ONE SHOTS - Zayn Malik.

Connexion.

No puedo mirar mis pies porque el gran bulto que llevo en el estómago me lo impide, aún así, bajo cuidadosamente las escaleras sosteniendome del costado de ésta.

Trato de no pensar en que aún estoy en el mes 8, últimamente estoy demasiado adolorida y sensible que solo quiero que nazca cuanto antes.

Ni hablemos de que me hecho pis encima ya diez veces el último mes. Diablos.

Aunque ella se ha manifestado varias veces con algunas contracciones, eso creo que está algo lejos.

Joder.

Son las 4 a.m. y yo aquí, dirigiéndome hacia la cocina por algo de comer.

Venga, que la niña anda con hambre y no puedo hacer otra cosa que alimentarla... y que también yo voy a darme el gustito, claro.

Estoy jodidamente antojada de tocino, que yo odio el cerdo, ¿vale? pero no me le puedo resistir.

En verdad, lo como cuando no está Zayn. Él se reiría en mi maldita cara si se entera, por eso trato de no hacer ruido mientras me los preparo.

Mi hermoso hombre tiene el sueño malditamente pesado así que aprovecharé eso.

Por otro lado, mi pequeño hombrecito está tan grande y hasta se ha acostumbrado a dormir en su habitación.

Un pequeño dolor en mi estómago me hace contraer y ya estoy sollozando, no sé si es la emoción o el dolor.

Trato de no desesperarme y pongo en práctica mis ejercicios de respiración que aprendí en mis clases de pre-mamá.

Cuando finalmente logro serenarme, pongo el tocino en mi plato y con un poco de kétchup ya está listo para ser devorado por mí.

Gimo de placer cuando termino de comer mi primer bocado. Diablos, esto es tan malditamente rico.

"No me lo puedo creer." Escucho su voz acompañada de una risa. "Tú..." Dice y me ve con una sonrisa divertida.

Ruedo mis ojos y mis mejillas se tiñen de rojo, lo puedo sentir.

Jodidamente atrapada.

"Sólo callate." Digo quejosa.

"¡Cariño!" Me sonríe una vez más y se ríe a carcajadas.

Estoy preparada para el bullying.

"Me gusta, ¿vale? ¡Esto es malditamente rico! ¡No lo puedo evitar!" Me excuso llevando otro pedazo a mi boca.

Se acerca hacia a mí y apoya su cadera sobre la isla, mirándome divertido.

Y es ahí cuando me percato de que no lleva sudadera, y va con todo su cabello desordenado, mmm...sexy.

"Tú odias el cerdo. Lo odias con todo tu ser." Enarcaja sus cejas, riéndose una vez más.

"Pues, fíjate que he estado comiendo tocino en tu ausencia desde hace siete meses. Lo siento, yo..." Me confieso algo culpable.

Suelta una carcajada que hace que suelte una risa yo también. Entonces viene hasta a mí y me envuelve en sus brazos y deja un beso en mi frente.

"Eres una tonta. Sabes que no me molesta que lo comas, a mi familia tampoco." Me da una sonrisa y besa mis labios por su segundo. "Puedes comer todo lo que tú quieras. Voy a la cama, te espero ahí." Me besa una vez más y cuando se da la vuelta, he quedado satisfecha y no tengo más hambre.

Le doy un largo trago a mi vaso de agua antes de hablar.

"Nene, venga... ¿dices que puedo comer todo lo que yo quiera?" Se da vuelta confundido por el tono de mi voz.