O6

1.2K 157 5
                                    

ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ

ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ

Las horas habían pasado rápido, y ya era hora de irse a casa, los amigos ya se encontraban en la salida, despidiéndose.

— ¡Nejire-san!

— Ya, Uraraka, ¿Nos vamos? — Dijo la peliazul mirando a la castaña, y está asintió.

— ¡Adiós chicos, nos vemos mañana!

— Hasta mañana, Uraraka. — Se despidió el bicolor.

— Nos vemos, ¡Y mándale un saludo de parte de nosotros a Toga! — Hablo un peliverde.

Ochaco asintió repetidas veces, sonriendo, empezando a caminar junto a la peliazul.

— ¡Hasta mañana Tamaki!

— A-Adiós Nejire-san, n-nos vemos.

Midoriya no pudo evitar reír, sin duda le parecía lindo que el pelinegro fuera tan tímido.

— Bueno, nosotros también nos vamos, Midoriya. — Dice el peliazul, despidiéndose.

— Oh si, nos vemos mañana, Iida-kun, Todoroki-kun. — Sonrió.

Finalmente, se fueron la mayoría de sus amigos, Midoriya suspiro, hoy sin duda había sido un buen día.

— U-Uh, M-Midoriya.

Y ahí reaccionó de inmediato, acordándose de que aún estaba con el pelinegro, y los nervios se apoderaron de su cuerpo.

— ¡T-Tamaki-san, a-ah!, p-por un momento se m-me olvidó que s-seguías aquí..— Murmuró el pecoso, mirando al contrario.

Tamaki desvío su mirada, jugando con sus manos.

— G-Gracias por habernos i-invitado a tu g-grupo, Midoriya. — Dijo el azabache, con una nerviosa sonrisa.

— No es nada — Hablo — además, p-pueden venir cuando q-quieran con nosotros, n-no hay problema. — Sonrío de vuelta el ojiesmeralda, y Tamaki pudo asegurar que era la sonrisa más bonita del mundo entero, claro, lo dijo, pero en su mente.

— E-Entonces, Hasta mañana, Tamaki-san, descansa.

— Si, s-si.

En ese momento ambos se quedaron mirando fijamente, solo fueron algunos segundos, pero para ellos fue cómo algo eterno.
Luego -tristemente- apartaron su mirada al mismo tiempo, y Midoriya volvió a hablar.

— Bueno, ya m-me voy.

— Ah, s-si yo igual.

El peliverde le dedicó una sonrisa, Y Tamaki volvió a pensar que esa sonrisa era la más preciosa del mundo, finalmente ambos se fueron de allí, sintiendo mariposas en su estómago y un sentimiento cual no podían describir, y de alguna manera, se sentían bien.
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ

— Al día siguiente. —

ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ

¿You like me? ♥︎ TamaDeku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora