Devuelta al infierno

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Desperté en una cama del hospital asustado y consternado, no recordaba lo que hacía pasado, lo ultimo que recordaba era que Bakugo me torció el brazo y crujió después vi todo negro, me mire el brazo y estaba con un yeso, no sabía cómo reaccionar si llorar por la impotencia de no haberme defendido bien o sentirme bien por haber intentado defenderme, pero algo era seguro eso era que perdí.

Me empecé a levantar y me senté en la camilla y me di cuenta que mi mamá estaba dormida apoyada en la camilla, mire la habitación para intentar saber qué día era buscando un reloj, cuando lo encontré me di cuenta que era ya era el día siguiente.

Mire a mi mamá que tenía su ropa de trabajo aún puesta, supongo que después del trabajo vino directamente aquí.

La desperté y ella me abrazó muy fuerte, me dijo que estuvo muy preocupada porque yo no despertaba, me quejé un poco por el yeso, ella se separó y se disculpo por apretarme muy fuerte.

Poco después llegó el doctor, habló con mi mamá de algo que no logré escuchar y luego hablo conmigo, me dijo que tenía una fractura lineal en el radio y en el cubito, que tendría que estar con el yeso de 1 a 2 meses y que tuviera cuidado al mover el brazo.

Al parecer me operaron en el tiempo en que estuve desmayado, eso explica porque desperté un día después.

Me incomodaba el yeso porque me restringía el movimiento del brazo, ademas que soy diestro y no podría escribir en la prepa-no hay de otra tendré que ser ambidiestro- pensé , ya que no tengo amigos a cual pedirle los cuadernos.

Seguía pensando en que podía hacer, pero mi mamá interrumpió mis pensamientos -me dijeron que Bakugo te había roto el brazo, ¿me podrías explicar cómo sucedió?- pregunto mi mamá preocupada, yo solo intentaba encontrar las palabras correctas.

-me peleé con el- dije apenado y preocupado por la reacción de mi mamá, pero ella se veía consternada, preguntó él porqué, yo le conté todo, desde que él me hacía bullying hasta que yo lo ocultaba por ella, ella se puso a llorar por todo lo que tuve que aguantar por ella, se disculpo por nunca haberse dado cuenta y por darme esa carga, yo solo me dediqué a acariciarla para relajarla.

Después de que me trajeron el almuerzo recibí una llamada, era de mi papá, el me estaba llamando preocupado, me dijo que recién le había llegado el mensaje de mi mamá hablándole de lo que me pasó.

Le expliqué que me pelee con Bakugo y que perdí, el me felicitó por defenderme y por no dejarme intimidar, también que cuando llegara íbamos a entrenar combate para que la próxima pelea la gane yo.

Llegó el viernes y por fin me dieron el alta, fuimos a la casa y mi mamá me preparo mi comida favorita.

Ese tarde fue silenciosa, pero no incómodo, lo único raro es que mi mamá hablo mucho por teléfono y eso era raro.

Cuando termine de comer me dirigí a mi cuarto y me recosté en la cama, mire por unos minutos el techo hasta que me quede dormido.

Desperté en la madrugada por un dolor agudo en el brazo y algo de picazón, me empecé a desesperar al notar que ni el dolor ni la picazón parara, al poco rato llegó mi mamá por mis quejidos, le explique la situación y se fue a buscar algunas medicinas que me recetó el doctor.

Mi mamá me dio las pastillas y me acompaño hasta que me volví a dormir.

Me desperté y mi mamá me traía el desayuno, ella había pedido una algunos días de vacaciones para poder cuidarme, yo por otra parte tenía licencia médica hasta el martes de la otra semana, así que tendría que volver a ese lugar donde a nadie le importo el miércoles.

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