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La ciudad, una vez llena de vida, ahora permanece en silencio bajo el manto del caos

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La ciudad, una vez llena de vida, ahora permanece en silencio bajo el manto del caos. Edificios derruidos y vehículos abandonados son reclamados poco a poco por la naturaleza. El aire pesado, apenas movido por el viento frío que caracterizaba la próxima estación.

La tranquilidad era engañosa, interrumpida ocasionalmente por el gemido de los infectados, un recordatorio constante del peligro que acechaba.

El eco de los pasos resonaba entre los edificios abandonados mientras un grupo de jóvenes escaneaba cada rincón y cada ventana rota en busca de comida y cualquier suministro útil antes de que el invierno llegara.

Fue en una pequeña tienda de comestibles con las ventanas rotas y la puerta entreabierta donde procedieron con extrema cautela. Mientras algunos inspeccionaban los estantes casi vacíos, otros vigilaban y se mantenían atentos.

Pero no fue hasta que reunieron algunas latas de comida olvidada que un débil ruido surgió desde abajo. Extrañados, los cinco intercambiaron miradas, una comunicación silenciosa que les era natural después de tanto tiempo juntos, y buscaron una entrada al sótano oculto.

Y fue el pelinegro, líder de la formación, el cual encontró un pasadizo detrás de una de las heladeras descompuestas. Seguido por los gemelos y una de las hermanas Zenin se adentraron con las armas en alto y los sentidos alerta, descendieron lentamente las escaleras crujientes hacia la oscura bodega.

Allí, acurrucada entre cajas de suministros y viejos sacos de dormir, encontraron a una joven. Su cabello despeinado caía sobre su rostro demacrado y sus ojos reflejaban un miedo profundo mientras que levantaba un machete en defensa propia.

Itadori y Sukuna se congelaron al verla. Sukuna mantenía su expresión seria, pero Itadori no pudo ocultar su sorpresa. Ignorando a sus compañeros y sin una palabra, se acercó hacia ella

──Seki. . . ──susurró, impresionado al reconocerla como su compañera de escuela de toda la vida.

──Itadori. . . ¿de verdad eres tú?── murmuró, aún incrédula temblando de miedo suplicando que no sea de nuevo un sueño, y que realmente haya encontrado a alguien conocido.

La dulce sonrisa que le ofrecía el pelirosa, mientras asentía y extendía la mano, fue suficiente para que ella bajara el arma y se lanzara a sus brazos mientras algunas lágrimas escapaban de sus ojos.

──Ahora todo va a estar bien, tranquila ──consoló, acariciando su cabeza antes de girarse para enfrentar los rostros confundidos de Yuta y Maki.──Vendrá con nosotros.

──No puedes... ──empezó a protestar la pelinegra.

──Esta bien, ──Okkotsu interrumpió a la pelinegra antes de que refutara ── Lo siento tanto por todo lo que has tenido que pasar sola, pero debemos irnos antes que anochezca.

La joven entendió y se separó del abrazo para rebuscar entre sus cosas, colocando una de las cajas en los brazos de Yuji y tomando otra ella misma. El gemelo menor se acercó para inspeccionar la caja que sostenía su hermano y asintió hacia los mayores mientras mostraba una de las tantas latas de comida deshidratada.

Comunicándose solo con gestos, los cinco subieron las escaleras de vuelta a la superficie. Nobara, que había estado examinando algunos productos que podrían ser útiles, se giró al verlos y mostró su desconcierto al notar una cara nueva, pero no podía darse el lujo de refutar cuando el cielo se teñía de rojo y naranja, advirtiendo sobre la llegada de la oscuridad

Mientras se dirigían de vuelta al refugio, Itadori y Sukuna caminaban al lado de la recién llegada, susurrándole detalles sobre la escuela fortificada que ahora servía como su hogar temporal. La joven los escuchaba con atención, su expresión una mezcla de alivio y nerviosismo, mientras absorbía cada palabra.

Las sombras de las paredes que rodeaban la escuela se alargaban mientras pasaban por una pequeña entrada trasera, lejos de los grandes portones principales. Por un momento, los recuerdos de los días de verano, cuando se escapaba con sus amigos de la institución mientras el sol brillaba y las risas abundaban, parecían demasiado distantes de su realidad actual.

Mientras la oscuridad envolvía el refugio y el grupo se adentraba en la seguridad relativa del mismo, persistía en ella un sentimiento de intranquilidad: ¿podía realmente confiar en sus nuevos compañeros de supervivencia, en un mundo donde el peligro podía venir tanto de los vivos como de los muertos?

Pero, por otro lado, por primera vez en mucho tiempo, se sentía a salvo.

Después de tres años, salió el primer capítulo 👀Cuánto habra que esperar por el segundo

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Después de tres años, salió el primer capítulo 👀
Cuánto habra que esperar por el segundo

En fin! Espero que les haya gustado y apoyen a esta pobre historia que estuvo guardada por años!

Besitos ✨❤

[ᴡᴇᴀʀᴇᴏɴᴇᴅᴀᴛᴛᴇʙᴀʏᴏ🍥]

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⏰ Última actualización: Apr 23 ⏰

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