VII. From lovers to friends

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Eran casi las dos cuando sonó el timbre

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Eran casi las dos cuando sonó el timbre. Desde que volvió a casa, Taehyung se había pasado la  mayor parte de lo que quedaba de mañana tratando de no pensar en Jungkook  y en lo que pasaría cuando volvieran a verse. No sabía cómo se pasaba de amantes a amigos y qué necesitaría para que su cabeza dejara de imaginar situaciones en las que acababa otra vez en sus brazos.

No podía permitirse pensar en algo así. Pero ahora Jungkook estaba abajo, en su puerta. Y todos los pensamientos que había logrado ignorar de un modo tan efectivo la estaban bombardeando de nuevo.

Pensamientos como que pasar la noche juntos había sido un error. Una imprudencia. Y que podría haber cambiado de manera irrevocable sus sentimientos hacia él. Podría haber puesto en peligro su amistad.

Su ansiedad aumentaba a medida que descendía por las escaleras hasta que abrió la puerta de la calle y lo vio, vestido con unos vaqueros desteñidos y un polo, y se quedó sin respiración ante el enorme ramo de rosas amarillas que le estaba ofreciendo.

Taehyung se llevó una mano al cuello porque la emoción amenazaba con ahogarlo. Le había llevado las flores de la amistad. La perfecta transición de la noche anterior al presente. Un recordatorio del cariño que había entre ellos.

—Oh, eres estupendo—dijo sacudiendo la cabeza maravillado.

—¿Qué clase de recibimiento es ése para tu amante secreto? —preguntó Jungkook sonriendo—¿No deberías mirar a tu alrededor con desconfianza y hacerme entrar antes de que alguien nos vea aquí?

 —Así que hemos vuelto a la farsa, ¿verdad?—Taehyung trató de mantener la sonrisa que se le había asomado a los labios cuando abrió la puerta y se cruzó de brazos—. Estás disfrutando demasiado de esto. 

Jungkook inclinó la cabeza como si estuviera pensando en lo que le había dicho y luego se encogió de hombros.

—Puede que tengas razón, pero es una buena forma de alimentar mis fantasías. Actuemos como si hubiera una multitud observándonos y un hombre hermoso estuviera dispuesto a obedecer todas mis órdenes.

Lo consideraba un hombre  hermoso. Taehyung hizo un gesto exagerado de mirar hacia ambos lado de la calle antes de agarrar a Jungkook por la camisa para hacerle cruzar la puerta.

—¿Lo he hecho bien?—le preguntó guiñándole el ojo con picardía.

Jungkook guardó silencio unos segundos, y luego preguntó:—¿De verdad estás de acuerdo con esto?

—Lo estoy. Pero antes de que tentemos al destino con otro recibidor, mejor subamos.Jungkook  asintió y frunció el ceño mientras miraba a su alrededor. No había brillo ni oropel. Sólo un suelo antiguo de cerámica. Un pasamanos desgastado que rodeaba una sencilla escalera.—Pensaba que vivirías en el ático de algún rasca cielos. Un lugar rodeado de guardias de seguridad y cámaras. Este sitio no es lo que yo me esperaba. 

A Romantic Proposition- JJK/KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora