas después de la muerte del Rey Park, toda la servidumbre había sido desechada por el nuevo Rey.

SeokJin venia de un largo día de trabajo en la textilería del pueblo, aún con su estuche de pintura en mano, cuando se percató que se había hecho en revuelo en la entrada del palacio, sintiendo curiosidad se acercó, y sin creerlo vio a una mujer ser aventada con brusquedad fuera del palacio, su liso vestido blanco manchándose con la tierra del suelo.

Los jadeos sorprendidos de las personas y el suyo propio, se hicieron escuchar. Antes de que incluso lo hubiera procesado, escucho una voz fuerte saliendo del palacio.

—Sáquenla a ella también, es más saquen a cada una de las concubinas de mi padre, no las quiero más aquí, y necesito que busquen a más personas del pueblo, quiero gente nueva.

—Si mi señor.

Después de eso, el resonar de los finos zapatos contra la gravilla se fue haciendo cada vez más silencioso.

Así que eso era, el nuevo rey había empezado a formar el caos.