El Monstruo de mi habitación

Como si de viajes dimensionales se tratase Sasuke buscaba una nueva víctima con la que entretenerse hoy viajando entre las consciencias de los seres humanos con los que se topaba.

Sus favoritos eran los humanos adultos, en especial los hombres tan seguros de si mismos que olvidaban sus miedos de niños, Sasuke se encargaba de que recordasen durante todo su sueño que eran unos miserables cobardes. Disfrutaba cuando lloraban, reia a carcajadas cuando se meaban encima, las suplicas pidiendo ayuda eran musica para sus oidos.

Claramente no faltaba uno que otro hijito de papi al que las perras con alas blancas bajasen a ayudar sin embargo Sasuke trataba de evitar esas pequeñas molestias.

En alguna gran ciudad Sasuke conecto con la mente de una pequeña niña, una criatura de unos cinco o seis años de pelo rosado y ojos verdes, una combinación de lo mas extraña y colorida en contraste con un ambiente sombrío y desolado.

Llevado por la curiosidad el pelinegro envío a unos lobos negros de ojos rojos, los niños mayormente tenían sueños coloridos llenos de cosas que le gustasen por lo que cuando él irrumpia en sus pequeñas mentes solo bastaba un lobo aterrador o una sombra oscura para hacerlos llorar al punto de despertar de manera casi inmediata.
Por eso no frecuentaba niños, sin embargo esa criatura rosada al ver a uno de los feroces lobos se levantó de golpe y corrió con todas sus fuerzas a... Abrazar al lobo.

- ¡Tobi!. - Grito alegremente.- Volviste.- exclamo con pequeñas lagrimas.

Los lobos, que eran un reflejo de él mismo, quedaron igual de descolocados que el demonio pelinegro. De manera inmediata el ambiente a su alrededor de volvio de color rosa dejando en ridiculo a los feroces lobos que habia enviado.

Y como si hubiera perdido el control sobre ellos, los canes dejaron su semblante salvaje para empezar a mover la cola tal cual cachorro.

Molesto los hizo desaparecer como si fueran arena negra, sumiendo a la niña en una intensa oscuridad.

Si los lobos no servian entonces la oscuridad si que lo haria.

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Harto de esperar para escuchar su llanto encendió una vela en frente de la niña quien sentada abrazando sus piernas solo sonrio complacida con la vela.

Lo que lo hizo pensar.

Lobos no....Oscuridad no....

...

¡Insectos¡

Chasqueo los dedos haciendo aparecer una araña gigante aproximadamente de su tamaño, sus millares de ojos eran grandes y rojos por lo que cuando por fin la niña le presto atencion la gran añara se abalanzo amenazante sobre ella quien solo dijo...

- ¿No eres muy grande?.- preguntó con curiosidad.

Su gran araña se desinflo al mismo tiempo que él soltaba un gran suspiro, molesto consigo mismo empezó a dar vueltas alrededor de la niña sin que esta notara su presencia, noto que la niña se desilusióno un poco al ver a la araña desinflarse hasta desaparecer haciendola volver a abrazar sus piernas sumida en la oscuridad.

Los malditos insectos no servian, ¿Que mas podia usar?.

Sasuke uso todo lo que pensó que podria hacer que un niño llorase lleno de terror. Los truenos le parecian hermosos pero escandalosos, intentaba hablar con los fantasmas, buscaba escalar arboles en las montañas mas tenebrosas que se le podian ocurrir, nadaba en las profundidades del mar como si fuera un buzo con experiencia, trataba de sentir las nubes al caer desde el cielo...
¡Ya lo habia intentando todo y esa niña no lloraba con nada!