- Le había cogido el golpe a este trabajo, sabía qué hacer y cómo actuar ante la gente, y eso me alegraba. Realmente no se me complicaba en nada y sonreía, sonreía sin necesidad de forzar nada y es que al ver la felicidad de la gente y sobre todo de los niños, me alegraba muchísimo.
Estaba agotada, estaba en medio de un pequeño y rápido descanso en donde al fin pude beber algo de agua y sentir mis pies que me estaban matando.
Como toda sesión navideña nunca podía faltar nuestro gorrito de navidad el cual me lo volví a poner cuando me tocó regresar a mi hora laboral.
Sonriendole a la gente, animando y entregando globos a todos los pequeños, escuchaba como los villancicos sonaban y los niños no paraban de venir a pedirle lo que querían por navidad a Santa Claus.
Las horas continuaron pasando y ya todos mis compañeros estaban agotados, incluyéndome, el ánimo ya no lo veía por ningún lado y estaba segura que si nuestro jefe nos veía nos despedía a todos en un abrir y cerrar de ojos y es que ver a alguien desanimado contagiaba al otro y nunca tenía fin. Ya ni los villancicos ayudaban y la gente no se veía muy a gusta. Sentía la necesidad de hacer algo, debía de hacer algo antes que todo acabara mal, y rápido.
Intentando continuar con mi ánimo y no permitir que nadie me lo quitara, seguí trabajando y haciendo feliz a todo pequeño mientras que a su vez jalaba a mis compañeros para que me ayudaran, por suerte nos llevabamos bien y existía esa confianza como para hacer algo como eso, caso contrario ya me hubieran mandado a pelar papas desde que me acerqué a ellos.
Un villancico sonó o bueno, más que un villancico era una canción dulce y alegre de navidad que me gustaba oírla con mamá y la bailabamos en casa, ella se sabía muy bien los pasos y me los enseñaba. En serio amaba bailarla con ella cada navidad y la verdad la había olvidado estos últimos años, pues me había dejado llevar por la nostalgia y me había encerrado tanto al no poder aceptar el hecho de perderla, pero hoy, hoy iba a intentar recordar cada paso y revivir ese momento aunque ella ya no esté conmigo. Sé que le hubiera encantado.
Parandome en el centro, mientras mis compañeros solo se mantenían sentados en unas que otras bancas empecé a bailar muy animada logrando así llamar la atención de la gente y sus sonrisas no tardaban en aparecer. Eso era una señal de que todo estaba saliendo bien y la verdad, solo agradecía que estuviera maquillada, quizás así nadie me reconocería, o eso esperaba.
- Narra Taehyung -
- Nos encontrábamos de camino a la enorme plaza, pues mi hermana había sugerido ir para que así los niños vieran a papá Noel algo que la verdad... Dejé de creer hace mucho gracias a jin, pero a su vez comprendí que era solo algo para niños y no podía romper su ilusión como mi queridísimo amigo lo hizo conmigo hace muchos años atrás.
La verdad me emocionaba un poco el hecho de saber que la navidad estaba cerca y para ser sincero no sabía muy bien el por qué, ya que desde que papá murió y empecé a vivir solo, la pasaba de esa forma, solo, ya que mi hermana la pasaba con su esposo, un piloto de avión que amaba a su familia y lamentablemente tenía poco tiempo para pasarla con ellos, pues pasaba viajando y su tiempo de vacaciones eran cortos, pero suficientes para él, su esposa y su hija.
En cuanto a mamá, a ella le valía un bledo la navidad y solo la pasaba con sus amigas las típicas mujeres presumidas y chismosas que convirtieron a mamá en lo que es ahora y bueno, empecé a darle quemeimportismo a fechas como esas ya que los chicos también pasaban con sus respectivas familias y de vez en cuando nos reuniamos en fin de año.
Naia: oh, mira!! Allá está santa Claus!- apuntó desde lo lejos al recién mencionado que se encontraba sentado recibiendo a los niños mientras que en la parte de abajo habían personas disfrazadas sonriendole a la gente, o al menos lo intentaban, pues ya sé los veía un poco cansados.
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Te Quiero a Mi Lado (Kim Taehyung y Tú) [Segunda Temporada]
FanfictionNo se aceptan adaptaciones.