[● REC]

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(...) Park Jimin [● REC]

Logré levantarme del suelo, había ensuciado mi pantalón con tierra y barro húmedo. Mi corazón latía con rapidez y mi cuerpo temblaba de una manera inimaginable. Lágrimas que caían de mis ojos reflejaban el pánico y el miedo que sentía. Estaba a punto de perderme. Intenté mantener la calma porque esto me estaba haciendo mal. La luna encima de mí era testigo de mi agonía y desesperación. Corrí sin más mientras que con mis manos lograba quitar las hojas de los pastizales secos que impedían seguir con mi camino. Estaba todo oscuro y lo único que podía escuchar era el ruido inmenso de nuestras respiraciones agitadas y las pisadas de nuestros zapatos.

Y no, yo no iba a mirar hacia atrás.

Debería haberlo hecho con tiempo, sin embargo.

No obstante, me detuve en seco mirando el sendero rocoso adyacente que reflejaba la cantidad de pastizales y nuevamente no encontré nada más que césped tras césped. Mi corazón enfermo logró partirse y derrumbarse tras la incertidumbre, mi labio inferior tembló con demencia y el miedo finalmente me abrazó haciéndome mirar hacia atrás cuando dejé de escuchar la otra respiración agitada. No había más que mi propio silencio. Temiendo lo peor, me encontré con el caos en persona.

Jungkook no estaba. Jungkook no estaba detrás de mí.

Me sentí mareado.

Como si hubiera desaparecido por arte de magia, el viento llevó su ausencia. Mi corazón palpitó ante el hecho de que mi compañero no estaba a mi lado y la desesperación culminó conmigo haciéndome perder los estribos, abriendo mis ojos par en par ante un nuevo ataque.

¿En qué momento? ¿Por qué no lo sujeté? ¿Por qué no lo tomé de la muñeca? Me sentía tan estúpido y las lágrimas se deslizaron de mis ojos cuando regresé a su búsqueda, corriendo nuevamente a través de los pastizales y siendo alumbrado por la luna en el cielo. Mi respiración fue fuerte, mis pisadas también y el gruñido desesperado detrás de mí que me seguía me hizo correr más rápido. De pronto ese infernal sonido llenó mis sentidos, las cadenas se golpearon unas contra otras a mi espalda y el ruido sordo de los dientes apretados me desorientó al nivel de quedarme sin aire.

Algo estaba corriendo detrás de mí y no sabía que era. Algo quería alcanzarme, algo quería morderme hasta sangrar y ahogarme con las cadenas pesadas. Algo ansiaba que mi cuerpo oliera a la putrefacción, al igual que olía en todo el lugar.

Y ese olor se hizo mucho más profundo, haciéndome toser y dar arcadas.

Jungkook no era ese algo. ¿Verdad? Jungkook no podría haberse convertido en ese algo y querer matarme de repente. ¿Verdad?

No, ese no era Jungkook.

Mí Jungkook.

Comencé a volverme loco. El pelinegro no me había seguido en ningún momento, tal vez. Pero yo estaba seguro de que si lo había hecho. Jungkook corrió detrás de mí tras salir de la fábrica abandonada. Él lo hizo. Él gritó mi nombre y rogó que no me detuviera.

Pero Jungkook nunca había sido el que estaba corriendo detrás de mí.

Y miré a la luna deteniéndome y me rompí en un sollozo ignorando a ese algo detrás de mí que estaba dispuesto a atacarme. No, no iba a girarme. Mirarlo significaba darme por muerto. Y yo no quería acabar con mi vida aquí, no podía permitirme morir antes de haberle dicho a Jungkook cuanto lo amaba y encontrarlo con vida. Pero al cielo glorioso, supuse que Jungkook se había perdido en la masa de pastizales detrás de mí entre los árboles cerca de la fábrica, quizás se había desorientado en el camino y tomó otro que se lo llevó directamente hasta el automóvil en la carretera, lejos de aquí.

Exploration • JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora