𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐈𝐍𝐆. ━ Soobin. ✓

━━━ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢𝗡𝗘.

Haberlo visto ese día temprano en el parque y que él no la hubiese reconocido era quizás lo que había liberado en ella el centenar de emociones que no sentía desde que tenía quince años y pasaban la mayoría del tiempo uno junto al otro, habían estado guardadas en lo más profundo de su pecho y como si el día de su liberación hubiese llegado, saltaron corriendo por su estómago cuando sus ojos chocaron con los de Lilah en medio del caos que se formaba en su cabeza.

La última vez que había sentido como su corazón se descontrolaba de esa forma tan repentina fue cuando tenía quince y junto con él se habían escapado de casa a comer helado cerca del centro de la cuidad, la emoción y el creciente sentimiento de alegría que se habían embargado en el cuerpo de Lilah ese día aún se conservaban en su memoria como si hubiesen sucedido hace unas horas. Pero ahora, después de confirmar que Choi Soobin no la había reconocido cuando chocaron accidentalmente en el parque esa mañana, le había hecho sentir una opresión en el pecho, ella había pasado noches en vela pensándolo, soñándolo, preguntándose como estaba y si ya la había olvidado por completo o seguía pensando en ella de la misma en la que Lilah no hacía con él, y él... ¿Él la había olvidado así sin más?

O quería fingir que no sabía quien era porque ella lo había dejado a la deriva, había muchas posibilidades.

Pero honestamente, no lo sabía, tal vez en los últimos cinco años había cambiado más de lo que ella había llegado a pensar; ya su cabello no era del color chocolate que tanto lo caracterizaba, sino de un lindo tono rubio ceniza y era más corto de lo que antes había sido Sus rasgos faciales habían madurado y ya no tenía esos feos aparatos en los dientes que le molestaban tanto en sus días de adolescencia. De esa misma forma, pensar que no la había reconocido por el gran cambio que había dado viviendo en el extranjero la consoló un poco, esperaba que hubiese sido eso y no que su recuerdo se había evaporado como la nieve cuando llega el verano.

De igual forma, él había cambiado, ahora sus rasgos eran más marcados, más masculinos, su estilo de vestir se había vuelto un poco más fino de lo que antes solía usar, su cabello era tan negro como la noche y había crecido, sorpresivamente, mucho más desde la última vez que se habían visto. Ahora gozaba de belleza inefable y de una mirada intensa que Lilah pudo sentir como una corriente eléctrica subiendo por su espina y su voz, su voz se había agravado junto con aquellos lindos hoyuelos que estaba segura no mostraba muy a menudo.