||Capítulo 3.

3 1 0
                                    

Dos semanas y media pasaron de manera sorpresivamente normal. Harry se había integrado muy bien a su nuevo grupo de amigos, donde ya intercambiaban chistes y la confianza se iba ganando poco a poco. No había noticias de su padre, pero se comunicaba mucho más seguido con él y eso lo tranquilizaba de alguna manera. Por las tardes pasaba horas hablando con su mejor amiga Sabrina, reviviendo anécdotas o simplemente contando cómo fue su día, siempre tenían algo de que hablar. En el colegio, en base a las asignaturas que tenia le iban muy bien, nunca tuvo problemas con el estudio y la compañía de su amigo rubio hacían más llevaderas las clases.

Al llegar del colegio sentía algo de soledad en su hogar, ya que su madre trabajaba como asistente en un trabajo que le consiguió amablemente Giuliana. Él se las arreglaba para cocinar, y para matar el tiempo acomodaba y realizaba una rápida limpieza a su casa. Su vida estaba volviendo a ser como lo era antes, sin mencionar que antes poseían una mucama que realizaba los deberes, y que Harry podía gastar el dinero que quería, pero sin embargo, en la situación en la que estaban no podían tener esos lujos.

Era viernes, donde Louis se encontraba en una de las mesas de la cafetería, junto con Zayn, Mandy y otras personas más. La joven estaba contando algo que le había pasado en la tienda de Gucci, donde solo sus amigas parecían prestarle atención.

Louis mantenía su mirada sobre una sola persona, haciendo oídos sordos a la conversación que se mantenía en la mesa.

–Louis ¿Te comerás tus papas fritas? –preguntó Zayn, el cual estaba sentado a su lado.

El mencionado seguía con la mirada fija, sin siquiera haber escuchado a su amigo. Zayn ante no escuchar respuestas lo miró, y luego miró hacia la dirección que miraba su amigo.

–Entiendo que te desconectes del mundo para no escuchar a tu noviecita pero escúchame a mi por lo menos. –tomó con su tenedor las papas que se encontraban el plato de plástico–. Tomaré eso como un si.

Zayn arrastró el plato de comida y sonrió como un niño, mientras le echaba mucho ketchup por encima. Louis sacudió su cabeza y miró mal a su amigo.

–Oye ¿qué mierda haces con mi almuerzo? –de un tirón arrastró nuevamente el plato enfrente de él–. Estás demente, son mías.

–¿No te enseñaron a convidar? –dijo el peli negro robando nuevamente una papa–. ¿Por qué mirabas tanto al nuevito y sus amigos?

Louis lo miró y frunció el ceño, negando con la cabeza.

–No se de que hablas, solo estaba pensando en que reprobaré el examen de mañana.

–¿Desde cuando te importan los exámenes? –preguntó Zayn mientras rascaba su ceja.

–Desde hoy –sonrió el castaño y metió una gran cantidad de papas en su boca–. Olvídalo, Zayn ¿te acuerdas de que te hable de una nueva muestra de arte que estará en el museo de la ciudad?

–Ajá, ¿que sucede?

Louis junto sus manos y empezó a jugar con ellas.

–Si no haces nada, que es eso siempre –Louis quedo unos segundos más en silencio–. ¿Quieres acompañarme? Sabes, a veces me gustaría comentar lo básica que se ve alguna pintura o burlarme de la gente que va allí ya sab-

–¿Louis Tomlinson invitándome a hacer algo que no sea fumar, comer o emborracharnos? –lo interrumpió Zayn con una sonrisa, haciendo que Louis gire los ojos–. Amigo siempre quise acompañarte, pero pensé que si te lo preguntaba me pegarías un puñetazo en el estómago.

–Mejor olvídalo.

Zayn se abalanzó sobre él y empezó a sacudirlo.

–No, no, por favor quiero ir. Quiero ser una persona culta como tu.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 13, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mangata. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora