Buscando putas

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Así pasaron algunos días hasta que Martín me llamó y me dijo que si quería ir con él a buscar prostitutas, le dije que sí pues desde ese día con Carmen había estado muy cachondo. Fuimos a un lugar que es un parque pero que en la noche las prostitutas usaban para vender su cuerpo, me dijo que nos separamos para encontrar algo así que tomamos caminos separados.

Cuando llegue a una banca que estaba bajo un árbol vi a una mujer sentada, traía poca ropa; una falda corta, un sostén, tacones rojos de punta y se le miraban unas piernas grandes y gordas, con una voz suave y familiar me dijo -¿buscas algo de acción?-, cuando volteo la cara hacia mí vi que era Carmen, sorprendido y un poco feliz me senté con ella y le pregunté que qué hacía ahí, me dijo que aparte del table dance, también trabajaba como prostituta.

Carmen - ¿Quieres terminar lo que empezamos en el table?

Raúl - Si


Me acerqué a ella, comencé a besarla y acariciar sus nalgas, estaban igual de deliciosas que la vez pasada, ya estaba con el miembro de fuera cuando llegó Martín y me dijo.

Martín -¡Mendigo, tu ya tienes a la tuya y yo todavía no!


Al escuchar eso Carmen volteo a verlo, lo tomó del brazo y lo sentó en la banca, desabrochó el cuello de su camisa y comenzó a besarlo mientras que a mí con una seña me dijo que levantara su vestido al mismo tiempo que tomaba mi miembro y jugaba con él, ya cuando sintió que estaba duro en su totalidad levantó su trasero hacia mí, subió su vestido hasta su cintura y bajó su tanga hasta las rodillas, y como si se tratara de una correa de perro jalo mi verga con su mano metiéndolo dentro de ella.

Mi pene estaba tan húmedo de líquido pre seminal que no tuvo dificultades en penetrarla, tenía una vagina tan divina y caliente que cerré los ojos para disfrutarla aún más, sentía como mi pedazo de carne se abría paso en sus entrañas abriendo su útero húmedo y carnoso que masajeaba cada parte de mi tronco, estaba tan extasiado cogiéndola pero Martín había hecho un ruido raro que me hizo abrir los ojos de nuevo, mi sorpresa fue que mientras yo la estaba cogiendo, ella se la estaba chupando a él. Estaba a punto de terminar al verla como le chupaba y le jalaba en pene a Martín cuando un par de policías nos interceptaron, querían llevarnos por falta a la moral.

Una putita llamada CarmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora