Capitulo 33

106 10 5
                                    

- ¿Strea...? Oe... Strea... responde... por favor – dije sacudiendo con delicadeza el tieso cuerpo de nuestra amiga, en espera de una respuesta.

- Hiro-kun- oí decir a Asuna, girándome hacia su dirección. Es inútil... Strea-san... se ha ido – sentenció la sub-comandante.

- Pero... pero no se está desvaneciendo – respondí aferrándome a cualquier señal que tuviera. Eso significa que sigue con vida... ¿no es así?

Asuna miró a su esposo.

- Kirito, vamos, apóyame en esto... -supliqué por lo bajo.

El espadachín simplemente negó con la cabeza.

- No podemos saberlo... Strea es un caso especial en sí misma... podría ser simplemente un error en su programa lo que impide su fragmentación...

Volteé una vez más a verla. Su boca estaba entre abierta... Sus ojos color rubí, se encontraban desprovistos de toda luz y vida. Lucía bella como una muñeca de porcelana, pero inerte... como un títere al que le cortaron los hilos. Con una expresión perpetua que contemplaba al vacío.

Sin importarme más nada, comencé a llorar, al mismo tiempo que la abrazaba con todas mis fuerzas... no queriendo dejarla ir...

Sinon, Philia y Leafa se acercaron al oír la conmoción, sólo para toparse con mi figura sujetando a la inmóvil pelilavanda.

- Todo... (sniff)... Todo lo que quería... (sniff)... Prometí que cuidaría de todos aquí... (sniff)... que nadie más moriría... lo prometí...

Los presentes desviaron sus miradas, conteniendo la angustia...

Kirito se acercó y colocó su mano sobre mi hombro, interrumpiendo mi lamento. Su rostro ensombrecido por su flequillo.

- Sé cómo te sientes... pero lo único que nos queda ahora es asegurarnos que el sacrificio de Strea no sea en vano. Después de todo, aún hay un asunto con el que debemos lidiar- dijo en tono solemne, viendo hacia donde Klein y Agil acorralaban a Alberich.

En ese instante, al enfocarme en aquel sujeto, podría jurar que parte del dolor que sentía, comenzaba a tornarse en enojo, pero sobre todo en determinación.

- Si... - contesté, ahora cargando a nuestra amiga en mis brazos. - Philia... Sinon... ¿podrían cuidarla, por favor? – agregué con semblante estoico, acercándome a las mencionadas.

Ambas asintieron y sostuvieron a Strea por mí.

- Terminemos esta pesadilla... por ella – le contesté a Kirito, quien sólo resopló de manera afirmativa

- ¡¡TODAVIA NO CANTEN VICTORIA!!... – exclamó cierto paladín llamando la atención de los alicaídos espadachines. Un buen desarrollador siempre tiene un plan de respaldo y no seré la excepción. ¡¡Todos!! ¡Salgan!! – dijo Alberich desenfundando su sable, y al instante, varias figuras comenzaron a emerger de los rincones de la arena.

- ¿Creían que vendría solo? – se burló el rubio, ahora con al menos 12 asistentes a su alrededor, todos portando equipos de alta categoría.

- ¡Y que hay con eso! – dijo Klein, sin mostrarse intimidado. ¡¡Aún te superamos en número!!

Sugou se mofó, negando con su dedo.

- Cada uno de mis ayudantes tiene un avatar con niveles que superan por mucho al límite máximo impuesto por el juego. Ni con todo un ejército podrán detenernos jajajajaja

Ofuscación Nominal (SAO x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora