Capitulo: 2

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Japón. Uno de los países más poblados, disciplinados y conservadores de la tierra. Una perspectiva emocionante para la economía y orden público.

Pero, que pasa con los que sostienen los cimientos de esta "ejemplar sociedad" empresas o mano de obra. Los famosos "hombre asalariados" desconociendo el término en Japón podríamos pensar. "Oh!, hombres con dinero, no?".

No te preocupes pensé lo mismo. Ah, la ignorancia de la infancia. De cualquier manera llegada a una edad adulta (si has tenido una infancia "normal"). Uno se da cuenta de la crueldad del mundo.

Trabajo 12/7 con descansos lejanos cada mes, que con suerte serán dos días. Esa es la realidad, aburrido y cansado. Sin ánimo de hacer nada más que llegar a tu hogar a descansar, entonces déjame decirte que es una completa mierda, el sueldo apenas alcanza para fin de mes. Bolsillos vacíos al igual que el estómago, cuentas de meses sin pagar y deudas para pagar esas mimas cuentas.

Soltando un suspiro. El profesor takeuchi se dirige a la oficina del director. Moviendo la vista por el pasillo vació, comenta "jaa, ahora que?. Alguna mierda de esos mocosos" susurro para sí mismo mientras observa el pasillo pequeño y vacío. Que en horario de clases es lo común.

Takeuchi-sensei, un hombre promedio con cabello castaño y ojos café claro, sufre una miopía moderada. Por ello lleva consigo gafas rectangulares bastante simples, como el mismo hombre. Una cara fina, se le podría considerar un poco guapo. Viste un chándal azul oscuro con líneas blancas, pantalones a juego. Zapatos blancos y un silbato colgando de su cuello, apoyado en la playera blanca que lleva debajo del chándal abierto. Bastante deportivo, para alguien tan perezoso.

"¿cómo diablos termine en esta pequeña escuela de mierda?" no bromeaba. Escuela primaria pública del mañana es una de las escuelas más humildes de Ogaki. No es mala en absoluto, lo único malo en una escuela pública es como muchas. La escasez de presupuesto, debido a ello contratan a profesores fracasados, poco inteligentes e incapaces de ver más allá de ellos mimos. Segándoles de perspectiva profesional y empatía, dando como resultado una educación mediocre. Todo esto, desencadenando una falta de apoyo por parte del gobierno.

Llegando a la puerta del director. El profesor acomoda sus lentes con la mano izquierda mientras da pequeños golpes en la madera de dicha puerta con la derecha. Antes cuando se acercaba a la oficina del director. Apenas y Escuchó la voz del director a través de la puerta "quizá el padre de algún niño problemático?" . Para que llamarlo?, lo que hagan estos mocosos no son su problema.

Después de tocar la puerta, se escuchó la voz de director "¡oh!, debe ser takeuchi. ¡Por favor pasa!" un poco más fuerte en la última oración.

Suspirando el hombre abre la puerta con la mano derecha y se adentra. Sesgado un momento por el sol de la ventana abierta en la oficina, cierra los ojos un momento mientras ajusta la puerta.

Una vez abiertos los ojos lo primero que ve es al director mirándolo amablemente con una sonrisa, sentado con las manos apoyadas en su escritorio. Una pequeña lámpara yace a un lado, en el escritorio"uhg, que pasa con esa sonrisa de mierda?" el director mueve su vista al frente, siguiendo su mirada. El profesor finalmente nota al niño sentado frente al escritorio del director "oh, por eso la actitud amable?" después de observar al niño un momento el profesor pregunta ahora viendo al director "para esto me llamaste, un estudiante nuevo?". Toda una sorpresa.

En serio van a agregar más mocosos molestos a su clase?, apenas hace seis meses recibió otro estudiante en su clase. Con la sonrisa del director volviéndose un poco más prominente, este responde "por supuesto takeuchi, no puedo pensar en otro profesor. Tengo entendido aún te hacen falta estudiantes. Puedo confiar en ti..no?, después de todo eres un increíble sensei..." escuchando la pequeña entonación del director, takeuchi entrecierra los ojos, su vista fija en la del director. Notando ahora que su sonrisa podría ser un poco más amenazante de lo que se podría pensar.

NingenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora