Sassy bitch ➻ Mewgulf.

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El chico de ojos felinos le hacía justicia a su username en la aplicación. Sassy bitch lo describía a la perfección. Una actitud altiva y acomodada a su preferencia, sumado a eso su belleza física y lo sexualmente atrayente que era, Mew pensó que Sassy era demasiado suave para él...

El zorro pelirrojo tampoco había pasado por alto aquel aroma tan dulce que emanaba del bonito felino. Una mezcla de fresas y chocolate, algo que dejaba muy en claro que se trataba de un omega. De no ser por aquel olor, Mew hubiera pensado que se trataba de un beta muy ardiente, dado que a pesar de ser físicamente hermoso, no era el típico estereotipo de omega que se conocen. El chico tenía una estatura oscilante a la suya, unas piernas magras y torneadas y una personalidad tan imponente como si de un alfa se tratara. Aquello había terminado por volver loco al zorro pelirrojo, puesto que no gustaba de los omegas débiles y sumisos.

Observo atento como el caliente omega se cruzaba de piernas frente a él, dejando un lapso de tiempo preciso para que el zorro pudiera ver el bulto palpitante entre sus piernas marcado en el ajustado pantalón de cuerina.

Mew tragó saliva y desvió la mirada hacía la pista de baile, temiendo mirar más de la cuenta y no poder controlar sus instintos alfa.

— ¿Estás nervioso? — preguntó el coqueto omega, dejando ver sus afilados colmillos a través de una sonrisa socarrona.

Mew quiso liberar sus propios colmillos como una invitación sexual, algo que normalmente hacían los zorros de su naturaleza alfa, pero su timidez le frenó.

—... N-no tanto — mintió.

¡Claro que mentía!

¡Estaba jodidamente nervioso con su sola presencia!

El felino de ojos rasgados río ante su respuesta, algo que dejaba clarísimo que no le había creído.

¿Y qué si estaba nervioso?

Tal vez para los demás resultara algo normal quedar para conocerse con desconocidos, pero para él era algo totalmente nuevo y no tenía porque ocultar sus nervios.

¡Si, estaba nervioso! ¿Y qué?

— Relájate, por favor — pidió el omega, guiñandole el ojo en forma tranquilizadora. Entonces Mew sintió el olor de las feromonas que el omega había liberado para tranquilizarlo, y no pudo estar más agradecido.

— Honestamente si estoy nervioso — confesó, y obtuvo una mirada atenta, incitándole a seguir —. Yo nunca había hecho algo como esto, y aunque para ti puede que sea normal, para mi es algo totalmente nuevo y no se como comportarme en primer lugar — soltó, y bajó la cabeza decepcionado de si mismo por su actitud aguafiestas.

Esperaba que el omega se burlara de él y se marchara en busca de un alfa dispuesto a todo, pero contrario a ése pensamiento obtuvo un apretón cariñoso en la rodilla, lo que le obligó a levantar el rostro y encontrarse con una bonita sonrisa llena de sinceridad.

Aquello sólo terminó por descolocarlo un poco.

¿Por qué no se había ido aún? Estaba claro que un alfa inexperto como él no era una buena compañía, sin embargo, y pese a sus propios pensamientos, Mew en el fondo no quería que el lindo omega se marchara.

— Para ser honesto, ésta también es mi primera vez haciendo esto — dijo en un susurro. Uno que no pasó desapercibido para el zorro pelirrojo —. Verás, tengo algo que confesarte.

Mew lo miró lleno de confusión mientras el omega jugaba nerviosamente con sus dedos.

— ¿Qué sucede? — inquirió el alfa con temor.