Salvados por la vagina

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Nos habían llevado a una zona boscosa, por un momento creí que nos matarían o nos robarían y nos dejarían ahí tirados. Cuando se detuvo la patrulla uno de los policías nos dijo.

Policía 1 - Si quieren irse convenzan a su amiga para que nos haga un favorcito 

Raúl - ¿Qué clase de favor?

Policía 2 - Ya sabes, tu amiga está bien buena, que se deje coger y se pueden ir


Sin tener que decir nada Carmen volteo a vernos y con una sonrisa asintió con la cabeza. Los dos policías y Carmen bajaron de la patrulla, le quitaron las esposas y la ropa, y sin tener que obligarla se puso de rodillas, se amarró el pelo y comenzó a chupar los miembros de los dos uniformados, quería hacerlos terminar tan rápido que empujaba los dos penes de ellos hasta el fondo de su garganta ahogándose.

De pronto el policía más joven la levantó y la puso sobre el cofre de la patrulla y comenzó a cogerla, desde el asiento de atrás podía ver cómo sus pechos brincaban sobre el cofre cada que el policía la penetraba, el otro policía que no quería quedarse fuera se la quitó, abrió la puerta del copiloto y la acostó en los asientos, la puso boca arriba, la abrió de piernas y al igual que si compañero empezó a cogerla rápidamente. Del otro lado donde va el piloto el otro policía abrió la puerta tomó su miembro y se lo puso en la boca a Carmen mientras era cogida por el policía más viejo, uno por el culo y otro por la boca.

Al ver esa escena mi pene fue endurecido que comencé a masturbarme aún estando esposado. Quiero pensar que le caemos bien al policía más joven ya que cuando me vio hacer esto abrió mi puerta y nos dijo.

Policía 1 - ¿Bájense, se quieren unir?


Martin y yo bajamos, nos pusimos a un lado de la patrulla junto al policía más viejo, Carmen se levantó de los asientos, se puso frente a nosotros que estábamos ahí parados en fila con los penes al aire y como si fuera una porno Carmen iba chupándonos mientras el policía joven se la estaba cogiendo por detrás. Primero fue el más joven, después el más viejo, después Martín y al último yo, cada uno tuvo su oportunidad de cogerla mientras ella se la chupaba a los demás.

Ya cuando estábamos a punto de terminar el policía más viejo la tomó y la sentó enfrente de nosotros que hicimos un círculo, los cuatro comenzamos a masturbarnos para el final eyacular sobre ella, uno a uno fuimos llenándola de leche por toda cara y todo su cuerpo, y para el gran final volvimos a poner en fila para que Carmen limpiará nuestros miembros recién deslechados.

En agradecimiento los policías nos llevaron de vuelta al parque donde nos encontraron y donde nos despedimos de Carmen, Martín nos fuimos tranquilamente cada quien a nuestra casa, al parecer Carmen se quedaría a trabajar otro poco.

 Fue rápido pero delicioso las aventuras que me pasaron aquellas veces con ella.

FIN

Una putita llamada CarmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora