Tᴏᴜᴄʜ ᴍᴇ || 01

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Un ruido contra los cristales me despertó, eran aproximadamente las veintidós horas y quince minutos

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Un ruido contra los cristales me despertó, eran aproximadamente las veintidós horas y quince minutos. Salté corriendo de la cama y miré por la ventana. Llovía. Casi granizaba. Apenas se veían las calles por lo nublado que estaba.

El cielo y la calle estaban siendo pintados de los mismos colores con los que estaba vestido.

De un color negro, con toques de gris y un cielo totalmente lluvioso.

Me hace recordar aquellos días donde todas mis esperanzas se habían perdido. Esa era la principal razón por la que no me gustaban estos días. Los días llenos de lluvia.

Me ponen sentimental, o eso es lo que yo quiero sentir, porque realmente resulta ser igual que todos los demás días, no suelo hacer nada especial.

Me esperaba una noche larga y aburrida. La lluvia nos obligaría a todos a estar en casa, tampoco es como si pudiera salir a alguna parte, no tenía necesidad o al menos eso pensé antes de ver que en mi nevera ya no había más leche.

En esta noche de lluvia yo saldría de casa. Y eso era tan lamentable y aburrido.

Para comprar leche y huevos en la tienda más cercana.

Me puse los primeros pares de tenis que encontré en la entrada de mi casa, tomé mis llaves y mi cartera. Y como lo supuse, me arrepentiría de no haberle hecho caso a mi madre por no comprar un paraguas, ella lo repitió tantas veces que le dije que lo haría.

Y realmente no lo hice.

Tampoco era como si me importara mucho mojarme, quizás no habría necesidad de ducharme este día, pues la escurridiza y clara lluvia me estaba empapando de una manera considerable.

Rápidamente los recuerdos de cuando mi padre empujaba su coche para que se lavara solo vinieron a mi memoria y solo pude seguir recordando cosas que hacía cuando llovía, como correr por la ropa, meter al perro, jugar en los charcos y recibir una buena regañada por eso y hasta el mismo recuerdo del día de la muerte de la persona que más he amado.

La escandalosa lluvia suele ser inusual en esta ciudad tan escandalosa, no tiene el mismo olor que el pasto cuando se mojaba en la casa de mis padres, tampoco se siente tan tranquila ni cómoda como allá, es tan diferente en donde vivo. Ahora estoy en la universidad, por lo tanto ahora vivo solo.

La lluvia parece ser escupida hacía la superficie y comienza a golpear ligeramente cada parte de mi piel como si fuera a perforarla, es tan insensible, que empieza a borrar cada rincón de este sucio lugar.

La gente que pasa a mi lado me mira como si fuera algún fenómeno raro, creo que no se han visto a ellos mismos, pues ellos se ven más ridículos corriendo para no mojarse y yo solo camino bajo la lluvia, pues no mojarme de bajo de la lluvia sería el razonamiento más tonto.

A veces me pregunto si el cerebro humano está avanzando o simplemente intenta aparentar que lo está haciendo.

Me aburro demasiado rápido, siempre es la misma ruta para ir a aquella tienda. Hay solo ciertos momentos dónde me digo a mí mismo, que si sigo así podría estar atrapado en la rutina.

Tᴏᴜᴄʜ ᴍᴇ || ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora