Árbol de mandarinas;;

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Como a Christopher no le gusta desayunar en casa, decidió ir a una cafetería cerca de esta.
Betti's era una de sus cafeterías favoritas, ya que los precios de los cafés son bastantes económicos.

Pidió un té tamaño mediano para llevar, quería llegar a tiempo para la preparatoria.
Para el, llegar tarde es un pecado que no debía de cometer, era bastante estricto con el tema del horario.

Al llegar a la preparatoria, se dirigió a su clase de castellano; Saludo al profesor Ericsson, y se dirigió a su asiento.
A comparación de cualquier adolescente, que en ese momento tomaría su teléfono, Christopher saco su libro nombrado "Castellano séptimo año"  y se puso a repasar las hojas de este.
Con el tiempo empezaron a llegar los demás estudiantes, y comenzó la clase.

. . .

Al salir de castellano, se dirigió al patio de la preparatoria, este era invadido por; jugadores de fútbol a la izquierda, chicas presumiendo por la derecha. En algunos rincones estaban los bully de la escuela, y en otros los nerds. Por otro lado los skaters, y emos, al igual que algunas chicas amantes de las boy's band cantando algunas canciones. Resumidamente, muchos y muchas adolecentes. . . Uno más diferente que el otro.

Christopher, no estaba incluido en ninguno de esos grupos. El era como como un grano de arena en ese lugar, no tenía ni la más mínima importancia.

el le daba relativamente igual, pero cuando. . .

—¡CHRISTOPHER!— Diablos, pensó el pelinegro —Tanto tiempo pequeño, te extrañe este fin de semana, aunque no lo creas.

Wow, grandioso Bennet. . . ¿Sabes? yo no te extrañe, y dudo hacerlo algún día.  Ahora puedes irte.-— Dijo este apartando al rubio que se subió a sus hombros.

Si, Christopher no tenía buen carisma a simple vista.
Aunque Bennet sea su compañero hace más de un año, sigue tratandolo como si fuera la persona que más odia en el mundo.
De igual manera, Christopher no lo sentía así, el quería a su amigo, pero nunca mostraba ni la más mínima sonrisa hacia el.

—Que carácter te llevas, en fin. . . Ven, te quiero mostrar algo.

—¡Espera. . .!

Antes de que Chris pudiera reclamar, ya era llevado por la mano de su amigo, el cual, no paraba de correr.

— Bennet donde mierda me llevas. . . ¡Joder no corras!— Gritaba mientras trataba de no caerse por lo rápido que corría su amigo.

—¡Corro para que lleguemos más rápido, enano!— Menciono en contrario mirando a su amigo con una sonrisa.

—Porque no cierras el cu. . .

—No digas malas palabras, niños como tu no deberían de decirlas. — Bennet lo interrumpió.

Christopher prefería no hablar, antes de estar discutiendo con Bennet.
De igual manera, el se reía por dentro de la estúpida discusión.

Después de unos 5 minutos corriendo,
Bennet llego con Christopher al lugar que quería.
El pelinegro se agachó, posando sus manos en las rodillas, tomando bocanadas de aire. Estaba exhausto, para su delgado cuerpo el correr por dos minutos ya era una locura, pero 5 minutos corriendo a todo lo que daba, era como morirse en el acto.

—Parece que te mueres enano, vamos. . . sólo fueron menos de tres metros.

—¿Menos de tres metros? siento que corrí más de cinco kilómetros.— Dijo mientras trataba de respirar con normalidad.

𝘽𝙖𝙧 𝙂𝙖𝙮- ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora