AÑO ???
–Para de una vez con esto, ¿no ves que haces daño al mundo que construimos?
El hombre de largas barbas canosas se dirigió con furia hacia un enorme agujero al pie de una montaña. A lo lejos, en la profunda oscuridad de aquella gruta, fue visible la figura de una mujer, cuyo rostro irreconocible era resguardado por la oscuridad misma.
–Te equivocas en eso, esposo mío. Los habitantes de este mundo son quienes le hacen daño, y acabarán destruyéndolo algún día. Es la oscuridad que albergan en su corazón la que teñirá al mundo de negro, solo prolongas lo inevitable.
Un grupo de horrendas criaturas emergió del agujero con aquel hombre como objetivo.
–¡Basta ya, Izanami!
Entre brillantes luces hizo aparecer una lanza de punta curveada y filosa cual cuchilla, de un color dorado brillante y adornada con múltiples joyas. Haciendo uso de dicha arma se movió grácilmente, esquivando a las criaturas y cercenando sus cabezas una vez pasaban de él. La mujer al ver que sus esbirros no habían sido de utilidad arremetió contra el hombre, este usando su arma cortó su mano haciéndola retroceder.
–Por mucho que quiera, me es imposible acabar con tu vida.
Con una descomunal fuerza, para nada humana, el hombre levantó una roca gigantesca sobre sus hombros y la incrustó en la entrada de la gruta, encerrando a la mujer en su interior.
–Si no puedo matarte, tendré que encerrarte. –el hombre hizo desaparecer su lanza y apoyó sus manos en la roca.
–¡Déjame salir Izanagi! –exclamó la mujer terriblemente furiosa– ¡Si no me dejas salir haré que partir de ahora mueran cada día un millar de los vasallos de tu reino.
–Y yo daré nacimiento a mil quinientos todos los días. –replicó el hombre mientras se alejaba caminando con la mirada enterrada en el suelo.
Mientras aquel de nombre Izanagi caminaba, una pequeña bruma oscura emanaba desde su cuerpo, tal vez lo notó, pero sencillamente decidió ignorarla.
–No puedo caer, debo permanecer en pie, por el bien del mundo.
ACTUALIDAD:
El sol comenzaba a ocultarse tras el horizonte, señal de que el día estaba a punto de terminar y por ende llegaría la noche.
–Vamos, ¡ponte de pie!
El día terminaba, pero no para algunos, como era el caso de Yamaki Ryou. Mientras se protegía la cabeza con sus manos, el adolescente era golpeado a patadas por un grupo de cinco estudiantes mayores que él, vamos, los típicos delincuentes que golpean a los más débiles para hacerse con su dinero y sentirse superiores en el acto.
–Y bien, –le preguntó el líder de los abusones presionando su pie en la cara del chico– ¿Qué decías?
–Lo siento... Nishinaga-senpai... –tartamudeó poniéndose de rodillas– Traeré el dinero mañana...
Nishinaga se agachó a la altura del delgado estudiante y lo alzó del cuello de su camisa para luego arrojarlo violentamente contra él suelo.
–Más te vale, o no tendré piedad, Yamaki.
El sujeto se alejó junto al resto de sus acompañantes, no sin antes escupir al joven pelinegro. Una vez que los abusones se hubieron marchado, el chico buscó todos sus útiles escolares esparcidos por el suelo del gimnasio escolar y los guardó en su mochila, pero antes de que pudiera marcharse alguien le detuvo.
–Oye, ¿estás bien?
Una pequeña sombra oscura se manifestó sobre su espalda, con ademán de crecer mucho más, pero desapareció en cuanto una voz a sus espaldas hizo que el pelinegro se girase súbitamente. Una chica de cabello negro azabache y ojos oscuros le miraba fijamente, usaba el uniforme de gimnasia así que lo más probable es que fuera integrante de algún club deportivo.
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Demons Hunter
FantasyEn donde la luz no llega con suficiente fuerza, los demonios se ocultan, esperando el momento propicio para apoderarse de la maldad en tu corazón. Por qué a fin de cuentas, todos tenemos nuestro propio demonio interior. Historia escrita por: X_AKUMA...