«Al principio fue: Alec, Fred y George; después solo fue Fred y George; y luego Fred, George y yo. Al final solo quedó George.»
En donde Claire nos habla sobre su estancia en Hogwarts y fuera de ella.
Al llegar a casa su padre le replicó que tenía que haber llegado más temprano, Claire no le hizo tanto caso y fue a su cuarto corriendo para terminar de arreglar su baúl. Con hechizo expansivo hizo que su bolso de mano no tuviera fin.
Cuando terminó verificó que no se le olvidaba nada, llevaba tan solo poca ropa y la mayor parte eran solo libros, cuando ya iba de regreso hacia la planta baja, su padre venía entrando a su cuarto con varios libros.
—Hija, ten los libros que me pediste —le anuncia a la par que levantaba la mirada para fijar su mirada en sus ojos—, no te obsesiones con las artes oscuras, no quiero tener que lidiar con otra Bellatrix.
Claire solo ríe y toma los libros para meterlos a su bolso.
—Vamos, ya es tarde.
Dicho eso, se dispuso a seguir a su padre.
—Claire, ¿Qué tanto hacías? Ya es tarde —le reprocha su mamá.
—Madre, ya sabes que ella siempre anda a las prisas —su hermano ríe—. Te ayudo papá.
Su padre le dió el baúl de Claire a lo que Alec se quejó en voz alta.
—Demonios Claire, que tanto llevas aquí.
—Apúrense, lo espero en el coche.
La familia le hizo caso y todos se fueron rumbo a la estación King's Cross en donde al cruzar la pared, sus padres se despidieron de ella, ambos la abrazaron y le dijeron que se cuidara. Alec se acercó a ella y la abrazo con un poco más de fuerza que siempre, no queriendo dejarla ir. Su hermano le susurra en su oído Suerte a lo que ella asiente con su cabeza. Se separan y quedan de frente a su padres que están abrazados, viendolos con amor y angustia.
Al poco tiempo vieron que la familia Weasley había llegado junto con Potter y sus amigos, los hijos del matrimonio Flanagan vieron que los gemelos los habían acompañado, Clarie abrió los ojos de la impresión y regresó su mirada hacia sus padres rápidamente.
Gerard mira a los patriarcas de aquella familia, Arthur Weasley recae su vista en la familia Flanagan un vez que siente la pesada mirada que le da el Señor de dicha familia, ambos se retan con la mirada, ambas esposas lo notan y la que hace se dejen de mirar es la señora Weasley. Gerard les da una última mirada a todos y ahora su vista la tiene puesta en Fred Weasley, el novio de su hija y que por desgracia no era el gusto para su hija, hubiese preferido a alguien más como Luke Lewis o incluso Draco Malfoy pero sabía que no tenía porque meterse en eso, algo de felicidad tenía que tener su hija y si eso implicaba a aquel chico lo iba a aceptar.
—Ya es hora, aborda el tren —avisa Sylvia, interrumpiendo los pensamientos del padre.
—Cualquier cosa me mandas alguna carta o yo que sé y vendré —su hermano le dice mientras la abraza por los hombros—, daría todo para que yo fuera al que le toca hacer lo que a ti te tocó.
Claire lo abrazó y aspiró la colonia de su hermano y cerró los ojos para evitar que las lágrimas se le salgan.
Después de la despedida, Alec le ayudó a subir su baúl y regresaron con sus padres para terminar con su despedida.
Desde lejos Harry Potter por breves momentos miraba a aquella familia y eso se intensificó cuando la familia Malfoy, compuesta solo por Narcissa y su hijo, se acercó a ellos. Volteó a ver al señor Weasley y pensó en comentarle con respecto a lo que pasó hace días en aquel callejón.
Mientras tanto Fred volteó a ver discretamente a Claire quien al sentir una mirada sobre ella buscó al responsable hasta dar con él, Fred solo asintió con la cabeza suavemente y ella se la devolvió, para entonces Sylvia se dió cuenta de la miradas e inmediatamente le pidió a su hija que abordará el tren. Claire se despidió de todos, incluso de la señora Malfoy.
—Claire, cuida de mi hijo, por favor —le susurró la señora cuando se abrazaron, sin romper aquel abrazo Claire le respondió.
—Por supuesto. Si no lo hace, terminaré el trabajo yo.
—Flanagan, vámonos —le anuncia Draco.
Claire lo sigue y voltea a darles una última mirada a su familia, su padre gesticula un cuídate y ella asintió con la cabeza para después seguir a Draco. Ambos caminaron por los pasillos, hasta dar con el compartimiento en dónde estaban los compañeros del chico: Pansy, Blaise, Theo, Crabe y Goyle.
Al llegar, Claire se sentía incómoda y fuera de lugar y se preguntó por qué demonios siguió a Draco. Theo la vio de reojo y le hizo un espacio a su lado para que ella pudiera sentarse.
Draco al llegar solo atinó a recostarse para poner la cabeza sobre las piernas de Pansy.
—Gracias —le dijo ella a Theo, él solo asintió con la cabeza y continuó con su lectura.
—Un gusto tenerte aquí Flanagan, más sabiendo que cambiaste de bando.
Ella solo se le quedó viendo para después apartar la vista y conjurar un hechizo sin decirlo en voz alta y sacó de su bolso un libro.
Draco la miró por un momento, para después sonreír burlonamente.
—Apuesto a qué ella preferiría irse con la comadreja, sangre sucia y Potter.
—Apuesto a qué si no te callas te golpeare igual o peor que lo hizo Hermione en tercer año
Dicho eso, el compartimiento se quedó en silencio por un largo rato.
A la mitad del trayecto, llegó un niña de tercer año con dos pergaminos.
—Traigo esto para Claire Flanagan y Blaise Zabini.
Los susodichos agarraron su pergamino correspondiente.
Claire Flanagan: Me complacería que viniera al compartimiento C
para almorzar algo conmigo.
Atentamente,
Prof. H.E.F Slughorn.
—¿Qué dice? —pregunta Goyle mientras comía sus dulces.
—¿Quién diablos es H.E.F Slughorn? — exclamó Blaise al término de leer la invitación.
—Horace Slughorn —le responde con obviedad Claire.
—Oh... Según mi padre era profesor de pociones.
Le acompleto Draco y Claire se mostró confusa, se suponía que sería ayudante de Snape, no de Slughorn.
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