My fake boyfriend

Capítulo 11: "Hasta nuestro último aliento".

Antonia sintió que su vida finalmente estaba tomando un giro para mejor y luego sucede esto. Finalmente le dijo al hombre que ama que ella lo ama y él lo correspondió, bueno, él lo dijo primero y luego ella le correspondió, pero aún así sucedió. Y ahora, están parados en su sala de estar, mirando a la ex novia de la que no sabia casi nada. Solo sabía que había roto el corazón de Ulises inesperadamente.

Ulises dejó escapar un suspiro, pellizcando el puente de su nariz. "No quiero ser grosero pero, ¿Qué demonios estás haciendo aquí, Kei?", Preguntó Ulises, rodando los ojos mientras la miraba.

"¿Kei?" Susurró Antonia solo audible para ella.

"Escuché que tu madre falleció y me dijeron que el funeral era sábado", dijo Keiko y Claudio abrió mucho los ojos.

"¿Cómo? Ni siquiera le he dicho eso a Ulises todavía", dijo Claudio.

Keiko parecía tan confundida como todos nosotros. "Uh, recibí una llamada hace unos días de un hombre que decía que me querías aquí", miró mientras miraba a Ulises. "Pero estoy empezando a darme cuenta de que estoy haciendo el ridículo", dijo, mordiéndose la lengua, torpemente.

"¿Acaso el hombre tenía un acento molesto?", Preguntó Antonia, inclinando la cabeza con molestia y Keiko la miró y asintió con la cabeza.

"Si", se rió Antonia con incredulidad.

"Mi padre querido tratando de ponerse entre nosotros de nuevo", dijo frustrada. Ulises miró a su chica y pronunció lo siento, pero todo lo que Antonia pudo hacer fue enfurecerse de frustración. "Necesito un trago", dijo ella.

Antonia se fue antes de que pudiera detenerla. Acababan de decir que te amo por primera vez y ahora su ex está en la foto. Ella debe sentirse horrible y lo hace. Finalmente había conseguido al hombre que ama para siempre y ahora, podría perderlo.
Entró en la cocina y se dirigió al fregadero, agarrándolo por el borde hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Siempre tiene la terrible costumbre que cuando algo va bien en su vida algo malo sucede después.

Ella pensó, "Esta noche es la noche en que finalmente estaré en los brazos del amor de mi vida, sin tener un maldito plan detrás de eso", pero, por supuesto, el universo de mierda, también conocido como su padre, tuvo que arruinarlo.

Tomó respiraciones largas y profundas mientras miraba por la ventana frente a ella. Ella no sabía lo que iba a pasar, pero no podía ser bueno.

"Tony", escuchó una voz familiar detrás de ella. Era de Ulises.

"Necesito algo de tiempo a solas", susurró Antonia.

Ulises odiaba esto; acababa de perder a su madre y la primera vez en dos días que no se sentía como una mierda y fue cuando llegó Antonia, a pesar de la forma en que terminaron las cosas al final. Lo de Keiko era algo que no necesitaba ni esperaba. Quería consolarla y recordarle que él era de ella.

Entonces lo hizo. Rodeó el mostrador de la cocina y se acercó a ella suavemente. "No sabía que ella vendría", dijo Ulises a continuación, con calma en su voz.

Antonia se rio entre dientes. "Sí, lo sé, solo por mi jodida suerte de decirle al chico que amo que lo amo por primera vez y su ex novia  aparece en su puerta", dijo, riendo histéricamente. "Ese es el trabajo de mi papá querido", agregó a continuación, olisqueando y limpiándose la nariz.

Ulises suspiró profundamente por la nariz. "Sabes que no he pensado en mi madre en veinte minutos", dijo, lo que llamó la atención de Antonia. Levantó la vista y vio el reflejo de Ulises a través de la ventana. "No he pensado en ella por ti", agregó, sonriendo suavemente.