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El suave toque de la puerta siendo golpeada, hizo que el guapo pelinegro abriera sus ojos y se levantará de la muy cómoda cama.

Ya era de mañana, el sol resplandeciente entrando por la gran ventana. Levemente frotó sus ojos y dio un cansino suspiro, quito el seguro de la puerta y la abrió completamente, dejando ver a un bajo chico pelirrosa, jugando con sus manos mientras tiene sus brillantes ojos en Jeon.

- Buenos días, Jeon. - La dulce voz del chico, erizo los vellos de Jeon. - M-me to-tome el privilegio de invitarlo a desayunar... conmigo en el jardín, a usted y al señor Kim. - Dijo sonando lo más amable y sin nerviosismo pero le fue imposible.

El pequeño pelirrosa quedó embobado en el tonificado cuerpo del pelinegro, quien solo trae puesto un pantalón deportivo, dejando descubierto una parte de la "V" en sus caderas. Ese abdomen y pectorales bien remarcados pero sin exagerar y esos grandes brazos.

Jeon no evitó ensanchar su sonrisa al ver la no tan disimulada mirada de Park.

- Sólo Jungkook. - Recordó Jeon. Las mejillas del pelirrosa subieron de tono. - Y buenos días para ti también, aceptó tu invitación. Me daré una ducha y ahora te alcanzó. - Paso sus largos dedos por el cabello rosa de Park y terminar un pequeño roce por su cuello.

El cuerpo del pelinegro fue empujado bruscamente hasta llegar a la cama y caer de espalda en ella. El ruido de la puerta lo hizo despertar del shock pero no tardó mucho para sentir un peso sobre su abdomen.

- No me provoques JungKook. - Dijo JiMin, situado sobre el mencionado. - Tú mismo lo dijiste... " Estás jugando con fuego " y tú también lo estas haciendo Jeon.

- Se lo que dije... Y te diré una cosa. - Hizo una pequeña pausa. - Ya no me importa quemarme...

Las manos de Jeon pararon en los grandes glúteos de Park, amasandolos a su gusto mientras de la boca del menor salen ahogados jadeos.
Las caderas del pelinegro se alzaron, rozando su miembro con parte de la entrada y miembro del contrario.

Un dulce gemido escapó de los esponjosos y rosados labios del chico.

- Jung... - Las manos de JiMin se situaron sobre los pectorales del mayor para ahora restregarse contra su erecto miembro.

- Oh si, bebé... Muévete un poco más... - Dijo con un gruñido.

- ¡Ah¡ Ya...ya... - Sus palabras quedaron en segundo plano cuando Jeon cambio de posición. Él ahora, arriba del pelirrosa.

Levanto la blanca playera del menor, recorrió con sus manos la delgada cintura hasta sus muslos. Jugueteó con la pretina del pantalón de Park pero antes de llegar más allá, su vista cayó en los rosados y duros pezones del chico.
El pelinegro sintió babear del deseó por succionarlos.

- ¿Qué estás esperando?. - La entrecortada voz de Park lo sacó de su deseo.

- ¿Qué cosa?. - Pregunto tontamente.

- Estoy a tu merced. - Los delgados brazos del pelirrosa se enredaron en el cuello de Jeon.

Y algo hizo "click" en la cabeza de Jeon.
Park JiMin es el esposo de su socio más importante y también hay un pasado algo turbio en la vida de él.

Hay algo poderoso en Park, que hace que lo deseé y quiera saber todo de él y no simplemente llevarlo a la cama. Una clase de hechizo que lo atrapa y enciende un fuego en su interior, solo por observar al pelirrosa y tratar de entenderlo, y protegerlo.

- Es la propuesta más llamativa que nunca antes me han hecho, - Ludio levemente sus narices. - Pero... no la aceptaré ahora.

Cuidadosamente se apartó del pálido cuerpo.
Y por supuesto, la confusión se veía claramente en el rostro de Park, pero por una parte entendía el rechazo. Jeon se veía un hombre joven y guapo, con una vida llena de lujos, llena de hombres y mujeres que estarían a su merced sin él hacer un minucioso movimiento antes. Y lo sabía, porque él también había caído.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2022 ⏰

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