02

504 75 14
                                    

Los años en el arca fueron pasando, mi padre tenía cada vez menos tiempo para pasar con nosotros, pero eso no me importaba tanto ya que tenía a mi hermano a mi lado para hacerme compañía.

Vivíamos jugando a disfrazarnos o imaginábamos como sería nuestra vida en la tierra, porque si yo trataba de darle toda la información que podía para prepararlo para lo que vendría dentro de unos años.

Todo era perfecto pero como siempre lo bueno termina en algún momento y esa no fue la excepción.

Mi hermano comenzó poco a poco a apartarse de mi, nuestro tiempo juntos se fue reduciendo hasta que solo nos veíamos en la cena si es que no se quedaba a comer con la familia de clarke.

Me convertí en un adorno más en nuestra casa, solo se acordaban de mi presencia cuando necesitaban pedirme ayuda con algo, sino era invisible para las dos personas que más me importaban.

Por varios meses estuve muy deprimida por esto, no quería comer y ya no disfrutaba leyendo mi tablet, mi único escape era imaginar mi vida anterior y que cosas hubiera cambiado si tuviera la posibilidad.

Hasta que decidí dejar de lamentarme y comenzar a prepararme para el futuro que nos esperaba.

Mientras mi familia no estaba aprovechaba el tiempo para escaparme por los conductos de ventilación, tenía 7 años y un cuerpo que podía caber perfectamente en él.

Conocí muchos secretos de diferentes personas, pude ver a otros niños y encontrar un lugar donde había cápsulas de escape viejas pero además con un espacio perfecto para entrenar sin que nadie me descubra ya que estaba en la parte olvidada del arca.

Ahí comencé a poner mis conocimientos adquiridos en esta vida y en la anterior.

Antes de reencarnar en este lugar vivía en un mundo apocalíptico, tenía 15 años cuando el planeta se vio afectado por una gran pandemia que acabó con la vida de millones de personas.

Todo comenzó con un simple virus en una parte de China el cual rápidamente comenzó a expandirse por todos los continentes, los síntomas eran parecidos a la gripe por lo que muchos no le tomaron importancia hasta que fue demasiado tarde.

El virus fue llamado Covid-19, causó la muerte de miles de personas causando el pánico en el mundo, cuaretenas comenzaron a implementarse rigurosamente en varios países otros no le tomaron la importancia necesaria, el primer año todo el mundo se cuidaba pero luego se fueron relajando cuando las vacunas comenzaron a circular, las personas ya no se cuidaron como debería y se olvidaron poco a poco lo que este virus hacía.

Ese fue el mayor error para la mayoría, la segunda cepa comenzó y esta no perdonó a nadie, el virus antes conocido como covid-19 mutó por lo que las vacunas solo sirvieron para los primeros cambios hasta que en un momento se volvieron inservibles, solo se salvaron aquellos afortunado que tuvieron la bendición de que sus cuerpos se adaptaran y su ADN cambiará.

La sangre de estos pocos sobrevivientes poco a poco se volvió negra como la brea, yo fui una de ellos, mientras mis padres y mis parientes fueron aniquilados por la pandemia.

Las ciudades sucumbieron al caos cuando varios de los gobiernos desaparecieron, muy pocos países lograron mantener la calma y el equilibrio. Desafortunadamente yo quedé atrapada en uno de los países salvajes, ese fue el nombre que nos dieron los demás, éramos salvajes que habían vuelto poco a poco a la edad media donde solo los más fuerte sobrevivían.

La supervivencia del más fuerte.

Recuerdo que cuando todo comenzó a suceder me hizo acordar mucho a la serie de los 100, quien sabría que luego de morir terminaría  aquí y no en un lugar donde pudiera vivir en paz.

Pero pensándo el lado positivo mi experiencia anterior me ayudaría en esta nueva travesía, solo debía entrenar duramente hasta que el momento de actuar llegará.

¿Yo en the 100?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora