Deku.|ᵇᵃᵏᵘᵈᵉᵏᵘ-ᶠᵉᵐ

|06|

La ama.

Con desinterés su mirada se enfocaba en la pizarra del aula, tratando de poner atención en lo que estaba escrito siendo imposible, si es sincera, le era muy difícil concentrarse últimamente, pues gracias a todos los conflictos con los que tiene que lidiar, le hace pensar aveces que se encuentra atrapada en una barata película de romance adolescente.

Voltea levemente sus ojos hacia atrás, encontrándose con el rostro de Izuku quien escribía en su libreta, no podía negar la cierta incomodidad y tensión que lograba sentir al estar con Midoriya, pues después del beso no pensaba en otra cosa que el rechazo, se preguntaba si Deku se sentía igual de incómoda, no podía descifrar lo que sentía, la chica parecía haber olvidado lo que pasó, como si nunca hubiera pasado.

Siendo prácticamente imposible de concentrarse soltó su lápiz rendida, no quería esforzar su mente y viendo el reloj, la clase estaba por terminar. Y así fue, la campana sonó, y no tardó en levantarse de su asiento al igual que Izuku quien la invitaba a la cafetería.

Su mente no tardó en darse cuenta de un suceso importante, vea donde lo vea, se dio cuenta que repetía una rutina, parecía que las cosas siempre terminaban como empezaron, sinceramente Katsuki pensaba que después de besar a Izuku algo cambiaría, pero mirenla ahora, haciendo exactamente lo mismo, despertar, ir con Deku a clases, salir a almorzar juntas y finalmente irse, juntas, como siempre.

Entonces observó a su lado a Deku. Y algo en su cabeza despertó.

Izuku se esforzaba en que las cosas siguieran como antes.

Conoce a Deku, sabe lo expresiva que puede ser con sus emociones, pero ahora, parece no notarlos, y siendo su única respuesta lógica, dedujo que Midoriya se esforzaba para mantener su relación como antes, o más bien después del beso.

—¿Pasa algo Kacchan?— la aguda voz de Izuku le hizo reaccionar.

—Yo...— aún sin saber que lo que pensaba era real, mordió su labio inferior frustrada. —Tengo que ir al baño, ve tu a la cafetería, te alcanzaré después.

—Pero...— sin darle la oportunidad de decir algo, Izuku fue interrumpida.

—¡Ah! Katsuki, ¿irás al baño? ¡Yo voy contigo!— una alegre Mina se metió entre las dos y comenzó a jalar a Bakugo hasta los sanitarios.

—¡Oye! ¿¡Qué mierda haces!?— obviamente el ir al baño era una excusa barata de la rubia para irse a pensar a solas.

—¡Adelantate Izuku-Chan, Katsuki y yo volveremos en un momento!

Prácticamente huyendo, Izuku no se molestó en ocultar su inconformidad y cuestionandose si seguirlas o no, finalmente comenzó a caminar sentido contrario hacia la cafetería con una sensación amarga en su boca.

—¿¡Me puedes explicar que carajos te traés!?— empezó a cuestionar al instante que tocaron los sanitarios.

—¡Solo escucha! ¡Yo creí que Izuku era la única ciega pero ya veo porque se atraen! ¡Dios! ¿¡No viste su mirada antes de irme contigo!?

Mina Ashido siempre fue una chica muy observadora, y cuando se dio cuenta del enamoramiento de Bakugo hacia Deku, no pudo sentirse mas emocionada.

—¿De qué hablas?

Ashido suspiró.

—Se que algo pasó, no soy tan estúpida, mira noto tu incomodidad pero, veo que Izuku se esfuerza en ocultar la suya, casi parece que no la siente.— comenzó a explicar, teniendo toda la atención de la rubia. —Mira, no soy quien para decirlo, porque no es mi problemas, pero, ¿no te preguntas porque depende mucho de ti emocionalmente? Dios mió Katsuki solo recuerda la vez que llegó echa un desastre porque te adelantaste a la academia.

Parecía que Bakugo había pasado por alto muchos detalles importantes, parece que estaba muy ocupada lidiando con sus sentimientos que no prestó atención a los de Deku.

—Eso no quiere decir nada.— sin estar tan segura de lo que Ashido decía dijo.

—Katsuki, lo que trato de decir, es que ella siente lo mismo que tú.

Y el pecho de Katsuki no tardó en latir con fuerza.

Izuku siempre demostró que Katsuki era una de las personas que más apreciaba e incluso amaba, y Bakugo siempre relacionó el sentir de Deku con amistad. Tal parece que ni la misma pecosa sabía el tipo de sentimiento que aguardaba en su interior. Pero ahora, no sabe si está muy segura de lo que venía, piensa en parace enfrente de Deku.

Y hablar de una vez por todas, como debió hacerlo desde un principio.

—Iré con ella.— pronunció decidida para después salir como bala de la habitación rumbo a la cafetería.

—¡Se paciente! ¿¡De acuerdo!?— desde la puerta del baño le gritó la pelirosa.

En cuestión de unos minutos llegó a su destino, y sin perder tiempo comenzó a buscar a Izuku con la mirada, no tardó mucho en eso, la encontró en una de las mesas, sentada con un platillo de katsudon y a su lado un platillo de curri picante obviamente para ella, sonrió enternecida al ver como la chica no paraba de buscarla con la mirada.

Con el objetivo de acercarse hacia ella, sus pasos se detienen al ver como un nuevo individuo se acercó a la mesa de Izuku.

Cierto Pelirojo comenzó a establecer conversación con la chica quien a duras penas dejó de ver a todas las direcciones en busca de Katsuki para ponerle atención en lo que decía Kirishima.

La emoción de Katsuki pareció desvanecerse y sus pies querían dar la vuelta y salir de ahí.

Pero la observó de nuevo, Izuku despegó sus esmeraldas de el chico y nuevamente comenzó a buscarla. En ese momento entendió, que la felicidad de Deku no pertenece con él, ni con nadie más.

Sonrió con un fuerte suspiro de alivio, y sus pasos decididos se aproximaban hasta Izuku y Eijiro. Finalmente sus pasos se detuvieron y la mirada de Izuku no tardó en posarse en ella.

—¡Kacchan!— Bakugo juró ver un brillo en los hermosos ojos de Deku y una sonrisa arrogante no tardó en aparecer.

Kirishima jura sentirse amenazado por tener encima suyo la penetrante mirada de Katsuki.

En cambio Katsuki está dispuesta a aclarar de una vez por todas todo lo que siente y sucede. Obvio sin querer perder esa bella sonrisa que le observa con admiración y tal vez algo más.

Pues después de todo, Katsuki sabe que ella la ama.