Episodio 2.

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Fue cuestión de tiempo que aquel muchacho de baja estatura quite esas pequeñas gotas transparentes de su pálido rostro, después de todo, su vida como cala debía continuar, por más bonito que se viera con esas prendas, y por más agradable que fuera su nuevo amo...pues, no puede ser tan amable, hasta dicen que las apariencias engañan...¿Cierto?

El joven salió de aquella habitación, nervioso y con el corazón en la boca, pues de imaginarse o de pensar que el mayor le hiciera algo por haber tomado sus cosas, fue su detonante para que con cada uno de sus pasos fuera más y más lento. Llego hasta las escaleras, hasta que algo le hizo detenerse en seco. Un dulce y agradable aroma llegó a sus fosas nasales, un suave olor que venia desde el primer piso, podía sentir a medida que bajaba y olía aquellos aromas conocidos, como algo de vainilla, o masa horneada Y también, otro ligero aroma que desconocía por completo, el cual se mezclaba con los anteriores, que le hacía pensar la naturaleza, bosques, frutos. Era como haberse teletransportado a otra realidad solo con sentir ese bello y delicioso aroma, los cuales se complementaban perfectamente y que de le hiciera agua en la boca.

Lian, un poco hipnotizado por aquel aroma, empezó a bajar las escaleras, un escalón a la vez, de manera lenta y algo pausada. Aún no podía dormirse en los laureles, su cuerpo no dejaba que se relajase y le exigía que se pusiera en alerta, por más cálida haya sido la bienvenida. Poco a poco, ese aroma fue acompañado por un dulce y melodiosa voz, que con cada pasito que daba para dirigirse a la cocina, este se aumentaba levemente. Era una voz, un bello y dulce canto, las palabras y frases que escuchaba eran algo melancólicas, pero que con su suave voz se escuchaban asombrosamente dulces, como en un sueño. Casi llegando a la cocina, asomo la cabeza ligeramente por el umbral de la puerta y pudo descubrir de donde venían el olor y la voz. Lo primero que noto, fue la amplia que era esa cocina/comedor, de verdad ese departamento era más grande de lo que habría podido imaginar. Sus ojos se fueron casi al instante hacia el joven que estaba de espaldas y el dueño de esa canción que había escuchado desde el pasillo, el cual estaba sirviendo en un pequeño platito lo que parecía ser pancakes.

Lian, por cuestión de torpeza y por seguir viendo sus movimientos de su contrario, tropezó con las lindas pantuflas de perrito e hizo un fuerte sonido al tratar de agarrarse de algo, pues al quedarle extremadamente grandes, no le era del todo fácil pretender ser un espía con ellas puestas

El cantante por obvias razones, se detuvo en seco para voltear y mirar al de menor estatura, el cual también le miraba, solo que con un leve sonrojo gracias a la vergüenza que sufrió segundos atrás

- ¡Oh! Te quedan bien, eso me calma un poco, ya que pensé que te quedarían como casa de campaña

Habló el chico apodado "Kai", contemplando aquellas prendas de ropa mientras sonreía bastante alegre

- ...espero que te gusten los pancakes, no sé que es lo que te gusta, ya que no hablas... Pero... Algo es algo, ¿no?...

Lian desvío la mirada por el comentario del mayor y solo asintió con un poco de inseguridad

-...bien- Suspiro kai luego de no obtener respuesta el menor después de esa pequeña "platica", aún no decía ni una palabra, tampoco realizaba alguna acción por si mismo, solo se había quedado ahí parado, observando atento a las acciones de kai, lo que hizo que el ya nombrado sintiera escalofríos en su espalda y le mirara ahora el con nervios.

- puedes...sentarte si quieres, ya voy a terminar, ¿sí?

Continuó hablando solo, sin ninguna respuesta o quejido... Solo miradas por parte de lian, hasta comenzaba a sentir que era otra pared o una especie de ente extraño, eso le ponía los pelos de punta

El mayor continuó con su labor aún con los nervios de punta, como si fuera una madre desesperada, por tener la Comida sí o sí lista. Quería dar una buena impresión, seguro que sí, pero su nuevo compañero... Por así llamarlo, no le hacía su tarea fácil, por lo que aclaro su garganta y trató de buscar una excusa o para seguir manteniendo "conversación" con él y no se volviera incomodó el ambiente. Al notar de reojo sus viejas pantuflas, kai sonrío calmado al encontrar por fin una excusa, por lo que aclaró su garganta y volteo a mirar de reojo al de menor estatura

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2021 ⏰

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