VIII

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Hace una semana que cuidaba constantemente a Juliet, hace una semana que Cassian me confesó algo

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Hace una semana que cuidaba constantemente a Juliet, hace una semana que Cassian me confesó algo.

Cassian: entonces querido Edgar.
Edgar: lo siento, debo ir a cuidar a la princesa.
Cassian: de ella quiero hablar- eso fue suficiente para que mi gesto fuese más serio- ella es muy hermosa y podría casarse con quien quisiera.
Edgar: ¿es todo?
Cassian: se que se conocen desde pequeños, siempre la estuviste cuidando. Se nota en tus ojos que la amas, así que te propongo un trato.
Edgar: no aceptaré nada que tenga que ver con dañarla a ella.
Cassian: pues si no lo haces si la dañaras, este es el trato. Ella no puede cometer ni un solo error, un minúsculo error que ella cometa será ejecutada- comencé a pensar que iba a ser lo que haría para que eso no sucediera- tu puedes ayudarla a que no haga eso, pero recuerda- se acercó para decirme cómo en secreto- ella es mía.

Sin más se fue dejándome muy asustado, desde entonces mis sospechas de el se afirmaron. El solo quiere el trono para beneficio propio.

《Juliet》

Me encontraba en el gran jardín junto a Edgar el cual en ningún momento se separaba de mi, no me molestaba en lo absoluto. Pero si me confundía su cambio tan repentino, su actitud conmigo no era nada como la de hace unos meses.

Juliet: ¿ya me dirás que pasa?
Edgar: no se a que se refiere.
Juliet: ¿desde cuándo me hablas por usted?
Edgar: es solo que ese es su puesto.
Juliet: si, claro- mire las rosas que estaban frente mío.

Habían sido cuidadas y todavía tenían gotas de agua sobre sus pétalos, era simplemente hermoso.
Se quedaban quietas hasta el momento que se secaban, si las flores ya eran hermosas... esto las hacía perfectas.

Recuerdo cuando papá me dijo que mando a poner miles de flores en el jardín solo para impresionar a mamá, al igual que mando a poner asientos y un pequeño lugar de lectura en la biblioteca.

Me encanta todo lo que hizo papá por ella, era simplemente hermoso.
El mismo me dijo que sin duda alguna, mamá fue todo lo que el soño.

En cambio las gerberas fueron puestas especialmente para mi, mamá fue la que decidió eso.
Y sin que nadie me lo pidiera, ellas se convirtieron en mis flores favoritas.

Miro a mi costado donde se encontraban aquellas flores ya mencionadas, me acerco muy cautelosa al ver a una abeja descansar sobre los pétalos de esta.

Se veía tan tranquila y tan libre que solo me hacía pensar en el momento en el que yo era pequeña, era más libre de hacer lo que quisiera.

De pronto otra abeja se acercó a la que ya estaba, parecía que tenían una mini charla. Puesto que la segunda en llegar también reposo a un lado de la otra.

Me hizo recordar a los momentos en los que Edgar era diferente conmigo, éramos inseparables... ¿qué le pasó?

No me atrevía a volver a preguntar por miedo a que solo esquivara el tema, tengo que encontrar la forma para sacarlo de su zona.

Juliet: Edgar- el me miro dando a entender que tenía todo su atención- imagínate encontrar a alguien que te diga que eres todo lo que un día soño.
Edgar: ¿usted a soñado con alguien?
Juliet: si... aunque no se si sea de la forma como pareja- logre notar como el pequeño brillo que tenían sus ojos desaparecia al confesar lo último- ¿estás bien?
Edgar: si, solo cuando estaba viendo las flores recordé lo que usted me dijo.
Juliet: ¿qué cosa?
Edgar: que le dolería que le dieran flores para conquistarla.
Juliet: eso te lo dije hace años, ¿cómo lo recuerdas?
Edgar: estoy esperando el momento en el que alguien quiera cometer ese grave error para decirle que ni lo intente- inconscientemente sonreí, Edgar era ese chico que siempre recordaba las cosas que le decían las personas más cercanas a él.

-𝐖𝐞 𝐜𝐚𝐧- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora