☆☆ Sweet Love ♡One-Shot

Satoru no estaba seguro de cómo empezó, lo único que sabía es que desde la llegada de Yuji a su vida las cosas eran diferentes, se vio a si mismo prestado más atención al chico de la debida. Al principio creyó que era normal ya que se trataba de su alumno, sin embargo, poco a poco notaba el deseo incontrolable de estar al pendiente de él, ver su sonrisa, ante algún logro, o sin pensarlo acercarse a consolarlo cuando estaba decaído. El día que lo creyó muerto su corazón se rompió en mil pedazos y una ira explosiva salía sin control si no fuera porque Shoko lo detuvo él hubiera ido con esos vegetes a patearles el trasero, pensó que esa sensación era por el hecho de que el chico era extremadamente agradable y no pude evitar tenerle cariño. En el momento en que la peli rosa abrió sus ojos nuevamente no se contuvo de correr a él y abrazarlo, el poder sentir su calor era reconfortante.

Sin embrago, el día que algo hizo clic en su cabeza, fue el día en que su querido alumno, después de una batalla considerablemente difícil con una maldición de primer nivel, Yuji no solamente había quedado mal herido, sino que había cambiado de cuerpo, ahora ya no era su lindo alumno ¿tendría que llamarlo mejor dicho linda alumna?

Fue en ese momento Gojo entendió que no solamente sentía un ligero cariño hacia ese que era su estudiante, sino que realidad estaba ridículamente enamorado de su alumno. A pesar de su cambio de cuerpo seguía con la radiante sonrisa, esos ojos color miel tan hermosos y su cabello rosado como el algodón, en definitiva seguía siendo Yuji no importa como lo viera.

La primera vez que lo vio después del accidente no lo pudo distinguir ya que la mayor parte de su cuerpo se encontraba vendado. Sin embargo, su vos definitivamente era mucho más suave, cuando se quitaron las vendas fue cuando realmente lo pudo ver bien, era mucho más bajo que antes tal vez un poco más que Mika, su cuerpo era esbelto y muy bien formado, unos pechos que rebotaban al andar y una cintura que hacía ver más prominente su trasero, junto con esas piernas largas como modelo. Al darse cuenta hacia donde estaban llevado sus pensamientos se reprendió, era verdad que él era un hombre, pero también un caballero así que se obligó a quitar la mira cuando la chica se estiró y su diminuta bata de hospital se levantaba arriba de sus muslos solo cubriendo lo indispensable.

Shoko le explico que cuando lo trajeron seguía siendo un chico y unas horas después su cuerpo comenzaba a cambiar hasta terminar de esa manera. También le dijo que no estaba muy segura de que pasaría ya que era el primer caso, era probable que el efecto fuera pasajero, pero no sabía con exactitud cuánto duraría el efecto, pero seguiría investigando para regresar a la normalidad lo más rápido posible.

Ella también le explico varias cosas a Yuji sobre su nuevo cuerpo y él estaba afuera del baño esperando a que su ahora alumna saliera. Cuando les dijo a Megumi y Nobaka ambos se veían aún más preocupados, ya que su amigo había recibido el peor daño. Sin embargo, ambos lo iban a visitar constantemente para saber de su salud, Nobaka le prestó algo de ropa y él por su parte también pidió un nuevo uniforme.

Escucha como del otro lado de la puerta hay unos golpes y una que otra maldición.

- Yuji~ estas bien hay adentro? - dijo dado un leve golpe en la puerta.

- ¡¡Si!! ¡¡No es nada es solo este estúpido sostén!!- refunfuño el rosado. El no pudo responder ya que de un momento a otro la puerta se abrió casi estrellándose contra su cara.

- Esto de ser una chica es muy difícil, a demás este estúpido sostén me aprieta- dijo el a hora chica tocándose las tetas sin pudor sobre el uniforme. - la falda no es tan incómoda, ¿cómo me veo sensei ? - dijo levantando la vista de sus pechos con una radiante sonrisa.

Él por un momento se quedó estático, el uniforme le quedaba de maravilla, sin mencionar que esa falda frustrantemente corta dejaba ver sus regordetes muslos entre la falda y resaltaba más su cadera. En ese momento se reprendió por haber elegido una falda tan corta se maldecía a sí mismo por dejar a su alumno vestir de esa manera. Después de todo Yuji sin importar su género seguía siendo atractivo.