Capitulo 6²

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Esa misma tarde, Kim Namjoon escuchaba al bonito pelirrojo, mientras él le explicaba su plan en detalle. Cuando recibió la llamada para concertar una entrevista con el profesor Park Jimin, se había sentido muy intrigado. Lo primero que le vino a la cabeza fue que el Profesor  querría formalizar una queja sobre el comportamiento de Kook . Le habría parecido comprensible, y por eso mismo se quedó de piedra al oír que quería ayudarlo a conseguir la condicional.

Aunque estaba por ver si él aceptaría la propuesta. Su mal carácter lo metía constantemente en líos de los que Namjoon luego tenía que sacarlo. El incidente del pupitre era un buen ejemplo. Que lo hubieran expulsado de todas las clases era un mazazo a su solicitud de libertad condicional. Por eso, Namjoon estuvo a punto abrazar al profesor Park cuando éste se ofreció a ayudarlo.

—Reconozco que me sorprende que Choi haya aceptado este arreglo —dijo, sonriendo, antes de tomar un sorbo de café.

Jimin se echó a reír.

—Bueno, digamos que conozco las reglas del juego.

La sonrisa de Namjoon se hizo más grande. Ya era hora de que alguien pusiera al alcaide en su sitio.

—¿Ah, sí?

Jimin disimuló una sonrisa detrás de la taza de café y no añadió nada más.

La puerta de aquella habitación insulsa y sin ventilación se abrió, dando paso a un Jeon de aspecto resignado, seguido por dos guardias y por un Choi obviamente molesto.

—Hola, Kook —lo saludó Namjoon, poniéndose de pie.

—Eh —murmuró él, antes de volverse hacia el hombre que había a su derecha—. Profesor Park—la saludó sin entonación.

Él suspiró.

—Jeon, siéntate, por favor.

Jeon observó su postura: estaba a la defensiva. Aunque tenía que admitir que también estaba guapo de cojones. Seguro que lo hacía a propósito para atormentarlo. Se dejó caer en la silla y le dirigió una sonrisa a Namjoon, mientras hacía un gesto con los dedos pidiéndole que le diera lo que él ya sabía. Namjoon se sacó un paquete de cigarrillos y una caja de cerillas del bolsillo y las lanzó sobre la mesa. Jungkook sacó uno, se lo llevó a los labios, lo encendió e inhaló el humo con lentitud.

Mientras lo soltaba, observó al profesor Park, que lo estaba mirando fijamente con sus ojos verdes.

—Tienen diez minutos —les advirtió Choi, antes de dirigirse a la puerta haciendo mucho ruido al andar.

—Dudo que hayamos acabado en diez minutos —replicó el profesor —. Lo avisaremos por radio cuando estemos.

El alcaide se detuvo en seco y se apoyó una mano en la cadera mientras se frotaba la frente con la otra.

—De acuerdo.

Namjoon y Jungkook intercambiaron una mirada de admiración. Jungkook se alegró mucho al ver que él le plantaba cara al alcaide, aunque al mismo tiempo se sintió celoso de que fuera Choi quien estuviera recibiendo la bronca y no él. Aunque parecía absurdo, se moría de ganas de que empezara a reñirlo.

—Y bien, ¿alguien va a apiadarse de mí y me va a contar por qué estoy aquí? —preguntó, mirando alternativamente a el profesor y a Namjoon.

Éste le afeó su actitud con la mirada, antes de hacerle un gesto a al profesor para que tomara la palabra. Jungkook aguardó mientras él se aclaraba la garganta,intrigado por el aparente nerviosismo del profesor. No lo había visto nunca así, con los hombros en tensión y moviendo las manos, inquieto.

Peaches || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora