IV. I wish you.

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Sus palabras le atravesaron la entrepierna como una corriente eléctrica

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Sus palabras le atravesaron la entrepierna como una corriente eléctrica. Jungkook era un hombre acostumbrado a tomar lo que quería y cuando quería. Al tratarse de Taehyung, estaba dispuesto a contenerse como nunca lo había hecho. Pero ahora que le había arrojado aquel guante, no había vuelta atrás.

— Entonces necesitamos salir de aquí. Ahora.


A él se le iluminaron los ojos y sonrió cuando lo agarró de las solapas, urgiéndole hacia el cuarto de la plancha.


— El nido.


Jungkook se río entre dientes y lo detuvo sujetándole con firmeza la muñeca.


— Ni hablar, precioso. Para darte lo que nadie más se atrevería a darte necesitamos una cama.


Con aquella promesa colgando entre ellos, Jungkook le tomó la mano y lo guio hacia las puertas de la cocina justo cuando un mozo salía empujando un carrito vacío.Jungkook le detuvo y le puso un billete de cincuenta dólares en la palma de la mano junto con su tarjeta de visita.


— Dile a tu jefe que quiero la mejor habitación del hotel en menos de cinco minutos.


Cuatro minutos y medio más tarde estaban a solas en la Suite Ejecutiva. Los pies de Taehyung apenas rozaban el suelo mientras Jungkook cruzaba la habitación cubriéndole la boca con la suya en actitud posesiva.Sostenido entre sus brazos, Taehyung captó el mareante girar de la habitación por el rabillo del ojo un instante antes de que sus hombros dieran contra la tela de damasco de la pared.


Oh, Dios, sí.


Estaban a escasos metros de la cama, pero Jungkook lo había colocado contra la pared. Con el corazón latiéndole con fuerza, se agarró a la tela de su camisa mientras se abría al lento embestir de su lengua gimiendo. Su cuerpo cobró vida ante la certeza de que aquello era real. No era una fantasía ni una pantomima. Todos sus sentidos se intensificaron y se centraron en el sabor, el tacto y el olor de Jungkook.


El sonido de su respiración.


La mirada hambrienta de sus ojos cuando se deslizó hacia su cuello, devorando el punto sensible en el que se le unía con el hombro. Le cubrió los pezones con las manos en una suave caricia y luego le agarró la tela de aquel fino traje para bajárselo y dejarle los montículos suspendidos sobre el montón de tafetán. Gimiendo de satisfacción masculina, Jungkook colocó la boca sobre uno de sus pezones y luego sobre el otro.

A Romantic Proposition- JJK/KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora