Como Un Cuento De Hadas

La Cita

Otra vez lunes. Que mas da, yo que no quería que llegara este día y lo digo principalmente por la cita con Thomas. El problema es que no se que ponerme, el vestido que me puse el sábado aún sigue en la tintorería, no me lo entregaran hasta mañana y por si fuera poco es el único vestido elegante que tengo, pues estoy segura de que Thomas me llevara a algún lugar de prestigio.

Las clases pasan con toda normalidad, viendo a mis amigos y tratando de olvidar a Jack. Entre clases platico con Clayton mi mejor amigo y le eh contado todo, desde como descubrí que mi papá engañaba a mi mamá, hasta lo del rompimiento con Jack y mi cita con Thomas. Al parecer el esta mas emocionado que yo, lo único que a mi me pasa es que me estoy empezando a poner nerviosa, pero no debo de bajar la guardia y mucho menos pensar en hombres.

Al terminar las clases me despido de mis amigos, Clayton queda de ir a mi departamento para ayudarme a arreglar.

Cuando estoy casi a punto de llegar a mi departamento, recibo una llamada y al ver en la pantalla que es de Thomas decido contestarle.

-¿Bueno?- le contesto en forma de que no sepa que tengo guardado su número de celular en mi agenda.
-Hola Maritzha, ¿que tal las clases?-
-Bien, algo pesadas, no me quejo-
-Me alegra oír eso Maritzha, por cierto llamaba para preguntarte si recibiste mi paquete.-
-¿Que paquete?-
-El que te mande el sábado por la noche, es una caja- Como pude ser tan tonta, recibí el paquete pero me olvide de el por completo.
-Si lo recibí pero no lo eh abierto. Estuve muy ocupada.- Entro rápido y me dirjo a donde había dejado la caja.
-Esta bien Maritzha, no te preocupes, recuerda paso por ti a las siete- Antes de contestarle algo me cuelga, no puedo creer que me haya dicho eso.

Agarro la caja y la pongo sobre mi cama, la abro y lo que veo es un hermoso vestido largo color turquesa junto con unas zapatillas doradas, se que no tengo un cuerpo perfecto así que espero y no me halla enviado una talla mas chica porque si es así lo matare.

Antes de que llegue Clayton decido probarme el vestido y zapatillas rápido para comprobar que me queden y me quedo totalmente encantada pues resulta ser de mi talla. No lo puedo creer, me quito el vestido y me apresuro a arreglar el departamento un poco y hacer la tarea. Matare a Thomas no se porque se le ocurre invitarme a cenar en inicio de semana.

Dan las cinco y llega Cleyton a ayudarme, yo ya estoy bañada solo falta peinarme y maquillarme, pero como el es un experto se que me dejara increíble. Le cuento del vestido y las zapatillas el se emociona y suelta un grito.

Termino de arreglarme y me fui al baño a ponerme el vestido y las zapatillas, me vi en el espejo de cuerpo completo que tengo en la puerta, no puedo creer lo diferente que me veo, salgo del baño Clayton me ve y suelta un silbido, yo me sonrojo.

Pasan cinco minutos y escucho el timbre de la puerta, no se porque pero me empiezo a poner nerviosa, Clayton me tranquiliza y el se va a abrir la puerta le dice algo a Thomas y va por mi a la habitación.

Salgo de mi cuarto con un bolso y mi saco, al ver a Thomas con un traje por tercera vez realmente es increíble, él me ve y se queda con la boca abierta.

-Maritzha te ves, ¡woow!-me sonrojo.
-Gracias Thomas, tu también te vez increible-
-¿Nos vamos?- Me ofrece su mano, me despido de Clayton y camino hacia Thomas, me acerca a él y me da un beso en la mejilla lo bastante prolongado para saber que esta cena no iba a ser nada tranquila.

Cuando salimos del edificio veo aparcado un increíble Lamborgini. Me abre la puerta y entro, la cierra y el se dirige al lugar del conductor, me abrocho el cinturón el hace lo mismo y arranca el automóvil. Nos ponemos en marcha.

-¿A donde vamos?-
-Ya lo sabras- Yo sin saber que decirle volteo a ver el paisaje. Pasó como media hora o si no es que más y llegamos a un restaurantes lujoso, se estaciona y yo no puedo dejar de ver el edificio tiene un tanto de majestuosidad e historia.