DREAM GLOW (SasuNaru)

17

El silencio abundaba en el automóvil, Naruto estaba en el asiento del copiloto mirando a la ventana mientras que Jiraya y Shikamaru estaban en el asiento trasero mirando algunos libros.

El camino era largo, ¿Quien diría que estaría tan alejado de la ciudad? Parece que demorarían al menos unas cuatro horas en llegar, bueno era algo ganado ya llevaban una hora.

-Puedo poner algo de música ¿Verdad?- pregunto el rubio con algo de aburrimiento.

-Claro, solo que no sea muy ruidosa- Contesto Sasuke con la mirada fija en la carretera.

Así transcurrió el tiempo hasta que llegaron a un lugar con algunas casa expandidas por diferentes lugares

Sasuke estaciono el auto y todos bajaron mirando el paisaje, era un lugar un poco solitario, si no fuera por las luces de las pequeñas casas encendidas.

Empezaron a caminar hacia una casa más alejadas de las demás, Sasuke se apresuro a tocar la puerta, en vista de que no habría nadie Sasuke saco una llave de la pequeña planta al lado de la puerta, así se adentraron a ese lugar, cuando entraron no era como se imaginaban, el espacio estaba lleno de diferentes plantas que se veían bien cuidadas, todos estaba muy sorprendidos del aspecto del lugar a excepción de Sasuke.

—El está por aquí, solo no lo molesten mucho— señaló Sasuke a una habitación para proceder a abrir la puerta, encontrando así a un pelinegro sentado hablándole a una foto.

El contrario volteo a verlos así que rápidamente escondió la foto en un cajón y se levantó para empezar a hablar.

— Sasuke ¿Que haces aquí?, Hace tiempo que no me vienes a visitar y sobre todo con otras personas — remarcó mirando a sus compañeros

Naruto•

Estaba un tanto nervioso, parecía que los Uchiha siempre tenían que dar miedo, me acerque y me presenté.

—Mucho gusto en conocerlo, soy Naruto Uzumaki amigo de Sasuke.

—Entiendo, pues mucho gusto yo soy Obito Uchiha, tío de Sasuke— Eso me dejó un poco sorprendido, Sasuke solo nos había dicho que era un familiar.

—Yo soy Shikamaru Nara un gusto.

—Jiraya— Dijo con simpleza, después de las pequeñas presentaciones los demás se quedaron hablando un poco con el señor Obito, mientas que yo buscaba algún indicio de marcas malditas.

No sé por qué nos trajo a este lugar, pareciera que el señor Obito es una persona normal o eso pensaba hasta que tropecé con una maceta por lo cual me caí y la rompí, todos fueron corriendo a ver qué había pasado, me ayudaron a levantarme pero recibí un golpe en la mejilla.

—¡¿Como te atreves a tocar mis cosas?! — un golpe tras otro, mis amigos lo trataron de quitar de mi pero el me seguía pegando, podía ver cómo la rabia lo consumía al igual que la tristeza, decidí que lo dejaría desahogarse, los demás parecieron entenderlo así que se apartaron, el eventualmente dejo de golpear empezando a derrame lágrimas, yo solo me senté y lo abraze, le di palmadas en la espalda.

— Todo estara bien, sé que no somos conocidos pero puedes contarme.

El me miró, y decidio contarme lo que había provocado tanta tristeza.

— Yo era un niño problemático, siempre me iba mal en la escuela siempre me la pasaba asi, hasta que conocí a Rin era la persona más bella a mis ojos, simplemente la amaba, era amable con todos entonces eventualmente empezamos a salir, cuando nos graduamos nos casamos, no hubo un día en que me repitiera a mi mismo lo afortunado que era por tenerla a ella, la casa estaba llena de plantas, flores cosas que no me gustaban pero por ella las aceptaba, pero la vida es cruel y no es un cuento de hadas, ella volvía de su trabajo en la tienda cerca, ese día no fui por estar haciendo la estúpida cena, no sabía que unos criminales estaba en el pueblo, la siguieron y la mataron para sacarle el maldito dinero, por unas malditas monedas me quitaron al amor de mi vida.

— Debió ser muy difícil — lo abraze más, — Se lo que es perder a un ser querido, mis padre murieron en un accidente y cada día me arrepiento de no haber ido con ellos — el me miró y se acercó Shikamaru.

—Las personas a veces nos tienen que dejar, ha de ser difícil todo lo que pasó— Shikamaru le palmeo el hombro.

—No sé cómo vivir con la culpa de no haber ido con ella, si lo hubiera echo tal vez no la hubieran seguido, o la habría podido defender, pero en vez de eso me quedé.

— No es tu culpa, las cosas pasan, no sabías que iba a pasar, la culpa la tienen la avaricia y codicia —Agradeci a Shikamaru por sus palabras.

El señor Obito salió a tomar aire, todos estábamos revisando la casa hasta que un sonido de afuera se adentro a nuestros oídos.

El señor Obito no estaba, Mierda y más mierda, se lo llevó en nuestra cara.