• Cita •

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Leonardo 💙

–¿Cómo van las patrullas? – preguntó aquella chica de cabello castaño oscuro, quién estaba sentada muy cerca del mutante. Estaba apoyando su cabeza en el hombro del masculino, para ser exactos.

–Ya sabes que Destructor es necio, al parecer jamás se rendirá – Suspiró el líder–. Tuvimos una dura pelea con él, pero lo debilitamos lo suficiente como para que no nos moleste una semana.

–¿Y se puede saber por qué no me dejaste ir?

–Número uno, estabas cansada por amanecer te estudiando – _____ rodó los ojos– y número dos, Splinter todavía no te da el rango de kunoichi.

–Ya que...

–No es tan malo – Susurró en su oído–, así puedo entrenar contigo.

_____ rio.

–Bueno, al menos tienes tiempo libre ahora.

–Cierto...

–¿ Y qué tienes en mente? – Tomó la mano de su novio y jugó con sus dedos– ¿Una maratón de Héroes Espaciales? ¿Noche de pizza con tus hermanos?

–Son muy buenas ideas, linda, pero ya me había decidido por algo.

La chica giró su rostro para verlo, curiosa por saber la idea.

–Oh, ¿y qué es?

–Pues, verás – Se rascó la nuca mientras giraba lentamente a verla, delatando un minúsculo rubor–... ¿te gustaría tener una cita conmigo?

Las mejillas de _____ tampoco pudieron evitar encenderce, aunque no parecía sorprendida, mas bien estaba muy alegre.

–Claro que sí, intrépido líder.

–Perfecto – Sonrió de igual manera–. Yo me encargo de todo, lo único que necesito es que me esperes en la puerta de tu casa a las 8, ¿de acuerdo?

–Dalo por hecho – La chica se levantó, pues tenía trabajos pendientes que terminar. Ustedes saben, el precio a pagar de cada estudiante. Depositó un corto beso en sus labios y se dirigió a la puerta del dojo, no sin antes despedirse adecuadamente–. Te estaré esperando.

Ni bien _____ abandonó el lugar, Leonardo no pudo evitar en apoyar su antebrazo en la frente, mostrando una sonrisa de enamorado a la nada.

–Será mejor que hable con Donnie.

Las horas pasaron. _____ estaba contándole por mensaje todo lo ocurrido a Abril, quién no dudo en darle ánimos para el resto de la noche.
Si vista se fijó en el reloj digital de su pantalla, se despidió de la pelirroja y puso manos a la obra.

De su armario sacó prendas cómodas para vestir. Optó por un suéter gris, el cual estaba acorde con su figura, también se puso unos jeans azules y unas balerinas negras. Fue hasta el baño, se cepillo el cabello y prefirió dejarlo suelto. Le llegaba hasta la mitad de la espalda. Se colocó unos pendientes plateados, obsequio de su madre en su anterior cumpleaños y se admiró por última vez en el espejo que tenía colgando en su pared.

–Espero que le guste.

De hecho, aún no sabía cómo es que él vendría a su casa.

¿Debería esperarlo en le escalera de incendios? ¿En su tejado?

Tuvo que dejar de formularse preguntas al escuchar un claxon con melodía conocida. Se asomó por la ventana y vio el Tortumóvil estacionado en su puerta.
No dudó más y bajó corriendo las escaleras, salió cerrando la puerta a sus espaldas y tocó el metal del transporte.

La puerta se abrió, dejando ver a un Leonardo sin palabras, mirándola de pies a cabeza con una sonrisa notoria. Le extendió la mano para ayudarla a subir y ella aceptó gustosa.

–Aún no entiendo cómo logras verte hermosa siempre – dijo para tomar su posición en el asiento de piloto.

–Podría decirte lo mismo – La tortuga miró de reojo a su novia, que se sentaba a su derecha–...bajo cualquier circunstancia, siempre logras verte atractivo.

Dicho coqueteo le proporcionó un escalofrío por toda su espalda. Sacudió su cabeza y no perdió más tiempo; pisando el acelerador, partieron hacia un lugar desconocido...bueno, al menos para _____.

Dando giros y subiendo pequeñas colinas, llegaron a una en específico.

Al bajar, la chica pudo apreciar lo bien decorado que estaba. Luces amarillentas colgando de los árboles, una manta de picnic en el césped, una canasta con comida y, por último, una perfecta vista de la luna.

–Leo...

El mencionado se acercó por detrás de su pareja, sostuvo sus hombros y besó su mejilla.

–¿Te gusta?

_____ giró todo su cuerpo, para encontrarse así con el rostro de su mutante.

–Me encanta – Leonardo iba a decirle algo, pero terminó callado por unos labios. Fue un beso que lo tomó desprevenido, pero que no dudó en responder.

Pasaron la noche conversando de anécdotas, riendo de la mayoría de ellas, degustando la comida que sí, nuestro intrépido líder preparó y admirando el panorama que les proporcionaba la noche.

Estaban recostados en la manta, mirándose a los ojos. Las ganas de hablar se fueron, ahora solo querían admirarse. El mutante extendió su mano a la cintura de su pareja, atrayéndola más, luego –con la misma mano– repartió caricias en su mejilla derecha, provocando que estas se enrojecieran al simple tacto.

–Eres tan – Se quedó en silencio por un segundo–...hermosa...

–Leo, si me sigues diciendo eso, mis mejillas van a explotar – comentó _____ con una mirada burlona.

–Lo sé – Le dedicó la misma mueca–, es mi venganza por lo que me dijiste en el Tortumóvil.

La femenina lanzó una risa.

–No puedo creerlo – Rio de nuevo –. Leonardo, el intrépido líder, ¿le pone nervioso un simple coqueteo?

–¿Simple? Para tu información, linda, mo recibo el atributo de "atractivo" todos los días.

–Pues, deberías.

Leonardo volvió a pasar inadvertido ante tales halagos, por lo que no pudo contener que la sangre subiera a sus mejillas.

–Oh, solo mírate – _____ tocó la nariz de su novio con su dedo índice–. Eres un tomate mutante.

El líder frunció el seño, aún con sus rojas mejillas.

–Bueno, ya – Suspiró–...pero, gracias por la cita. De verdad, me gustó mucho.

–Lo mejor para usted – Adoptó una mirada de galán–, futura señora Hamato.

Y así, tal y como le había advertido, las mejillas de _____ explotaron...de amor.

–¡Leonardo!

Este no pudo evitar reír. Era la mejor noche, en el mejor momento, con la mejor persona de su vida.

•TMNT• Type Of BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora