squib ﾐ fred weasley

━━ ✧ 0 4 8 | acabada

A la mañana siguiente durante el desayuno me acerque a él.

—Gracias por lo de ayer.

—No tienes que, aunque eso estuvo cerca.

— ¿Qué estuvo cerca Weasley?

Voltee asustada a mi izquierda, notando a un Slytherin con su rostro imperturbable.

—Ignorare eso aunque no les he de engañar que me resulta curioso y Flanagan Umbridge te espera en su despacho —enarque una de mis cejas y asentí con mi cabeza.

—Gracias.

—Si, como sea, solo sigo ordenes, no la hagas esperar tanto ya sabes cómo es.

Dicho eso se fue y me paré de donde estaba sentada.

—Me voy, mientras más rápido sepa que es lo que quiere más rápido me librare de ella —estaba a punto de irme hasta que sentí como agarraba mi mano.

—Ten cuidado.

—Claro.

Salí del comedor caminando lo más rápido posible hasta llegar a su despacho, llegando ahí tomé una bocanada de aire y limpie mis manos con mi túnica notando apenas que estas estaban sudando y finalmente dí unos toques con mis nudillos a la puerta.

—Adelante —escuché su voz chillona tras de esta, todavía no entraba y ya me quería ir.

Sin más preámbulo me adentré a su despacho, notando que todo era de color rosa y con adornos de gatos, si, definitivamente quería largarme ya.

—Toma asiento querida —dijo señalando la silla igualmente rosa situada enfrente de ella.

—Me mandó a llamar profesara —informé mientras acataba sus indicaciones.

—Por supuesto, pero antes, ¿Se te ofrece una taza de té? —esa sonrisa no me agradaba nada.

—Gracias, pero no.

—Oh, no seas modesta.

—Acabo de desayunar.

—Bueno en ese caso por el momento te la pasaré —trató de bromear mientras alejaba la taza y la tetera de mí—. Me he enterado acerca de que tu padre tuvo un ascenso en su trabajo como secretario de Amelia Bones, felicitaciones a tu familia por eso, no dudo en que más tarde sea el quien ocupe su lugar.

—Gracias.

—Por lo que me agradaría la idea de que te unieras la Brigada Inquisitorial, siendo tú de Ravenclaw pienso que darías el ejemplo a las demás casa acerca de quién es quién dice la verdad y quien el farsante como lo es Potter.

—Profesora me agradaría mucho, sin embargo no creo que eso funcione, eso so...

—Por supuesto le mandé una carta a tus padres sobre esta idea y me respondieron diciéndome que nada les orgullecería y haría más feliz el saber que cuentan con el apoyo de su hija para con el Ministerio.

Estaba acabada.

—Estás haciendo un bien al estar del lado del Ministerio y por supuesto del Ministro— dijo mientras ensartaba la insignia conformada por una «B» y una «I» diminutas de color plateado en mi túnica—, piensa que con esto tendrás una recompensa en el futuro graduándote de aquí. Se te notificara cuando serán las reuniones, estoy seguro de que algo trama Potter y su sequito, mantenme informada por si vez algo anormal y por supuesto, estas autorizada para bajar puntos a tus demás compañeros ante el desacato de cualquier decreto impuesto.

—Claro, ¿Puedo retirarme?

—Por supuesto cariño, ah por cierto, ten este papel para que no tengas problemas en tu primera clase.

Saliendo de ahí caminé lo más rápido posible como si pudiera escaparme de ahí, caminé hacia el vestíbulo encontrándome a Harry, Ron, Hemione y a Macmillan discutiendo con Malfoy, vi como Ron sacó su varita mágica y decidí intervenir.

—Ron, ¿Qué se supone que haces?

—Le daré una lección a Malfoy.

—Vaya Flanagan, hasta que te dieron las buenas. Ya era hora de que te dieras cuenta de que el bando en el que estabas no era el correcto. Mis sinceras felicitaciones, te iremos avisando sobre las juntas de la Brigada y recuerden nueva directora, nuevas reglas... Pórtense bien, Pipi-pote, Rey Weasley...

Dicho eso se alejó riendo a carcajadas con Crabbe y Goyle.

— ¿Qué quiso decir con felicitaciones Claire? —preguntó Hermione.

Por lo que me di vuelta para que pudieran ver la insignia, Ron dejó salir una exclamación, Hermione abrió su boca de sorpresa, Macmillan dió un paso atrás y Harry sólo frunció su ceño.

—El trabajo de mi padre se ve comprometido si no hago lo que esa vieja diga, así que por el momento será una lástima que no pueda ir a las reuniones y váyanse con cuidado Umbridge sabe que traman algo y sólo es cuestión de tiempo para que lo averigüe.

De sólo decir eso me fui, quise evitar escuchar posibles reclamos, no estaba de humor y esto simplemente sería una excusa para hacer lo que mi padre había dicho en Navidad.