about gods [nomin]

capítulo único: Apolo y Afrodita

Jeno llevaba el tiempo suficiente en el campamento Half-Blood para no estar en medio cada vez que algo ocurría, lo que solía ocurrir a menudo. Aunque no era un hijo de Apolo, tenía buena mano con la medicina y no tenía problema en estar entre sangre, por lo que en situaciones de urgencias lo llamaban si necesitaban algo de ayuda extra.

Lo que no esperaba, sin embargo, era un cuerpo tirado en una de sus mesas con tanta sangre que era casi imposible ver parte de sus heridas. Nunca se había sentido así de paralizado ante un problema.

Donghyuck, un hijo de Apolo, lo apartó con un golpe de cadera seco.

- De este me encargo yo. Ve a por hilo, va a necesitar muchos puntos - lo salvó de la situación. Cuando iba a salir por la puerta de la enfermería, escuchó cómo le susurraba al herido -. Jaemin, ni se te ocurra morirte, trozo de mierda.

En su búsqueda de recursos se cruzó con mínimo tres heridos más, ninguno tan grave como el que acababa de ver, pero todos en malas condiciones.

Dejó el hilo y fue a ayudar a un hijo de Ares bajo las órdenes de Donghyuck (que había sonado más bien a "no la cagues y no mates a nadie").

Estuvo moviéndose durante un buen rato: llevando néctar a los heridos, dando más suministros a los enfermeros y acompañando a los heridos a sus respectivas cabañas.

Las cosas se habían calmado lo suficiente para que en la cena no se notaran demasiados espacios vacíos. Aún así, los murmullos corrían entre las mesas.

Jeno miraba de un lado a otro sin entender nada.

- ¿Qué pasa? - le preguntó a Jungwoo, que comía tranquilamente a su lado.

Jungwoo levantó la vista de su plato sin mucho interés.

- Ya sabes cómo se ponen cuando alguien de ese talante sale herido. No es nada grave.

Antes de que Jeno pudiera preguntar a qué se refería, una cabeza morena entró corriendo, tropezando con todo a su paso hasta plantarse en la mesa de Afrodita.

- Yukhei está despierto y pregunta por ti - XiaoJun, un hijo de Apolo, le dijo nervioso.

Jungwoo se levantó al segundo y salió casi corriendo en dirección a las cabañas.

Jeno cogió del brazo a XiaoJun antes de que pudiera irse.

- ¿Qué ha pasado? - le preguntó, sabiendo que el moreno entendería su confusión.

- El protegido, lo han herido de muerte - y se fue, como si hubiera contestado a su pregunta.

Jeno terminó de comer sin hacer más preguntas, sabiendo a quién tenía que acercarse si realmente quería saber cosas. Era difícil encontrarlos, pero no había cosa que se les escapase por lo que se levantó en busca de ellos.

- Liu, ¿has visto a los ladrones? - preguntó entrando a la cabaña de Hefesto.

Yang Yang, con la cabeza metida en lo que parecía una caja de metal, no dejaba de retocar cosas produciendo una gran cantidad de ruidos chirriantes. Sacó la cabeza de la caja, quitándose las gafas de protección y apartándose el pelo de la cara, dejando una mancha de grasa a su paso.

- No pueden andar lejos. Creo que los he visto antes rondando la cabaña 1.

Sin demasiadas ganas se acercó a la cabaña 1, la cabaña de Zeus. Estaba vacía siempre, al menos desde que la hija de Zeus había decidido unirse a las cazadoras de Artemisa, por lo que el único ruido que debería escucharse es la constante tormenta que resonaba dentro de la cabaña. Y sin embargo, si afinabas el oído, podías escuchar unos murmullos salir de dentro.