¿You like me? ♥︎ TamaDeku.

O7

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Aproximadamente habían pasado unos cinco minutos, Izuku no podía evitar sentirse enojado, ya que sus amigas lo estaban ignorando, aparte de que estaban hablando con el de lentes y el pelinegro, pero podía ver en la cara de los mismos que se encontraban nerviosos.

— Midoriya.

— Todoroki-kun, ya te estabas demorando — Hablo el peliverde, suspirando.

— ¿Ah?, solo pasaron cinco minutos — Dijo —  Y, ¿De que se supone que estan hablando?

— ¡Ah, Todoroki-kun, me han estado ignorando desde que las chicas vinieron, y además no se de que están hablando, diles algo! — El peliverde movía de un lado a otro al bicolor, cual no había entendido nada de lo que había dicho Midoriya.

— No entendí nada de lo que me dijiste.

— ¡Todoroki-kun! — Se quejo el ojiesmeralda.

De repente, una de las chicas hablo.

— Izuku-kun, ¿Pasa algo? — Preguntó la castaña, con una sonrisa en su rostro, mirando al mencionado.

El peliverde abrió su boca "indignado", cruzándose de brazos, y giro su cabeza hacia un lado.

— No, ¿Porque preguntas?

— ¿Porque nos estabas hablando? — Preguntó la peliazul, ladeando su cabeza hacia un lado.

— Pues ya no. — Dijo el peliverde — ¿Se puede saber de que estaban hablando o no?

— Cosas que no importan, no te preocupes. — Hablo Nejire, sonriendo.

Al lado se la peliazul pudo ver a el chico de lentes, y pudo ver que estaba cabizbajo y quieto, muy quieto, tanto que parecia una estatua.

— Oigan, ¿Porque Iida no se mueve?

Las chicas fruncieron su ceño, y miraron al peliazul, el cual levanto su cabeza de una manera un poco terrorífica.

— Nejire-san, Uraraka-san.

Las dos nombradas tragaron duro, se miraron, y de una salieron rápidamente de ahí.

— ¡Aborten misión, aborten misión!

— ¡Nejire-san, fue un gusto conocerte!

— ¡Chicas, no se van a escapar!

Fin Flashback

— ¡Uraraka, apresurate o nos va a alcanzar!

— ¡Nejire-san!, ¡Uraraka-san vengan aquí de inmediato!

El bicolor miro al pelinegro, frunciendo levemente su ceño.

— ¿De que estaban hablando?

No hubo respuesta alguna, al parecer el pelinegro también había quedado en modo estatua.

— Uh, ¿T-Tamaki-kun? — Murmuró el peliverde, acercándose al mencionado.

De inmediato, el azabache reaccionó mirando hacia el frente, poniéndose como un tómate al estar a centímetros del rostro del ojiesmeralda.

— ¡A-Ah!, ¿¡Si!?

El peliverde pego un saltito por el grito del contrario, sonrojandose.

— N-No, no es nada, s-solo-