Juro que está vez será la última, siempre fui tonta, lo sé y ahora comprendo que se siente ser una perra.
Ya había comenzado el concurso de baile y todos estaban emocionados, bueno y yo súper nerviosa; me hacía preguntas como.. ¿Lo haré bien?, ¿Me veo bien con estos tacazos?, y sobre todo está pregunta que me ponía en una tremenda angustia ...¿Él estará ahí?
Tocó el momento de salir a bailar y mis pies estaban que me dolían, felizmente todo salió bien, excepto por un compañero que casi me pisa, pero después todo muy bien. Estaba tan nerviosa que ni me fijé en el público, y menos si él se encontraba entre ellos.
Saliendo de los vestidores me topé con Mariana «Mariana era como mi mejor amiga, pero por motivos personales supuestamente ella, nos dejamos de hablar, ella me contaba todo, era la persona más sincera que había conocido en mi demacrada vida, la extraño y la quiero mucho a pesar de todo.»
—Romina, están que te esperan afuera. — Me lo dijo de una forma como si no me conociera, y siguió con su camino.
Me dirigí a la entrada del cole y antes de salir , pude ver a Mauricio; estaba solo y con la mirada para abajo; salí sin dirigirle la mirada y trataba de buscar a la persona que me esperaba según Mariana.
— Hey, bailaste bonito.
Si efectivamente era Mauricio, respondí con un gracias y una sonrisa.
—¿Tienes tiempo? — pregunto sonriendo.
— No creo, Mariana me dijo que me estaban esperando y la verdad es que no veo a nadie.
— Yo era el que te estaba esperando. — respondió alzando sus cejas; rayos se veía tan lindo cuando hacía eso.
—¿Enserio?, ¿Qué pasó? —pregunté confundida.
— Nada, sólo quería verte y hablar contigo, ¿Tienes tiempo?
— Si, no mucho, ¿Pero a donde iremos?
— Es una sorpresa. — contestó guiñando un ojo.
Lo mire confundida y no dije nada.
—Pero antes, ¿me puedes acompañar a sacar dinero de mi casa? — finalizo la pregunta con una sonrisa que mostraba todos sus dientes derechitos.
Asentí con la cabeza. — ¿Es muy lejos? — preguntes dudosa.
— No no, es cerca ntp.
Cuando llegamos a su casa no había nadie, su casa era super pequeña pero bonita.
— Adelante, siéntate no demorare.
Me senté y miraba a mi alrededor hasta que vi una vitrina con puras fotos, me levanté y me acerqué a ver, habían fotos de niños y bueno de él que contaban su vida.
— Antes era más bonito ¿No? — pregunto sonriendo.
— Yo digo que todos hemos perdido el encanto.
— Te equivocas, tú no lo haz perdido. — dijo dirigiéndose a la cocina.
— ¿Tienes hambre? — pregunto en voz alta.
— Un poco. — contesté revisando mi celular.
— A ver, ven. — nuevamente en voz alta.
Fui a la cocina y el estaba sin polo, por lo cual pude ver su abdomen marcadito.
— ¿Qué pasa? — pregunté
— ¿Qué desearías comer hoy? — pregunto sonriendo.
— Unos tallarines al Alfredo. — contesté riendo en forma de broma.
— Sus deseos son órdenes princesa.
Que rayos .... ¿Realmente iba a cocinar? Esto era super raro, yo solo bromeaba, no decía nada serio, un momento.. ¿Me llamo princesa? Claro que lo hizo y efectivamente, Mauricio me estaba afanando o bueno eso trataba.
— ¿Tienes calor? — pregunté sorprendida
— No, ¿Tú si?
— No, no, es que como estas sin polo pensé que si. — contesté confundida.
— Ahh, jaja, tengo la costumbre de cocinar así, ¿Te incomoda?
— Ah chuma, no ntp.
Le pregunté donde estaba el baño; necesitaba orinar no aguantaba; llegue con las justas, al terminar salí y me dirigí a la sala, él estaba sentado en el sofá viendo tv.
— Tenemos que esperar que los fideos se terminen de hacer. — dijo viendo que canal poner.
— ¿Eso demora mucho? — pregunté sentandome en el sofá.
— No mucho, pero por mientras veamos algo de tv. — respondió dejando en un canal donde estaba dando una película romántica.
Pues me puse a ver, estaba interesante; él se acercó y apoyo su cabeza en mi hombro.
De pronto, acercó su rostro frente al mío y me beso, comencé a seguirle el beso; aquel beso había encendido ese oculto y tonto sentimiento que sentía por él.
Paso rato y la adrenalina aumentó; comenzó a besarme el cuello al mismo tiempo que me acariciaba la espalda , yo estaba con la cabeza caliente, agarró mi mano y lentamente la colocó sobre su pierna, todo se empezaba a poner mas intenso y yo mas estúpida.
Se escucharon llaves y el sonido de la puerta abrirse, por lo cual inmediatamente dejamos aquel momento de lado con el alejamiento de nuestros cuerpos; era su mamá con sus hermanitos.
— ¿Mauricio, que haces sin polo? — pregunto su mamá mostrando desagrado.
No la pensé ni una sola vez, me levanté, cogí mis cosas y salí corriendo de esa casa, su mamá me quiso detener, pero salí super rápido así que fue imposible.

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Silueta
RandomRomina, chica de 16 años, que intenta mejorar su calidad de vida en relación con los chicos. Y en sus intentos de mejorar descubre muchas cosas, que la llevarán, "digamos" a algo fuera de lo común.